martes, 31 de marzo de 2020

PETER PAN. SUEÑO AMERICANO Y MORALINA EN UNA EXCELENTE PELÍCULA DE AVENTURAS


Después de la polémica y malograda adaptación del clásico de Lewis Carroll "Alicia en el País de las Maravillas", los estudios de Walt Disney apostaron por una película en todos los aspectos más convencional y argumentalmente menos arriesgada, película que se convirtió en otro de sus grandes clásicos: "Peter Pan". 

Basada en la obra de J.M. Barrie, el filme sirvió a las mil maravillas para lanzar una vez más la arenga clásica que de una forma un otra se había venido repitiendo en casi todas las creaciones de la casa de animación más famosa de los USA: una apología del "sentar la cabeza". 


Desconozco todavía la obra del mencionado Barrie y, según he leído, al parecer su mensaje original está tergiversado en esta adaptación a favor de esta arenga (como siempre hizo Disney mientras vivió y sobre todo en sus primeros años).

Este "Peter Pan" animado de 1953 es un canto a la familia y sobre todo a la figura de la madre, exaltada por todo lo alto, y también una lección para los niños que les enseña que llega un momento en la vida en el que toca "crecer" quieran o no y que han de aceptarlo.

Habrá personas que estén de acuerdo con esto y otras que no: en mi opinión, "Peter Pan" es, como "Pinocho", como "Dumbo", como "La Cenicienta", como la propia "Alicia en el País de las Maravillas" o como películas posteriores del estudio como "La Dama y el Vagabundo" o "El Libro de la Selva", un panfleto más del Sueño Americano.


Por otra parte (y sólo hablo de la película porque como he dicho desconozco la obra de Barrie), la galería de personajes de esta creación es una de las más repelentes del estudio Disney.

Porque, y conmigo coincide mucha gente, Peter Pan no cae bien: es más, cae incluso bastante mal. Porque es un niñato consentido y ególatra y porque el villano de la función, el mítico Capitán Garfio, llega a dar auténtica pena (es torturado y humillado por Pan de una manera brutal que entrega momentos hilarantes de humor negro y que casi recuerda a clásicos como "Tom & Jerry").


Por otra parte, Wendy es una niña moralista y aguafiestas que sirve al público infantil de comparación con el propio Pan (lo que se debe ser -una niña adulta y responsable- y lo que no se debe ser -un niño irresponsable, vividor y algo crápula incluso para su edad-) y Campanilla está tratada desde un prisma tremendamente machista y misógino casi como una "mujer de mala vida" de la época; es voluptuosa, envidiosa, maleducada, acomplejada de sus curvas y arpía (aunque después se redima, que el happy end no falta).

En fin, no sé, repito, cómo serían los personajes de Barrie, pero a Disney se le pilla muy pronto con su visión del mundo de Nunca Jamás, a la que sumanos además sirenas conspiradoras y frívolas, indios machistas hasta la médula, piratas tontos e ingenuos pero muy burros que parecen adolescentes que no quieren estudiar (y que se jactan de ello en sus canciones) y unos niños perdidos con un cierto deje imperialista. ¿Exagero? Vean la película hoy, con sus ojos de hoy, que se llevarán una sorpresa.


Eso sí, nadie le va a quitar nunca a "Peter Pan" su maravillosa animación, sus evocadores paisajes, su mítica banda sonora, sus dinámicas e imaginativas escenas de acción y la delicia de su humor negro (especialmente en todos los encuentros entre Pan y Garfio, aunque den ganas de crear una ONG para ayudar al segundo de ellos).

Como película no es una mala película, eso tampoco se puede decir porque sería injusto. "Pinocho" es una delicia de la animación pero es una pesadilla para asustar a los niños. "La Cenicienta" es otra delicia de la animación pero volvió neuróticos con el "buen casamiento" a los chavales y a las chavalas de su tiempo. "Peter Pan" tiene el mensaje que tiene, pero es una excelente película de aventuras.


lunes, 30 de marzo de 2020

LA CUEVA DE LAS RISAS, MI NUEVO RELATO, YA ESTÁ DISPONIBLE EN PAGO SOCIAL


Para esta cuarentena, Ediciones "El Transbordador" os propone relatos cortos exclusivos de sus autores en "pago social": descarga y comparte en tus redes, y así nos ayudas a promocionarnos.

