viernes, 31 de mayo de 2019

JUEGO DE TRONOS (CON SPOILERS). TEMPORADAS V Y VI: EL ASENTAMIENTO


Con el nivel por las nubes tras la tercera y, sobre todo, tras la cuarta temporada, "Juego de Tronos" consigue mantenerse en la calidad en sus dos siguientes segmentos, a pesar de que repiten algunos errores que ya se vieron en el tercero en parte: esencialmente, hay tramas muy elaboradas y otras que no están nada desarrolladas.

A pesar de esto, estas nuevas baterías de episodios mantienen en todo momento un buen nivel y están llenas de escenas antológicas, de personajes inolvidables y de giros de guión que siguen sorprendiendo tras las "carnicerías" anteriores.


QUINTA TEMPORADA

La quinta temporada de "Juego de Tronos" es algo errática y tiene tramas llevadas de forma muy irregular, pero es en general es muy interesante en muchos de sus aspectos.

Si hay algo que destaco especialmente de toda esta saga es la excelente lección que se puede extraer de lo que ocurre en Desembarco del Rey con los Gorriones. Trasunto claro de la Inquisición, toman el poder porque Cersey se lo pone en bandeja y, de un día para otro, consiguen hacerse tan fuertes que su moral rancia infecta todos los callejones de una ciudad antes libertina e incluso son capaces de separar su poder del real para no tener que rendir cuentas ante nadie.


Tanto es así que a la propia Cersey el tiro le sale por la culata y es sometida al calvario más denigrante imaginable. El fanatismo religioso puede hacerse con cualquier sociedad en cualquier momento: sólo hace falta un "click" inesperado.

Y, además, sus gerifaltes pueden ser precisamente los más humildes de la pirámide y convertirse en auténticos inquisidores morales, en monstruosos vigilantes, inhumanos o directamente resentidos en su interior y ahora amparados por "la superioridad de lo correcto" para cometer sus desmanes.


También es muy interesante todo lo que acontece en Mereen, a donde van Tyrion y Varys, que descubren junto al espectador lo difícil que es ejecutar una transición de un régimen esclavista a otro en el que la esclavitud está prohibida y que deja una guerra de clases extremadamente difícil de manejar.

Otra trama política de diez que nos recuerda que demasiadas veces no hay soluciones blancas y negras para los conflictos, incluso aunque en ellos uno de los bandos sea claramente el de los malvados (los crueles ex-esclavistas en este caso, que quieren recuperar sus privilegios a toda costa).


Todo el arco argumental que se desarrolla en el Norte es igualmente fantástica: la brutalidad de Ramsay Bolton termina de delinear a uno de los villanos más estremecedores de la serie (y miren que los hay), y la frialdad de Stannis Baratheon al someter a los salvajes y quemar a su propia hija por orden de la Bruja Roja es algo que se queda marcado para siempre.

Nunca olvidaré la escena en la que se ejecuta el asesinato de la niña, nunca. Otra versión del fanatismo religioso, desde otro prisma.


Sin embargo, sí que quedan actos heroicos frente a estos personajes, como el de Mance Ryder, que prefiere morir quemado a arrodillarse ante un rey extranjero que se lo exige por la fuerza, o los de Theon y Samsa, que tienen una suerte de principio de "reconciliación" y que son ayudados por Brienne y Podrick en su huida de las garras de los Bolton.

Por contra, también en el Norte triunfa poco a poco la tenacidad y la justicia de Jon Nieve, que ayuda a los salvajes, que dirige con justicia la Guardia de la Noche y que es capaz de inspirar valentía y fe frente a las atrocidades de los mencionados Ramsay y Stannis.


Todo culmina en otro gran capítulo de batallas: el de Casa Austera, absolutamente inolvidable, y en el que los Caminantes Blancos ya exponen abiertamente su increíble y casi imparable poder destructor masivo.

En los aspectos negativos de esta temporada, tenemos primeramente el hecho de que el arco argumental de Bran no aparece: es ignorado durante diez capítulos completos. Creo que fue un error y que se podrían haber desarrollado muchas más cosas en él.


Finalmente, queda en el tintero uno de los reinos más ninguneados de la serie: Dorne. Su desarrollo es casi cero. No sabemos casi nada de su gobierno, ni de su gente, ni de sus ciudades, ni de prácticamente nada salvo de la existencia de unas Serpientes de Arena totalmente desdibujadas que aportan bastante poco. Una lástima.


SEXTA TEMPORADA

La sexta temporada recupera muchos niveles con respecto a la quinta y se me antoja, desde la cuarta, la mejor de todas (porque las dos últimas, por desgracia, no estarían a la altura ya en muchos aspectos).

