ALADDÍN. DISNEY SIGUE EN SU NUEVA ÉPOCA DORADA CON UNA MARAVILLA DE LA AVENTURA

ALADDÍN de John Musker y Ron Clements - 1992 - ("Aladdin")

Después de las obras maestras de "La Sirenita" y "La Bella y la Bestia", los estudios de Walt Disney siguieron en la misma línea y construyendo su nueva etapa dorada con "Aladdín", en la que la pareja artística conformada por John Musker y Ron Clements, que ya había elaborado la mencionada "La Sirenita" (y que realizaría después también "Hércules" o la más reciente "Tiana y el sapo"), volvía al ruedo. 

"Aladdín", basada en el cuento "Aladino y la lámpara maravillosa" contenido en la célebre colección de "Las mil y una noches", es otra de las obras maestras de la historia de la compañía de Mickey Mouse. 

Se aleja el estilo de bastantes películas anteriores de Disney para presentar una trama en la que lo que prima es la pura aventura por encima de todo, aunque también hay lugar para una historia de amor y para el clásico cuento moral sobre la justicia, la lucha del bien contra el mal, el anti-clasismo y el valor de la sinceridad y el poder de la humildad. 

Las escenas de acción de "Aladdín" son de las más memorables de la historia del cine de animación. La primera persecución por las calles de Agrabah es una delicia, la bajada a la cueva una maravilla, la escapada de la mencionada cueva es magistral (con un 3D que en 1992 era absolutamente novedoso y brillante) y el combate final contra el malvado de turno, el carismático visir Jafar, es un plato fuerte fantástico. 

La incursión de Disney en el mundo oriental (recreado además con un enorme poder evocador) se sitúa perfectamente al nivel de las mejores películas de aventuras de la historia del cine. Y por suerte, no se descuidan otros aspectos de la obra, porque a nivel de guión es otra joyita indiscutible.

"Aladdín", como he dicho, presenta una historia moral en la que prima la lucha por la justicia y que contiene denuncias contra el clasismo, el hambre y también contra el machismo. 

Jasmine, la princesa de turno del cuento, se aleja una vez más, como lo hacía Bella de "La Bella y la Bestia", de los tópicos machistas y se configura como un personaje rebelde que se resiste a casarse con otro príncipe sólo por poder o por dinero como quiere su padre, el sultán. 

Otros personajes del filme son igualmente geniales: en especial, creo que el Genio de la lámpara se lleva la palma de la originalidad y de la eficacia de la nueva lectura de mitos clásicos. En fin: "Aladdín" es otra obra maestra para la saca de los estudios de Walt Disney de los años noventa.