martes, 31 de agosto de 2021

FREE GUY. UNA COMEDIA DIGNA PERO QUE SE QUEDA EN LA SUPERFICIE

FREE GUY de Shawn Levy - 2021 - ("Free Guy")

Shawn Levy es un director esencialmente centrado en la comedia que también ha participado en numerosas series de televisión tras las cámaras. Es además actor y productor. Muy prolífico, obras suyas son "Gordo mentiroso", "Recién casados", "Doce en casa", "La pantera rosa" de 2006, la famosa trilogía de "Noche en el museo", "Noche loca", "Los becarios", "Ahí os quedáis" o incursiones en otros géneros como "Acero puro".

"Free Guy", con sus carencias, me ha resultado una comedia estimulante, y miren que yo para la comedia soy bastante durito, lo reconozco (me gusta el humor brutal o muy inteligente: Garth Ennis, Woody Allen, los Monty Phyton... no me dicen nada los términos medios y mucho menos el humor amable -salvo casos excepcionales en los que este humor tenga una maestría o en un encanto especial, que los hay-).

La última película de Shawn Levy, como otras tantas comedias comerciales, se queda en la superficie. Lo digo nada más empezar la reseña. Sí, es la verdad. Su propuesta es fantástica y hasta rompedora por momentos, y está llena de posibilidades para el retrato social y político y para la ironía más descarnada... Y se queda en lo fácil y en lo grueso.

Sí, es una lástima. De las grandes. No obstante, como he mencionado arriba, esto es algo que suele pasar en las comedias comerciales, especialmente en las estadounidenses. 

Asumido esto, tengo que repetir también que "Free Guy" es una obra estimulante: es muy divertida, muy entrañable y bastante cercana. 


Ryan Reynolds
es el culpable grande de esto: es un actor con carisma, que disfruta lo que hace, y eso se nota. Su personaje es una maravilla tanto en concepción como en interpretación. Él tiene el peso de casi toda la película y posiblemente con otro actor la cosa no se salvaría tanto y tan bien.

Los secundarios le acompañan con más que solvencia, y la trama tiene ritmo y los gags en general son buenos. Algunos se acercan a una ironía inteligente y políticamente incorrecta que se agradece, aunque la mayoría no vayan más allá. Pero cumplen en su amabilidad.

Finalmente, el mundo que propone "Free Guy" es original e interesante desde el primer momento, y los conceptos que maneja dan para pensar y para abrir debates. Es una relectura de lugares comunes muy novedosa e imaginativa. 

Es una pena que, como he dicho, todo se quede en la superficie en esta película, en lo amable, en lo esperable y en la pura concesión palomitera de andar por casa. En manos arriesgadas, esta comedia podría haber sido un genial ejercicio de reflexiones inquietantes y de ironía refinada y mensaje social. 

lunes, 30 de agosto de 2021

REMINISCENCIA. UNA PROMESA DE PARÁBOLA SOCIAL QUE ACABA EN UN NOIR FLOJO

REMINISCENCIA de Lisa Joy - 2021 - ("Reminiscence")

No he visto todavía "Westworld", serie de la que es cocreadora y productora Lisa Joy, la directora y guionista de la película que hoy comento, "Reminiscencia". Le pondré solución, espero, en breve, porque me comentan que la primera temporada es fantástica por lo menos.

"Reminiscencia" es el salto de la autora a la dirección en solitario y, la verdad, no me ha dejado satisfecho. Creo que tiene unas ideas excelentes que se quedan en una historia típica y creo que apunta altísimo y que al final dispara solamente a unos cuantos metros y se atranca ahí.

Lisa Joy propone un "noir" con un pie en lo clásico y otro en lo futurista: plantea una suerte de distopía con mensaje ecologista y social que bebe del género negro del Hollywood dorado en su ambientación, cuidadísima y visualmente preciosa. También plantea una parábola política que, por desgracia, se queda en un mero apunte.

Hugh Jackman y Rebecca Ferguson están geniales como protagonistas. Ambos se comen la pantalla y llevan el peso de una película que, si no fuese por ellos, se hundiría ya del todo a las primeras de cambio.

El guión de "Reminiscencia", para mí por lo menos, da gato por liebre. Promete la mencionada parábola política y social y se queda en una historia de amor "noir" homenaje a las historias típicas de "femme fatale" con un toque futurista y adiós muy buenas. 