El arco de Desembarco del Rey continúa indagando en las luchas de poder que se dan alrededor de una ciudad tomada de un día para otro por el fanatismo religioso más delirante y rancio y nos sigue enseñando lo frágiles que pueden llegar a ser nuestras libertades personales cuando a un grupo de locos les da por imponer su forma de pensar por la fuerza.


Siguen también los problemas en Essos, en las tres antiguas ciudades esclavistas, donde las viejas clases altas tratan de retomar su viejo poder y donde Tyrion tiene que destapar sus esencias negociadores para pararles los pies.

Mientras, Daenerys está perdida y va a protagonizar uno de los capítulos más geniales de la serie: el capítulo en el que destruye el poder machista de los dothraki y les da una lección mortal a sus líderes conquistadores. Imprescindible.


Tiene por otra parte esta temporada dos grandes momentos: el inolvidable "Hold the door!", que nos dejó a todos estremecidos (imprescindible ver la serie en V.O. para poder captar todo su juego con el lenguaje), y la Batalla de los Bastardos, un prodigio de acción, de realismo sucio, de emoción y de clímax.

Pero para clímax, el último de los capítulos, con el retorno de Arya tras su duro entrenamiento por la puerta grande (impagable la venganza contra el asqueroso Walder Frey) y con la venganza de Cersey, que acaba con todos sus enemigos de un sólo plumazo (aunque, una vez más, el tiro le vuelve a salir por la culata).


Quiero recordar de todas formas un capítulo que me encanta: el de la reaparición del Perro. Capítulo en el que se da, en contraposición con la trama de los Gorriones, una visión positiva de la religión, que es capaz de operar cambios en algunas personas y ayudarles a redimirse (genial el personaje de Ian McShane: breve pero decisivo; un actorazo que se come la pantalla allí a donde va, serie o película).


En el lado negativo, sólo tengo que mencionar que no queda nada claro el porqué de que Jaqen H'ghar deje marchar a Arya después de haber violado los sacramentos del Dios de los Mil Rostros. 

No llega al grado del olvidado Dorne, pero Braavos es otra cultura importante, decisiva tanto en Poniente como en Essos, que aparece algo desdibujada, en especial toda esta parte de la Casa de Blanco y Negro: si no has leído las novelas, no te quedará nada clara su función.


miércoles, 29 de mayo de 2019

JUEGO DE TRONOS (CON SPOILERS). TEMPORADAS III Y IV: LA ESENCIA


Si hay dos temporadas que creo que transmiten perfectamente la esencia de lo que es, por lo menos en su mayor parte, la saga de "Canción de Hielo y Fuego", son la tercera y la cuarta. La combinación perfecta de intriga política, de batallas épicas y de aventuras.

Las dos, en especial la cuarta, están además llenas de grandes sorpresas, agradables y desagradables. Creo que la mayor parte de "traumas" para los fans se encuentran en estas dos baterías de capítulos.



TERCERA TEMPORADA

Si bien esta tercera temporada tiene algunas pegas, creo que toma perfectamente el testigo de las dos primeras para continuar desarrollando a los personajes que sobrevivieron y para introducir un buen puñado de los más carismáticos caracteres nuevos de toda la saga.

Entre las mejores tramas que en ella se narran destacaría varias. La primera de ellas, todo lo que se cuece en Desembarco del Rey, que aquí, todavía más, se convierte en la verdadera capital de las intrigas del mundo. Joffrey se vuelve un personaje aún más odioso, superándose en crueldad capítulo a capítulo, y lo mismo podemos decir de Cersey. 


Y cobra una fuerza onmipresente Tywin Lannister: personajazo donde los haya, es el verdadero dueño de Poniente en la práctica y demuestra cómo, y así ha sido en muchísimas ocasiones a lo largo de nuestra Historia, los que están detrás de los reyes-peleles son los que gobiernan en realidad.

Otra sub-trama fantástica es la de Jaime y Brienne. Aquí, ese ser despreciable que tiró a un niño por una ventana y que mató a su primo a sangre fría, experimenta el principio de un cambio sorpresivo, magníficamente estructurado y revelado en la que es una de las mejores historias de toda la serie.


También destaca la de Arya y el Perro. Otros dos personajes perdidos, destrozados por la vida, que van a desarrollar una relación especial e inesperada. Igualmente, en otro sentido, empieza la de Theon y Ramsay: momentos espeluznantes que se quedarán marcados para siempre en cualquier espectador y que, sin embargo, son el principio de otro brutal cambio que se va a operar en el descarriado de los Greyjoy.

Toda la acción en el norte que se ejecuta alrededor de los Stark, con Robb y Catelyn a la cabeza y que culminará en la brutal Boda Roja es también básica para el devenir de la trama, así como las aventuras de Daenerys en Essos y su conquista de sus sanguinarias ciudades esclavistas.