Aquí tenéis "La cueva de las risas", mi nuevo cuento. Comparto espacio con otro fascinante: "La máscara del fauno", de Érica Couto-Ferreira.

Aquí los podéis leer los dos. 

Gratis, compartiéndolos en vuestras redes 

Espero que os guste.

Con vuestra descarga, ayudáis a las editoriales y autores independientes :)

domingo, 29 de marzo de 2020

BLACK MIRROR. TEMPORADA V: LLEGA EL CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN DE LA SERIE


BLACK MIRROR. TEMPORADA V de Charlie Brooker - 2019 - ("Black Mirror")

"Black Mirror" está muerta. Así de claro y contundente soy. Lleva cayendo en picado varias temporadas pero esta última certifica plenamente que ya está completamente enterrada.

Volvemos al formato inicial de tres capítulos. Volvemos al estilo más realista de las primeras temporadas de la serie, al más alejado de los futuros más lejanos, al que retrata inventos y hechos relacionados con tecnología que puede ser perfectamente contemporánea.

Y el equipo de la serie no da ni una ya. Pero ni una. De los tres capítulos nuevos, ninguno merece la pena. Ninguno muestra nada nuevo. Los tres son refritos de lo mismo de siempre, otra vez, y refritos cutres y chapuceros. Qué mal.


-STRIKING VIPERS

"Striking Vipers" es el primero de los capítulos y el más interesante de todos, a pesar de que, una vez más, nos devuelve al tema más explotado y manido de la serie: la realidad virtual y las consciencias alteradas. (¿No se cansan de emplear este concepto una vez, y otra vez, y otra vez?).

Tiene de interesante una cierta sorpresa y la manera en la que cuestiona la "cultura del macho". Tiene de manoseado todo el resto, por desgracia.


Tras el choque inicial, es todo repetición, "deja vu". Está bien rodado, los diálogos son correctos, y es el que tiene más carga crítica de los tres de esta nueva batería de episodios, pero es una sombra lejana de lo que había llegado a ser "Black Mirror".

Lo van a poder ver con agrado, pero no les va a decir nada. Esencialmente, porque lo que había que decir ya se ha dicho en las temporadas anteriores, y varias veces. Una pena.


-SMITHEREENS

Este segundo capítulo empieza siendo interesante, con una intriga dosificada que promete una agradable (desagradable, ustedes me entienden) sorpresa. Por desgracia, la intriga se va desinflando poco a poco y la sorpresa nunca llega.

"Smithereens" es otro refrito más de cosas que hemos visto en capítulos de anteriores temporadas de "Black Mirror". Ahora, el foco está puesto de nuevo en las influencias perniciosas de las redes sociales, que se convierten en agentes esclavizadores por medio de la adicción.


Hay una crítica certera a los grandes magnates que se han forrado con dichas redes sociales, y al mundo de las apariencias, del postureo, del "molar" a toda costa, así como al universo empresarial despiadado del capitalismo agresivo actual.

Lástima que, como he dicho, todo se desinfle y la crítica quede en un mero apunte. Porque el desenlace del capítulo es extremadamente flojo, y no cumple con una sola expectativa de las que promete.

Es una lástima, pero este segundo episodio es "Black Mirror" descafeinado, soso, sin sal y sin salsa. Una imitación sin fuerza de todo lo anterior. Qué mal.


-RACHEL, JACK AND ASHLEY TOO

El último capítulo de la temporada es entretenido y divertido, pero tiene un problema esencial y grave: que no es "Black Mirror". No lo es. Más allá de su interesante propuesta inicial, no tiene nada que ver con esta serie.

La primera media hora promete. Es un retrato brutal de la fama y de la locura estúpida por los ídolos de masas juveniles, que llevan vidas infernales, sin intimidad y sin descanso de su trabajo para agradar a jóvenes alienados con una apariencia falsa de triunfo social y económico.