Entiendo que la trama principal es la historia de amor, pero creo también que todo el contexto, que daba para muchísimo y que en los inicios tiene mucha fuerza e importancia, queda reducido a unos cuantos apuntes hechos de obviedades, con trazo grueso. Es una auténtica pena, porque su mencionada parábola queda convertida en una crítica rápida y de andar por casa.

Tampoco ayuda, pienso, la narrativa y su montaje. El guión me parece retorcido y farragoso: es en realidad más sencillo de lo que parece, pero está muy mal llevado y muy mal desplegado y desarrollado. El mentado montaje termina de destrozarlo: creo que va a trompicones y que en la parte final se va yendo de madre a pasos agigantados.

"Reminiscencia" es ambiciosa pero se queda en un apunte. Tiene potencia visual y una fotografía preciosa, pero poco más. No me ha convencido en absoluto. Quedo a la espera de ver "Westworld" de su autora.

viernes, 27 de agosto de 2021

LIBERTAD. TRES DÉCADAS DE HISTORIA FAMILIAR QUE CULMINAN EN LA ERA DE BUSH

LIBERTAD de Jonathan Franzen - 2010 - ("Freedom")

"Libertad" es la primera novela que he podido leer del norteamericano Jonathan Franzen, y me ha parecido una novela absolutamente subyugante. 

Llegó en 2010, casi diez años después de "Las correcciones", la cual no he leído pero la cual no dejan de recomendarme (fue la que le puso en el panorama de la fama: era su tercera creación literaria). Llegó también casi diez años después de los terribles acontecimientos del 11-S.

El trauma de las Torres Gemelas para los norteamericanos fue el fin de una era y el principio de otra, y en los años inmediatamente posteriores se ubica "Libertad", aunque fue realmente escrita durante el primer año de presidencia de Barack Obama. 

Si existe un libro, de los que yo he leído por lo menos, indicado para entender por completo la época de George W. Bush en los USA, es éste. Porque, además, retrata también las décadas anteriores, las que llevaron a estos convulsos Estados Unidos que en la actualidad no han cambiado demasiado.

Desde los ochenta hasta los últimos 2000 pasando por todos los años noventa, "Libertad" nos propone un periplo por la historia de una familia norteamericana de clase alta, los Berglund, y de sus más inmediatos e íntimos allegados.

Patty y Walter son el matrimonio, el centro de todo. Un matrimonio aparentemente perfecto: ella es la "ama de casa social ideal" y él es un abogado ecologista militante y célebre con contactos y proyectos grandes en su cartera política.

Alrededor de ellos orbitan sus hijos, sus otros familiares (como hermanos y hermanas, padres y madres), sus amigos más íntimos, sus compañeros de trabajo más cercanos, sus vecinos, sus amantes o las parejas de sus hijos.

Franzen articula la vida de todos estos personajes desde los mencionados años ochenta a través de retazos temporales que van saltando de un lado a otro y de un texto autobiográfico escrito por la propia Patty, que se convertirá en el carácter tal vez más básico de la trama.

A lo largo de las décadas, todos estos seres avanzarán y retrocederán en sus vidas, experimentarán triunfos y fracasos y alegrías y tristezas, y se relacionarán entre ellos. Subirán y bajarán de clase social, pasarán de la juventud a la madurez y evolucionarán con diversa fortuna y a veces incluso de forma cíclica.

Tras ellos, como telón de fondo, pero telón absolutamente imprescindible e indisoluble de sus idiosincracias, está el retrato crítico de una sociedad norteamericana que se tambalea ante un cambio radical, ante el enésimo fin de su Sueño (con mayúsculas).

"Libertad" nos habla de unas épocas concretas que, sin embargo, se tornan, como en las buenas novelas, absolutamente universales. 

Franzen pone en la picota a un país ultracompetitivo, hipócrita, enfermo de patriotismo y de soberbia pero a la vez políticamente enfrentado. Nos habla del culto a las apariencias, de frustraciones vitales y sexuales, de los costes de ascender de clase, de la ruptura generacional, de la soledad, de la depresión, de los claroscuros de la vida de los artistas, de la irrupción de la sociedad de Internet y de su revolución radical, de la falsa felicidad que es el vivir para contentar a los demás, de la distancia entre lo que se quiere ser y lo que se es, de la falsedad en la política, de la lucha ecologista, de las adicciones, de la religión, de la guerra de Iraq, de las relaciones entre oriente y occidente con la batuta de los USA por delante. 