Como puntos flacos, señalo dos: los hermanos Reed no están bien delineados ni explicados. Ni sabemos por qué aparecen de golpe, ni de dónde vienen, ni qué buscan realmente en Bran. Y eso que mueven uno de los principales arcos argumentales. Si no conoce uno los libros, tendrá montones de lagunas con ambos.


Lo mismo podemos decir de la Hermandad sin Estandartes. No sabemos exactamente por qué actúa como actúa, qué ha desencadenado todo esto, quién es realmente Thoros de Myr y cuál es la esencia de Beric Dondarrion. Lo peor es que no los vamos a ver hasta dentro de un par de temporadas y pico, y para entonces casi que se nos han olvidado en gran parte.

Quitando estos dos puntos negros, la tercera temporada de "Juego de Tronos" constituye una saga fantástica que capta en sus capítulos la mejor esencia de lo que es esta variada epopeya.


CUARTA TEMPORADA

Desde mi punto de vista, es ésta la mejor de todas las temporadas. La más intensa, la que combina mejor la intriga con la acción, la que define mejor a todos sus personajes y la que tiene más sorpresas.

Todo en ella es redondo. Desde el capítulo en el que los salvajes asaltan el Muro (brutal e inmisericorde, frenético y épico) hasta el juicio de Tyrion y la traición de Shae y de toda su familia.


Jon Nieve llega a lo más alto de la Guardia de la Noche dirigiendo la defensa del asedio, el mencionado Tyrion es despojado de todo su honor y condenado injustamente a muerte por los suyos, Varys toma una decisión que lo va a cambiar todo, Ramsay alcanza el apellido Bolton por fin, Bran recibe una de sus revelaciones más importantes, Samsa comienza a abrir los ojos para bien y para mal, Daenerys se enfrenta a los problemas de gobernar un sistema que deja atrás el esclavismo, Jorah marcha al exilio, Brienne le da una paliza al Perro y Arya decide cruzar el Mar Angosto para viajar a Braavos.


También tenemos más muertes importantes que en ninguna otra temporada. Joffrey por fin recibe su merecido y es envenenado en público, Jojen Reed se sacrifica por Bran, Lysa Tully es asesinada por Meñique, Ygritte muere en un momento absolutamente terrible y le siguen varios de los amigos de Jon.

Y queda la de uno de los mejores y por desgracia más breves personajes que ha dado la saga: Oberyn Martell. Culto, refinado, pero también uno de los mejores guerreros del mundo, es ecuánime y justo a su manera y busca una venganza a la que tiene derecho pero que le va a perder. Su asesinato a manos de la Montaña ha quedado para los anales de la historia de las series.


Por supuesto, no olvido cómo Tyrion pierde por primera vez los papeles y acaba con Shae y con su padre antes de partir a Essos en busca de Daenerys. Otro momento estremecedor que se queda grabado para siempre.

Creo que esta cuarta temporada es el punto álgido de esta adaptación de la obra magna de George R.R. Martin. La quinta y la sexta mantienen el nivel, pero ninguna llega a esta redonda maestría.


lunes, 27 de mayo de 2019

JUEGO DE TRONOS (CON SPOILERS). TEMPORADAS I Y II: EL DESCUBRIMIENTO


Acaba de terminar "Juego de Tronos", una de las series más importantes de la historia. Desde "Perdidos", no había tenido ninguna otra la repercusión de ésta: esa capacidad para cautivar a audiencias de todo tipo y de toda generación. El autor de las novelas en las que se basa, George R.R. Martin, se ha transformado debido a ello en una gran estrella.

Creo que una de las grandes claves del éxito de "Juego de Tronos" radica en su capacidad para construir un retrato político perfectamente reconocible incluso en nuestros tiempos. La serie se cuece en campos de batalla y en parajes de aventura, pero también en pasillos de castillos y en salones de palacios.


Los procesos que se producen en la trama, basados en nuestra propia historia, dicen muchísimo de nuestras formas de gobierno e incluso nos dan claves para nuestro futuro.

Cómo un buen gobernante se transforma en un tirano, cómo una religión puede tomar el poder por medio del fanatismo, cómo un monarca puede ser cambiado por otro de la noche a la mañana, cómo los que están detrás de los reyes son muchas veces los que de verdad pinchan y cortan, cómo de difícil es mantener la justicia social frente a las castas acomodadas.


"Juego de Tronos" nos enseña que no existen blancos y negros puros. Todo es una escala de gris constante y no hay opciones políticas cien por cien eficaces y correctas. La ambición no garantiza nada, ni el poder desmedido, pero tampoco la bondad y la integridad. 

A veces, estar en la cuerda floja entre ambos caminos puede ser lo mejor para operar cambios o para ayudar al pueblo que sufre.