Luego, el capítulo se desmadra y se convierte en todo lo contrario de lo que prometía ser. Es entretenido, ojo. Se pasa en un vuelo y resulta entrañable. Pero no es, como he dicho, "Black Mirror". Aunque Miley Cyrus se parodie a sí misma con aceptable mala leche. No es "Black Mirror".

Creo que es hora de cerrar de una maldita vez esta serie. Lo era desde la cuarta temporada y desde el bodrio de "Bandersnatch". Dejen en paz lo que hicieron tan bien hace años. No lo exploten de mala manera. No se lo carguen para sacar más dinero. 

Alargar una serie como ésta, que supuso tanto y que fue tan rompedora, con capítulos cutres hechos como churros que no son más que una sombra lejana de lo que fueron sus antecesores, debería estar penado. Es hora de pasar a otra cosa.


sábado, 28 de marzo de 2020

BLACK MIRROR. BANDERSNATCH: UN ESPECIAL CUTRE PARA MANTENER A UNA SERIE MUERTA


BLACK MIRROR. BANDERSNATCH de Charlie Brooker - 2018 - ("Black Mirror")

"Black Mirror" está agotada. Lo certifica este especial que comentamos hoy y también su quinta temporada, que volvió a ser más de lo mismo, y más de lo mismo, y más de lo mismo. 

"Bandersnatch" es un largometraje que, al modo de aquel "White Christmas", el especial de Navidad de 2014, fue creado para mantener a la serie en la parrilla mientras llegaba la mencionada quinta y siguiente temporada.


A priori, el plan que presenta es interesante: a modo de videojuego, o de libro interactivo del estilo de "escoge tu propia aventura", el episodio tiene varias opciones para que el espectador pueda elegir el propio camino que seguirá el protagonista en la trama.

A priori, es como he dicho interesante, sí, desde luego que sí. El problema es que todo esto enmarca un capítulo largo muy normalito, también repetitivo, y que pretende para colmo abarcar demasiados frentes.


Tampoco está muy currado el tema de los finales alternativos: ni son tantos, ni son tan sorprendentes. Y, encima, hay decisiones que no sirven para nada, que te devuelven a la casilla de salida para que al final haya que tirar forzosamente por los mismos lugares. 

Este episodio especial es así fallido en todos estos aspectos. Y además ha perdido bastante de la esencia que hizo famosa a la serie: su crítica social es aquí superficial, bastante simplona, y está llena de tópicos de los gordos.

Los mensajes de "Bandersnatch" son muy simples. En prácticamente todos sus finales. Su mencionada crítica social no es efectiva. Y sus posibilidades nos las sabemos de memoria.


Quiere abarcar tantos campos (la metaficción, la conspiranoia, la locura, la tecnología desbocada, el capitalismo brutal) que no desarrolla bien ninguno. Algún que otro desenlace incluso me ha parecido fuera de lugar, forzado, metido con calzador para tratar de sorprender por la fuerza con hechos escabrosos que creo que no venían demasiado al caso. No en todos ocurre esto, pero sí en una amplia mayoría de ellos.

Buenas actuaciones, buena representación de la época (esos años ochenta tan socorridos hoy para todo) y buenos homenajes a aquel tiempo de videojuegos primigenio tan entrañable. 


Pero el resto es morralla, verdadera morralla. Y es una lástima. "Black Mirror" está en un callejón sin salida ya: como he dicho, lo ha certificado además la quinta temporada, que vuelve a ser esencialmente basura. 

No se puede explotar tantísimo a una gallina de los huevos de oro sin que la calidad se resienta. Creo sinceramente que ya es hora de cerrar esta serie y pasar a rodar otra cosa.


viernes, 27 de marzo de 2020

BLACK MIRROR. TEMPORADA IV: LLEGA LA MUERTE POR ÉXITO DE LA SERIE


BLACK MIRROR. TEMPORADA IV de Charlie Brooker - 2017 - ("Black Mirror")

Y en 2017 ocurrió lo que temíamos: "Black Mirror" se empezó a repetir descaradamente y se quedó anclada en la falta de ideas. 