Nada es fácil en esta obra. Como en la vida misma. Es lo que el autor quiere dejar claro. Los personajes son grises y están llenos de contradicciones. Como sus propios momentos históricos. Como la política en cualquier parte. 

Todo es complejo en "Libertad"; nada es de un solo color de forma constante. Este punto anti maniqueo es muy difícil de encontrar, y aquí se afianza y se mantiene fijo durante todo el relato. 

El estilo que cultiva Franzen es directo y rápido, a veces hasta vulgar. Reproduce el habla, pienso, de la gente normal de los Estados Unidos. Incluso fuera del diario que lleva Patty todo parece estar contando por una persona cualquiera en un bar cualquiera, o durante una barbacoa en un jardín cualquiera de una ciudad cualquiera este país.

"Libertad" es una obra universal, una obra compendio. Sus seiscientas páginas, que se leen sin perder el interés, nos hablan de todo, o de casi todo. Y lo hacen con lucidez siempre. A veces con humor, a veces con tristeza. 

El drama y la pasión se contraponen con momentos delirantes. Todo es cambio y giro constante en esta novela, que creo que permanecerá como una de las imprescindibles de la literatura norteamericana moderna. Leeré las demás de este autor, vaya que sí.

martes, 24 de agosto de 2021

CANCIÓN DE NUEVA YORK. EL PRECIOSO HOMENAJE DE MARC WEBB A WOODY ALLEN

CANCIÓN DE NUEVA YORK de Marc Webb - 2017 - ("The only living boy in New York")

"Canción de Nueva York" fue la otra película que Marc Webb dirigió en 2017 junto a la excelente "Un don excepcional". Y vuelve a ser una película absolutamente maravillosa. 

Muchos habrán notado en ella un homenaje al cine de Woody Allen: sí, lo es por completo. No solamente en la estética, y en el hecho de que esté ambientada en la ciudad de los rascacielos, y en la banda sonora escogida para la ocasión, y en el hecho, valga la redundancia, de que haga un retrato de dicha ciudad romántico y evocador: también, incluso, hay algunos actores que suele emplear Allen a menudo entre sus secundarios. 

Webb juega a mostrar directamente y a la cara sus referencias y, a la vez, sabe trascenderlas y darles la vuelta y entregarnos un drama fantástico, genial, de personajes absolutamente maravillosos que esquiva con habilidad pasmosa el efectismo y el folletín. 

"Canción de Nueva York" habla de amor y de desamor, de relaciones entre padres e hijos, de amistad y de búsqueda de la gloria literaria en un ambiente intelectual y exquisito pero a la vez con trazas "underground" en algunos personajes. 

Los diálogos son profundos y chispeantes y nunca engolados, el drama no es efectista, las relaciones entre los caracteres están perfectamente delineadas y el director nos regala algunos momentos verdaderamente emotivos y, además, un desenlace inolvidable que a muchos no ha gustado del todo pero que a mi me parece absolutamente genial y original, capaz de dar una vuelta de tuerca no sólo a la historia básica sino también a las concepciones que tenemos por habituales de lo que son las relaciones entre las personas.

El plantel de actores y actrices de la cinta está, finalmente, genial: todos y todas. Callum Turner lo clava como el joven aspirante a escritor desvalido y algo perdido que trata de encontrar su lugar en un mundo muy loco (sí, es un trasunto joven de Woody Allen, por supuesto). 

Kate Beckinsale sale de una vez de las malditas tonterías de la saga de "Underworld" y demás morralla para demostrar que es, cuando quiere, una gran actriz. Pierce Brosnan también sale de sus habituales encasillamientos repetidos y nos entrega otro papel muy destacado. Y Jeff Bridges está totalmente inconmesurable: llega a poner los pelos de punta con el que es el personaje más carismático de la obra.

"Canción de Nueva York" es un precioso homenaje al sentir de la vida neoyorkino y a los problemas cotidianos que todos tenemos. Marc Webb, ojalá sigas en esta estela. Prometes mucho.

lunes, 23 de agosto de 2021

UN DON EXCEPCIONAL. EL INFIERNO DE SER SUPERDOTADO POR MARC WEBB

UN DON EXCEPCIONAL de Marc Webb - 2017 - ("Gifted")

Marc Webb ha demostrado con sus dos últimas películas que lo suyo no fue flor de un día y que los problemas con las dos partes de ese "Amazing Spiderman" que no sirvió para nada no le han frenado en absoluto (en el sentido de que terminó siendo un dueto circunstancial para explotar a lo bestia los derechos del hombre araña de Marvel mientras llegaba el definitivo que se integraría en su universo cinematográfico en la "Civil War"). 