Yo no soy nada "hater": si una película o una serie da un pelotazo y el éxito mundial se la come, no deja de gustarme automáticamente y no puteo a sus secuelas sólo por ser sus secuelas.


Ahora bien, esta cuarta temporada de la que ha sido una de las producciones de la pequeña pantalla más alucinantes, lúcidas, imaginativas, rompedoras y críticas de las últimas décadas, ya no presenta nuevas ideas y, lo que es peor, sus artífices optan por la repetición a lo bestia y sin ningún tipo de vergüenza.

Con todo el dolor de mi corazón, tengo que decir que solamente me sorprende un capítulo de los seis de esta cuarta temporada de "Black Mirror": el segundo. Los otros cinco, o son refritos de conceptos ya vistos en la serie, o son bonitos experimentos, o directamente son auténticos timos. Sí, he dicho timos.


Después de todo, parece que las distopías a Charlie Brooker y a su equipo se les han agotado: es cierto que la tecnología avanza a pasos monstruosos y que se están creando unas normas sociales idiotas y hasta peligrosas a causa de ello. Eso nos lo dejaron claro en las tres primeras temporadas de la serie.

Pero, una vez exploradas todas las posibilidades que se exploraron en aquellas, no da la cosa para mucho más. En algún momento, el cansancio y la falta de ideas llegan. Es normal, y hay que saber cuándo retirarse y pasar a una nueva historia.


Pero como "Black Mirror", poco a poco, se ha convertido en una producción de culto y hoy por hoy directamente arrasa, pues hay que exprimir la naranja creativa sin sentido ni sensibilidad y hacer más y más capítulos salgan como salgan.

Es una pena, pero es lo que hay, y que cada uno de ellos esté dirigido por un director o una directora de calidad no consigue salvarlos, lo siento. Lo peor de todo es que las siguientes temporadas, hasta ahora, tampoco han levantado cabeza. Pero vamos hoy a por ésta.


-USS CALLISTER

Esta cuarta temporada arranca con un episodio gracioso, "USS Callister", que, sin embargo, no deja de ser un refrito de conceptos ya vistos en la serie y, sobre todo, del especial de Navidad de 2014, "White Christmas", del que toma descaradamente la base para darle una vuelta de tuerca poco original y sacarse de la manga una nueva historia con un toque friki que se piensan que va a justificar la poca imaginación y las lagunas de guión bestiales que tiene la trama (con personajes que directamente se teletransportan a terrazas de rascacielos... En fin).

Entretenido, pero nada más, y de muy bajo nivel para lo que esta serie nos tiene acostumbrados. Y además, como he dicho, refrito, y con aceite requemado.


-ARKANGEL

El segundo capítulo de la temporada, "Arkangel", por suerte, es mejor, mucho mejor. De hecho, es el único capítulo que es original (no del todo, pero sí un poco) y el que presenta un posible conflicto tecnológico creíble a medio plazo. 

Es también el más emparentado con las primeras temporadas de la serie, el que describe un mundo como he dicho creíble, cercano al nuestro, en el que una aplicación malévola sienta la terrible diferencia. Muy bien.

Esta es, pienso, la línea que debería seguir en general la serie: la línea de sus inicios. Es como conecta más con el público y con sus problemas reales.


-CROCODILE

Pasamos a "Crocodile", que tiene buenas ideas y que desarrolla bien su historia, aunque el ritmo le falla y tiene algunas lagunas de guión bastante evidentes que ponen a los personajes de idiotas para arriba. 

Buena alegoría moral, pero el concepto del tratamiento de los recuerdos estamos también hartos de verlo en la serie a esta alturas. Muy, muy hartos. Porque al final lo que tenemos aquí otra vez más es un nuevo refrito de los viejos conceptos a los que ya nos hemos acostumbrado.


-HANG THE DJ Y METALHEAD

"Hang the DJ", el cuarto episodio de la temporada, me parece directamente indignante. Volvemos a coger cosas de episodios pasados, valga la redundancia, y las remezclamos en una metáfora facilona y simple que no es propia de una serie que siempre se había caracterizado por escapar de lo esperable y de lo sencillo. Muy mal. Fatal.

Algo parecido sucede con "Metalhead", el siguiente segmento, que es muy bonito y que está rodado en un blanco y negro precioso y que tiene unas escenas de acción fantásticas, pero que cae de nuevo en la alegoría facilona y que no dibuja un escenario de ningún tipo, un error que la serie siempre se ha encargado de esquivar con limpieza.

Es un buen capítulo en lo técnico y en lo estético, muy imaginativo a nivel visual, muy poético también, pero muy decepcionante en lo argumental. ¡Hay que currarse una historia, amigos!


-BLACK MUSEUM

Terminamos "Black Mirror IV" con "Black Museum", que tiene algunos momentos buenos y otros no tan buenos.

Su condición de nuevo refrito de conceptos ya vistos en la serie, a estas alturas, llega a molestar, pero de verdad.


Y para intentar salvar la papeleta, el propio capítulo es plenamente consciente de ser un refrito integrador y lleno de homenajes autoreferenciales. Vale, ok, pero la capacidad de sorpresa no existe, y eso en esta serie siempre ha sido una sorpresa constante.

Se puede ver bien, con agrado, pero no es nada original y dice bastante poco, y algunas de las historias secundarias que contiene son flojas, pero flojas de verdad.

En fin, tristemente, esta serie está a punto de morir artísticamente de éxito. Lo confirman los capítulos que siguieron a esta cuarta temporada, que llegaron a ser incluso peores y que llegaron a ser incluso más explotación descarada de lo mismo de siempre.


-ESPACIO PARA SPOILERS:

¿No hay otro concepto argumental para explorar que no sea el del rollo de las consciencias duplicadas y los mundos virtuales? 

Brooker y su equipo se han vuelto ya cansinos con este asunto. Ya abusaron de esto en la temporada tercera, pero aquí ya es que es directamente de puro órdago: de seis capítulos, tres tienen como base principal este concepto, y además prácticamente calcado de unos a otros. 

Por favor, innoven o dejen la serie ya, en su mejor momento. No hagan más y más temporadas repitiendo lo mismo una y otra vez para pasar la gorra. Es lo justo y lo digno. Gracias.


jueves, 26 de marzo de 2020

BLACK MIRROR. TEMPORADA III: UNAS DE CAL, OTRAS DE ARENA, PERO MANTIENE EL NIVEL


BLACK MIRROR. TEMPORADA III de Charlie Brooker - 2016 - ("Black Mirror")

La tercera temporada de "Black Mirror" empieza a dar muestras de agotamiento, en la línea del irregular episodio especial de Navidad "Black Mirror: White Christmas".

Ahora vuelven sus historias distópicas sobre locura tecnológica con seis capítulos en vez de tres, y hay que decir que sobran justo tres.

Tres son excelentes: tres son reiterativos y flojos y hasta malos para el nivel al que nos tiene acostumbrados esta serie. Vamos a analizarlos.


-CAÍDA EN PICADO

Comienza la colección con uno de los mejores: "Caída en picado". Protagonizado por una genial Bryce Dallas Howard, es uno de los más irónicos de toda la serie y presenta un mundo demencial (y nada absurdo teniendo en cuenta la obsesión por la imagen y por el molar en las redes que hay hoy) donde la apariencia es lo que más importa y lo que condiciona a casi todas las personas.

Este capítulo es un puñetazo brutal y sin concesiones a toda la cultura estúpida de lo políticamente correcto, del quedar bien, del ser "cool" a toda costa y del vivir en y para las redes sociales. Y con un desenlace absolutamente genial e inolvidable que es todo un escupitajo a la cara de la idiotez de estas redes. De matrícula de honor. 