En 2017, nos entregó en abril "Un don excepcional", que hoy comentamos, y en agosto del mismo año "Canción de Nueva York", y en ambas lo clavó y se confirmó como un excelente director de historias de relaciones humanas. 

"Un don excepcional" va de una niña pequeña que es superdotada y que por ello las pasa putas en un entorno opresivo marcado por la tutoría de su tío, un joven un tanto perdido y con trauma a sus espaldas. 

Un realizador mediocre habría hecho una película ñoña y lacrimógena de superación barata inscrita en la ideología plasta de siempre del Sueño Americano. Webb, por suerte, no es un realizador mediocre para nada. Este filme es sobrio, coherente, lúcido, y no hace demagogia ni efectismos de ninguna clase. 

Retrata cómo el ser alguien especial supone también el vivir en un auténtico infierno, especialmente en la infancia, y a través de las visiones de varias generaciones de familiares de personas con grandes actitudes que se han visto sometidas a la tiranía de las expectativas de los demás.


Chris Evans
está genial en uno de sus papeles revelación tras sus aventuras superheróicas, al igual que la pequeña Mckenna Grace, que borda una interpretación absolutamente inolvidable que pone los pelos de punta (lo cual suele ser difícil de conseguir tanto para intérpretes tan pequeños en cuestión como para quien los guía tras las cámaras). 

Los secundarios, ídem, y además vienen en un plantel excelente de caras muy conocidas. Y la trama fluye con limpieza ejemplar hasta un desenlace maravilloso y no deja ningún cabo suelto: dibuja todo el mundo que late alrededor de la protagonista y todas las causas y consecuencias de su existencia con finura e inteligencia.

"Un don excepcional" es una película excepcional. Desde luego. ¡Muy bien hecho, Marc Webb! Mañana hablaremos de "Canción de Nueva York", que es igualmente maravillosa.

sábado, 21 de agosto de 2021

XERXES. UNA PRUEBA DE LA INEXPLICABLE DECADENCIA DE FRANK MILLER

XERXES. LA CAÍDA DE LA CASA DE DARÍO de Frank Miller y Alex Sinclair - 2018 - ("Xerxes")

Ayer, al reseñar "300", hacía referencia a la caída de Frank Miller en una decadencia como autor que creo que, por lo menos durante unos años y en bastantes de sus obras, le ha caracterizado últimamente (si es que no le sigue caracterizando todavía... Hay que estar atentos a lo que presente en el futuro).

"Xerxes", la secuela y a la vez precuela de la magistral "300", es el ejemplo perfecto de esta decadencia y de lo que supone: guiones más flojos y un dibujo que inexplicablemente ha perdido una calidad abismal.

Como he dicho, este cómic que vino justo veinte años después de su primera parte, es una secuela y también una precuela de ésta. Abarca tres momentos históricos: el pasado, el presente y el futuro. El antes y el inmediatamente después y el mucho después de la Batalla de las Termópilas.

En la primera línea temporal el protagonista es Darío I, padre de Jerjes, que lucha contra los griegos (esta vez con protagonismo principal de los atenienses) en la también mítica Batalla de Maratón. En la segunda, es el propio Jerjes, que experimenta un trauma y una transformación al ser derrotado por los mencionados griegos tras su masacre de los 300 espartanos. En la tercera, pasamos a Darío III, el último gran emperador persa de su momento, que se tiene que enfrentar nada más y nada menos que al gran Alejandro Magno.

"Xerxes" repite formato: cinco números dibujados a página doble. Por desgracia, no repite Lynn Varley al color: ahora se encarga de ello Alex Sinclair, que hace una buena labor aunque no luce por el terrible dibujo de Miller.

La secuela-precuela en cómic de "300" trata de ser una reflexión sobre el poder, sobre los imperios que se alzan y que se hunden constantemente, sobre la guerra, sobre la soberbia de los grandes hombres de estado, sobre las relaciones entre el Mundo Antiguo y nuestro mundo actual y sobre la herencia que deja el primero en Europa o en Asia. 