-PARTIDA Y CÁLLATE Y BAILA

Los dos capítulos siguientes, sin embargo, caen bastante en nivel de originalidad y calidad. "Partida" y "Cállate y baila" son, como el mencionado especial de Navidad de 2014, un refrito de conceptos que ya hemos visto antes en la colección de historias y varias veces además (se abusa sobre todo de la realidad virtual y de la manipulación sensorial, conceptos posibles ciertamente y que dan juego pero que se repiten demasiado en muchos capítulos), y no muestran nada nuevo, aparte de ser finalmente predecibles. 


El tercero es verdad que nos da un desenlace con cierta sorpresa, pero no deja de ser bastante tópico y a una serie como ésta hay que exigirle mucho más porque sus creadores son capaces desde luego de dar mucho más, valga la redundancia.


-SAN JUNIPERO

El nivel vuelve a subir en el cuarto capítulo y en el quinto. "San Junipero" es una maravilla. No quiero desvelar mucho de él porque es mejor, pienso, disfrutarlo sin saber absolutamente nada sobre su trama (incluyo abajo un espacio para el spoiler).

Sólo quiero decir que es original, que tiene unos personajes redondos y encantadores, que hace una crítica social certera y directa y que reflexiona sobre la tecnología y lo que ha cambiado y puede cambiar nuestras vidas de forma impecablemente lúcida. Otra de matrícula de honor. 


-LA CIENCIA DE MATAR

"La ciencia de matar" es el quinto capítulo y también es una joya. Nos presenta la guerra desde un punto de vista muy novedoso, y además de tecnología punta demencial habla con coherencia y agudo acento crítico de racismo, clasismo, discriminación, pobreza, terrorismo de estado, masas idiotizadas, patriotismo enfermizo, violencia y política basada en guerras ajenas. Otro capítulo de diez.


-ODIO NACIONAL

Esta tercera temporada termina, sin embargo y por desgracia, con otro capítulo flojo, muy flojo, y que además dura una hora y media (viene a ser una película realmente).

"Odio nacional" presenta conceptos interesantes y se centra en algo a lo que estamos acostumbrados ya de sobra: al linchamiento en la red de personas famosas y polémicas, ya sean periodistas, políticos o estrellas de diversos artes. 

Muy interesante todo, pero desarrollado en un thriller del montón, sin mucha garra y con bastantes tópicos y que se podría haber desplegado perfectamente en alrededor de una hora, como los demás capítulos.


Todo lo atrayente que tiene en su inicio se diluye en una historia más de castigos colectivos y moralizantes de esas que nos sabemos de memoria.

Si la tercera temporada de "Black Mirror" hubiese tenidos tres capítulos, los tres verdaderamente originales y destacados que tiene, habría mantenido perfectamente el nivel de las dos anteriores, pero al tener seis y contar con otros tres tan flojos y reiterativos, la cosa se termina precipitando en un cierto agotamiento. 

Sigue siendo una buena serie, desde luego, y como he dicho los tres capítulos buenos son buenos con mayúsculas y de forma indiscutible, pero todo está mostrando ya aquí síntomas de repetición de temas, conceptos y personajes bastante notables y, por desgracia, lo que viene a partir de ahora es una caída cuesta abajo y sin frenos.


-ESPACIO PARA SPOILERS

"San Junipero" sí es un capítulo que habla con lucidez de la realidad virtual y de los mundos inventados y que propone, a estas alturas de la serie, una historia novedosa, que es lo que no hacen "Partida", "Cállate y baila" y "Odio nacional" y lo que tampoco hacía el especial "White Christmas", todos muy repetidos ya y abusivos con sus temas. 

Es además un homenaje a décadas de cambios sociales y músicas y estilos diferentes, un manifiesto anti-homofobia y, además, un capítulo con un inesperado "Happy End" que sabe innovar dentro de la serie. Excelente en todos los sentidos y capaz de poner los pelos de punta con su preciosa historia de amor.


miércoles, 25 de marzo de 2020

BLACK MIRROR: WHITE CHRISTMAS. LA SERIE EMPIEZA A REPETIR CONCEPTOS


BLACK MIRROR. WHITE CHRISTMAS de Charlie Brooker - 2014 - ("Black Mirror")

Mientras llegaba la tercera temporada de "Black Mirror", se lanzó "Black Mirror: White Christmas", un especial navideño de 2014 para ir abriendo boca.

Tristemente, aquí Charlie Brooker hiló un poco menos fino. "Black Mirror: White Christmas", sin ser una mala nueva entrega de esta saga, marca, desde mi punto de vista, sus primeros signos de agotamiento. 


Una vez más, nos encontramos ante una distopía bastante cercana en el tiempo en el que las personas vuelven a ser presas de la tecnología punta más delirante muchas veces de forma voluntaria. En este mundo deshumanizado, dos personajes celebran una extraña Navidad... Y no cuento nada más.

Los asuntos vuelven a ser los de siempre: la mencionada deshumanización, el dominio del individuo por parte de las redes sociales, la discusión sobre los implantes tecnológicos en el cuerpo de las personas, la inteligencia artificial y sus lados más oscuros, la manipulación, la realidad virtual, la sociedad de las apariencias y la hipocresía, la incomunicación en la era de la comunicación, la justicia brutal y despiadada y las relaciones personales variadas en estos ámbitos.


Aquí, sin embargo, todo está bastante más visto y trillado, y el mundo de estas "Navidades blancas" es ya un refrito de los mundos que hemos visto en los otros capítulos de la serie.

En definitiva: la originalidad se está empezando a ver resentida, y esto es algo que se notaría ya a partir de aquí cada vez con más evidencia.


Insisto igualmente: este especial navideño no es un episodio malo, pero ya no dice demasiado nuevo y, además. sus conceptos empiezan a sonar ya demasiado artificialmente rocambolescos (la técnica para "bloquear a las personas" tiene muchas lagunas, así como la inteligencia artificial "forzada" que no se rebela contra el hombre... ambos conceptos convencen mucho menos ya, suenan mucho menos reales, mucho menos posibles).

"Black Mirror: White Christmas" tiene muchos aciertos, de todas formas. El reparto está en estado de gracia, el humor cínico y cruel que destila el conjunto es genial, las escenas pesadillescas ponen de verdad los pelos de punta y la trama sigue teniendo momentos verdaderamente interesantes y con capacidad visionaria. Eso no se lo quita nadie a Brooker. 


martes, 24 de marzo de 2020

BLACK MIRROR TEMPORADA II: UN REGRESO POR TODO LO ALTO


BLACK MIRROR. TEMPORADA II de Charlie Brooker - 2013 - ("Black Mirror")

Pienso que "Black Mirror" es una serie que ha muerto de éxito y que sus últimas temporadas son una floja repetición de conceptos ya manidos dentro de su mitología.

La segunda de estas temporadas, sin embargo, mantiene todavía el nivel, y bien alto. Si bien no tiene la fuerza arrolladora para crear sorpresa de la primera (cosa que es normal, porque aquella nos pilló a todos completamente desprevenidos), sigue presentando tres capítulos con una tremenda capacidad para, a través de un realismo monstruoso y un humor negrísimo, corrosivo, brutal y sin concesiones, poner a parir a las redes de comunicación de masas de todo tipo y volver a esbozar un retrato de una humanidad sin humanidad, presa de la alienación de las redes sociales, de las emociones prefabricadas, del amarillismo más barato, de la desinformación y del miedo y de la moral más discutible.


Charlie Brooker vuelve a presentar tres historias ambientadas, respectivamente, en un futuro cercano dominado por la tecnología punta que sin embargo no sirve para unir a las personas (como "Tu historia completa" de "Black Mirror I"), en un futuro de aire distópico (como "15 millones de créditos" de "Black Mirror I") y en un presente ya más reconocible (aunque dibujado con un toque rocambolesco) como la fulminante y debastadora "El himno nacional" de la primera temporada de la serie. Los capítulos nuevos se titulan "Ahora mismo vuelvo", "Oso Blanco" y "El momento Waldo".