Mientras, volvemos a tener un retrato histórico de corte evocador y algo romántico, con mucha ficción propia de Miller de por medio. 

La cosa ahora al creador de "Sin City" le sale solamente regular: se pierde en muchos momentos en la pedantería, en la profundidad forzada, en la reflexión barroca. "Xerxes" es pretencioso y ambicioso, pero muchas veces está más vacío de lo que pretende y trata de suplir este vacío con grandilocuencia barata. 

"300" tenía muchas ambiciones, pero en general eran a nivel estético, y en esto cumplía de sobra y con esto nos quedábamos: esta secuela-precuela quiere tocar más palos y se pierde en lo retorcido o en lo, como he dicho, simplemente pedante.

El dibujo es el otro punto que termina de hundirla. No sé qué le ha pasado a Frank Miller en los últimos años, pero su lápiz creo que ha perdido calidad, garra y potencia a unos niveles que dan bastante miedo. Una cosa es que experimente (como por ejemplo en "El contraataque del Caballero Oscuro") y otra que directamente y con todas las letras dibuje mal.

Porque "Xerxes", si bien mantiene la personalidad de Miller, está mal dibujado. Indefinición, trazo pueril, pura dejadez en algunos aspectos incluso. 

Sólo hay que abrirlo desde la primera página para comprobarlo. Toda la espectacularidad preciosa de "300" se ha convertido en un batiburrillo de líneas con algunos pocos aciertos y nada más (sí, hay páginas mejores, pero son las menos y están muy lejos de las del Miller de antaño).

Es una lástima la mencionada deriva de este autor que en los ochenta y en parte de los noventa revolucionó el cómic. Creo que obras como ésta atestiguan que no está en su mejor momento ni al guión y a los lápices. Espero que cambie, porque creo que es capaz de regalarnos lo más grande.

viernes, 20 de agosto de 2021

300. LA POLÉMICA Y ÉPICA VISIÓN DE FRANK MILLER DE LA BATALLA DE LAS TERMÓPILAS

300 de Frank Miller y Lynn Varley - 1998 - ("300")

"300" vino, desde prácticamente sus primeros números, con una polémica debajo del brazo. Frank Miller fue acusado de retratar a los persas, los antagonistas del cómic, como unos salvajes. 

En 1998 quedaban todavía muchos años para que este autor que revolucionó el cómic en los ochenta se hiciese tristemente célebre por sus declaraciones sobre el movimiento que ocupó las calles de Wall Street en 2011, cuando empezaban los años más crudos de la crisis económica de 2008-2014. Estas brutales palabras le hicieron ser acusado de fascista, y pienso que con razón. 

¿Qué hay ideológicamente en "300"? No estoy seguro, la verdad. Primeramente, porque estamos, aún con todas sus licencias (que son montones) ante un cómic histórico. Se narra la mítica Batalla de las Termópilas, en la que los griegos, liderados por la polis de Esparta, resistieron heroicamente y hasta la muerte contra una fuerza persa muy superior a ellos durante la Segunda Guerra Médica.

Analizar la Antigüedad con ojos de hoy solamente nos puede llevar a debates estériles, porque la Antigüedad, con sus luces (que las tenía, desde luego, y eran muchas) era por lo general un mundo brutal y sanguinario donde las culturas se masacraban las unas a las otras. 

Los griegos eran unos salvajes, y los persas, otros. En especial, los espartanos eran los más salvajes de todos los primeros por su estricto y despiadado modo de vida. Y, sin embargo, el imperio persa, que era un faro de civilización en Oriente Medio, era también un imperio conquistador y su líder, Jerses, uno de los tantos líderes asesinos que ha tenido la historia más allá de sus aciertos como gobernante para su pueblo o sus hazañas militares. 

Genios de la estrategia y de la guerra como Alejandro Magno, Aníbal Barca o Julio César eran también auténticos sometedores y genocidas. ¿Cómo evaluamos a estas personas con la moral de nuestros días? Yo creo que lo hacemos estudiando sus papeles en la Historia de forma crítica y reflexionando sobre cómo han cambiado las sociedades.

En "300" los espartanos están retratados en parte como "los buenos" por ser los defensores, y los persas como "los malos" por ser los invasores. Y hay que decir algo: los "buenos" no son un dechado de alegría, aunque luchen por la libertad de Grecia. 