-AHORA MISMO VUELVO

"Ahora mismo vuelvo" es el episodio que inicia la serie y posiblemente sea el más flojo (sobre todo porque el gran nivel de los otros no le hace bien). 

No quita esto que sea un destacado retrato de los peores males que puede traer el hecho de que, tras nuestra muerte, nuestra huella siga viva en Internet. Porque... ¿Qué pasa con lo que dejamos en la red cuando dejamos este mundo? ¿Seguimos vivos en nuestro Facebook, en nuestro Twitter o en nuestro Blog? ¿Quién puede utilizar nuestro digamos "material" y para qué? 


En un futuro cercano, tras la muerte de una persona, sus seres queridos pueden solicitar una suerte de "recuperación" de esta persona que se basa en una reconstrucción robótica (sin inteligencia y sin sentimientos pero tremendamente real) realizada por medio de todos los rastros que dicha persona ha dejado en la red. 

¿Imagináis que vuestra pareja muere pero podéis seguir hablando con ella con un programa que reproduce su voz aunque ya no esté viva? ¿Imagináis que vuestro padre fallece y que podéis "contratar" una suerte de replicante suyo sin vida pero que parece vivo? ¿Qué efecto causaría esto en vuestra existencia cotidiana? ¿Seríais capaces de amar como placebo a un ser que sabéis que no existe realmente? Y sobre todo... ¿Quién ofrece estos servicios y se beneficia de ellos? La reflexión está servida.


-OSO BLANCO

Del capítulo "Oso Blanco" no voy a decir apenas nada porque es mejor afrontarlo sin saber
absolutamente nada, valga la redundancia, de él. 

Sólo voy a comentar que lo que empieza como una suerte de homenaje distópico a obras tan variadas como los filmes de zombies, de asesinos en serie o de género post-apocalíptico termina con uno de los finales más sorprendentes que he visto en bastante tiempo. 


En sus primeros treinta minutos no me gustó nada este episodio: pensé directamente que era una porquería y que Brooker ya había caído en los tópicos. Nada más lejos de la realidad: véanlo hasta el final y después reflexionen sobre su modelo ideal de administración de justicia y de servicio al bien común y sobre su concepción del espectáculo. 

"Oso Blanco" no les dejará indiferentes: es una pequeña joyita inesperada que no empieza como tal. Dénle una oportunidad y termínenlo.


-EL MOMENTO WALDO

"El momento Waldo" es, creo, el mejor capítulo de "Black Mirror II". Ambientado ya en nuestra realidad, narra la historia de un cómico que encuentra el éxito dando vida a un oso digital llamado Waldo que se dedica a putear a todo bicho viviente en la televisión (sobre todo a los políticos, por supuesto) y que, cómo no, dice veinte millones de guarradas y palabrotas por minuto y enseña cada dos por tres su culo y su miembro viril. 

Charlie Brooker se ceba aquí con los medios de comunicación de masas y destripa sin piedad a sus gerifaltes criticando con humor sardónico sus artimañas para conseguir audiencia a toda costa, el espectáculo chabacano y poco inteligente ofrecido para idiotizar a las personas, la elaboración de la información más amarilla y desvirtuada posible y la manipulación más descarada y aceptada por todos de buen grado en pos del cachondeo y el buenrollismo más pacato y cutre. 


Y nadie se libra: ni los peces gordos de la televisión con su falta total de escrúpulos, ni sus estrellas que se dejan convertir en marionetas por dinero y éxito, ni los políticos para los que lo único que vale es conseguir votos sea como sea ni tampoco el "pueblo" que se deja aborregar de buen grado por cualquier personajillo graciosete de tres al cuarto. 

Y de fondo, y es lo que hace más redondo a este capítulo, una historia tristísima de desamor y de fracaso.

"Black Mirror II", con una estética fría que reproduce la alienación que quiere transmitir pefectamente y animada por unos actores geniales (todos y todas), vuelve a crear un efecto desasosegante en el espectador y vuelve a presentarle una propuesta crítica valiente y sin concesiones para la reflexión sobre el camino por el que nos está llevando la supuesta era de la comunicación y de la tecnología desbocada.