Recupero aquí las palabras del propio Miller sobre este asunto: "Los espartanos eran un pueblo paradójico. Eran los dueños de esclavos más grandes de Grecia. Pero, al mismo tiempo, las mujeres espartanas tenían un nivel inusual de derechos. Es una paradoja que eran un montón de gente que en muchos aspectos eran fascistas, pero eran el baluarte contra la caída de la democracia. La comparación más cercana que se puede dibujar en términos de nuestro propio ejército de hoy es pensar en los espartanos con capa de color rojo como si fueran nuestras Fuerzas de Operaciones Especiales. Son estos personajes casi sobrehumanos, con una tremenda ética guerrera, que eran, sin duda, los mejores luchadores en Grecia. Yo no quería hacer Esparta en términos demasiado precisos, porque en última instancia sí quiero que apoyes a los espartanos. Yo no podía mostrarlos siendo tan crueles como ellos realmente eran. Los hice tan crueles como pensaba que un público moderno podía soportar".

Creo que queda aquí explicada su visión. Desde luego, se pueden sacar conclusiones de varios tipos y calibres y pueden surgir debates de ellas, en especial viendo la deriva ideológica que el autor tomaría años después.

Dicho esto, tengo que decir que "300" me parece un cómic espectacular con todas las letras. Su formato de página doble ilustrado por un Miller en total estado de gracia y para redondear coloreado por una Lynn Varley (imprescindible) absolutamente soberbia es una obra de arte. Sin paliativos.

Cada viñeta es una delicia. Un cuadro. Un ambiente espléndidamente recreado. Un retrato que debería estar en un museo. Y luego está la acción, la dinámica, la narrativa. Desde luego, en esto Miller se acerca a lo que tuvo que ser esta cruel batalla en este oscuro desfiladero. 

"300" es un cómic corto, de cinco entregas, que se lee en una tarde. Pero es para leerlo con tranquilidad, para disfrutar de cada página, para saborear cada dibujo, uno por uno, cada soldado espartano, cada soldado persa, cada escena de lucha. Es todo una pasada. 

Y con respecto a la referida representación histórica... Pues creo que, como a tantas obras de este género, hay que tomarlas teniendo en cuenta que echan mucha mano de la ficción. Y además, ésta lo pretende por partida doble: trata de crear un Mundo Antiguo más evocador y romántico de lo que posiblemente fue en la realidad. No sé hasta qué punto un espartano usaría como la usa aquí la palabra "libertad". 

Pero todo esto no quita que "300" sea, como he dicho, una pasada. Un clásico que para muchos fue el principio del fin de la maestría de Frank Miller, que ciertamente a partir de aquí empezó a crear guiones de peor calidad e incluso a dibujar peor (cosa que me cuesta entender y que se ha podido comprobar en obras suyas posteriores). Mañana hablaré de "Xerxes", la continuación y a la vez precuela de este cómic, que es un ejemplo perfecto de la deriva en la que cayó. 

miércoles, 18 de agosto de 2021

LOKI. OTRA PROPUESTA DE SERIE INNOVADORA PARA EL UNIVERSO MARVEL DEL CINE

LOKI de Michael Waldron - 2021 - ("Loki")

Cuando he hablado en mi Twitter de esta serie que hoy comento, me han señalado muchas veces que se parece mucho (o demasiado incluso) a "Dr. Who". Me han llegado hasta a comentar que, directamente, se trata de un plagio.

Tengo que confesar que no he visto esta mítica "Dr. Who". Esencialmente por lo larga que es, por lo fragmentado que está lo que hay disponible de ella y por el lío que supone el simple hecho de ponerse a disfrutarla en un orden digno. En un futuro, espero hacerlo. Sé que es de las imprescindibles.

Dicho esto, añado que "Loki" me ha parecido una serie excelente. Esta primera temporada (porque parece que habrá segunda) arriesga con el personaje, con el universo en el que se mueve, con sus secundarios, con su estilo y con su estética.

Algo que ya hicieron "Wandavision" y "Falcon y el Soldado de Invierno" (ambas comentadas en este blog y en esta misma etiqueta). Creo que Marvel está currándose mucho su UCM en lo relativo a series: en todas ha innovado un mínimo, en todas ha apostado por algo nuevo y diferente.

"Loki" nos sumerge en un elemento que parece que va a ser clave en la nueva fase del mencionado UCM: los multiversos. Aquí, ya del todo. Más que en "Wandavision" incluso. Su propuesta es fresca, divertida, delirante también, y el mundo de tintes burocráticos y kafkianos que articula funciona a la perfección. En lo estético, también. 

Las oficinas, los archivos, los mundos paralelos, los trajes, la ambientación retro-aséptica tan firme como colorida, que lo mismo nos lleva a la ciencia ficción de auras de la Guerra Fría como al "noir" más fino (hay homenajes al cine de los hermanos Coen y especialmente a "El gran salto").

La trama cumple de sobra, por otro lado. Es interesante desde el primer momento, desde el primer capítulo, que ya supone un divertido tortazo para los espectadores. 

Está enlazada con el UCM de forma coherente, y sienta unas bases que creo que van a ser utilizadas en varias de sus películas posteriores mientras, además, lo amplía. Mezcla el drama, la comedia, la acción y hasta el thriller de una forma muy elegante y lúdica. Y viene con sorpresas, muchas sorpresas (al principio, a la mitad y al final).

Los personajes son el otro plato fuerte. Loki, en especial, se desarrolla de una forma que no habíamos visto antes. El payasete de "Thor Ragnarok" queda olvidado y el personaje sufre, tiene nuevas vivencias, tiene emociones inesperadas. Y Tom Hiddleston lo borda.

Los secundarios también lo hacen. En especial es una auténtica revelación Sophia Di Martino, que clava a un personaje del que, por si alguien no ha visto todavía la serie, no voy a decir nada. Y no puedo olvidar a un Owen Wilson absolutamente entrañable y fantástico.

Michael Waldron ha creado una mini-serie excelente, y Kate Herron la ha dirigido de una forma también excelente. "Loki" me ha parecido una delicia. Espero con muchas ganas una segunda temporada, si es que finalmente llega a tenerla, y espero también ver a este Loki por fin desarrollado en condiciones en más películas del UCM.

lunes, 16 de agosto de 2021

ARRIETTY Y EL MUNDO DE LOS DIMINUTOS. EL GENIAL DEBUT DE HIROMASA YONEBAYASHI

ARRIETTY Y EL MUNDO DE LOS DIMINUTOS de Hiromasa Yonebayashi - 2010 - ("Karigurashi no Arietti")

Con guión del propio Hayao Miyazaki y de Neiko Niwa, "Arrietty y el mundo de los diminutos", el debut en la dirección completa de Hiromasa Yonebayashi, es una adaptación libre de la famosa saga de novelas de "Los Borrowers" de la escritora inglesa Mary Norton (saga de novelas que ya ha tenido diversas adaptaciones e incluso una serie de televisión de animación y que en países como España es más conocida con el nombre de "Los Diminutos"). 

"Arrietty y el mundo de los diminutos" es una joyita de la animación. Presenta la historia de un joven que descubre que en la casita de campo en la que vive habitan también, en secreto, los seres que dan nombre al filme. 

Se desarrolla una trama de sueños y anhelos en la que se compara el mundo de los humanos con el de los diezmados "diminutos" y que sirve a Yonebayashi y a sus guionistas para hablar, una vez más, de asuntos como la ecología (cómo no viniendo de Miyazaki), el racismo, el miedo a lo diferente, la maldad humana, la utilización para fines comerciales de las desgracias de otras personas o la lucha por la conservación de las especies o de las culturas que están a punto de desaparecer (los mencionados "diminutos" viven una situación que se puede extrapolar perfectamente a la de cualquier habitante, animal o humano, de cualquier hábitat en peligro de nuestros días). 

Se presenta además una contraposición entre una raza próspera que no deja de reproducirse pero que también destruye el planeta y otra que no genera apenas nuevos miembros y, a la vez, entre un miembro de la primera raza débil y de futuro incierto y uno de la segunda lleno de vitalidad y ganas de vivir a toda costa. 

Arrietty es otra gran heroína más del panteón del Estudio Ghibli, una joven independiente que lucha por su modo de vida, que no se hunde ante la adversidad y que se enfrenta incluso a los prejuicios de miembros de su propio pequeño mundo. 

Los diálogos son precisos y lúcidos, y se tratan asuntos tan adultos como la llegada de la muerte o la enfermedad con una madurez muy destacada. 

Sobra decir que la animación es una delicia, que la fluidez es increíble, que los decorados son maravillosos (qué detalles, madre mía, qué espectáculo del deleite) y que la banda sonora es preciosa. "Arrietty y el mundo de los diminutos" es un debut excelente.