Esta serie, además, toca todos los palos de la fantasía heroica a la que estamos tan acostumbrados, pero desde un prisma comedido y "realista". Existe la magia, existen los dioses, existen los dragones, existen una suerte de "zombies" de hielo llamados Caminantes Blancos, existen gigantes, existen personas capaces de entrar en cuerpos ajenos y de animales. Pero no se abusa de ninguno de estos elementos.

Sobra decir que el aspecto técnico de la producción es impecable: la ambientación, los escenarios interiores y exteriores, el vestuario, las armas, las batallas. Todo esto ha hecho de "Juego de Tronos", con sus fallos, la gran serie que es.


PRIMERA TEMPORADA

Si algo deja claro la temporada de partida es que nadie puede ni debe acomodarse ante la trama de esta serie. Las sorpresas van a ser constantes, y también las famosas "muertes sorpresa" de personajes que han hecho célebre, con cierto cachondeo, a R.R. Martin.

Cuatro protagonistas básicos desaparecen de forma violenta cuando menos se espera: Robert Baratheon, Khal Drogo, Viserys Targaryen y Ned Stark. Unos monstruosos y terribles; otros, bondadosos y magnánimos. No hay que encariñarse con nadie en "Juego de Tronos".


Desde el primer capítulo también, con la impresionante primera conversación de Jon Nieve y Tyrion Lannister, nos damos cuenta de que los diálogos son deliciosos. Casi siempre lo van a ser. Lúcidos, críticos, llenos de dobles significados. Una maravilla.

Queda claro también otro aspecto; que la serie no es nada maniquea: los personajes, todos una bomba de carisma (hasta los secundarios) se mueven constantemente entre la maldad y la bondad, entre la justicia y la injusticia.


Algunos sí están claramente a un lado de la balanza (Jon o Viserys, o Ned o Joffrey, por ejemplo), pero la gran mayoría baila o bien por intereses o porque no le queda otra opción para sobrevivir en un mundo brutal e injusto.

Robert es un rey negligente que no quiere gobernar y que pasa de todo. Catelyn es una mujer fuerte que adora a sus hijos pero que desprecia a Jon por algo de lo que él no tiene la culpa. Jorah es un tipo simpático con un pasado repulsivo. Samsa es una pija insoportable y clasista. Cersey y Jaime son dos personajes despreciables. Y Varys y Meñique engañan muchísimo: de hecho, en un principio nos la cuelan totalmente.


En esta primera batería de capítulos se sientan las bases de lo que va a ser el resto de la serie: caracteres redondos alejados de todo maniqueísmo posible, sorpresas de guión constantes, muertes repentinas que pueden tocar a cualquiera, diálogos fantásticos y una buena mezcla de intriga y acción.

Todo ello ambientado en multitud de escenarios diferentes, desde un norte helado hasta ciudades populosas pasando por estepas salvajes y bosques intransitables.


SEGUNDA TEMPORADA

La segunda temporada, fantástica como la primera, sólo tiene un fallo: toda la parte de Daenerys en Qarth es tremendamente confusa para quien no haya leído los libros. No queda nada claro qué es esta extraña ciudad y qué ocurre en ella, ni quién es ese extraño anciano que parece ser mago, ni qué ocurre en la torre, ni qué quiere realmente Xaro Xhoan Daxos.

Creo que falta aquí mucho, pero mucho desarrollo. Sin embargo, también tiene un momento excelente: la escena en la que Daenerys visita una sala del trono de hierro arrasada por algo que puede ser tanto hielo como ceniza. Ya da muchas pistas de lo que iba a ser en el futuro.


En los aspectos buenos, esta nueva temporada trae a un buen puñado de nuevos personajes. Brienne es absolutamente genial: es la gran revelación de estos capítulos. También lo son Stannis, la Bruja Roja y Davos: un trío fantástico para una línea argumental que desemboca en una de las mejores escenas de batalla de la saga; la Batalla de Aguas Negras (de diez toda su ejecución).

También se siguen desarrollando los que ya conocemos. Theon Greyjoy se convierte en un monstruo patético. Tyrion y Varys van desvelando sus esencias, y Meñique también, aunque sean de otro tipo. Arya y Samsa se enfrentan a todo tipo de traumas y Joffrey se vuelve todavía más odioso (y miren que era difícil). Y Jon viaja al norte y conoce a los salvajes y a Ygritte, su primer amor.


También Catelyn y Robb Stark protagonizan una de las mejores tramas: la de su asentamiento en el norte. Y Cersey y Jaime siguen siendo unos tipos despreciables, pero ya vamos sabiendo por qué. Mientras, van prometiendo otros personajes como Tywin Lannister y nos quedamos con un palmo de narices cuando Renly Baratheon, uno de los pocos candidatos a reyes que prometía no ser un completo tirano, muere de repente.

También en esta temporada queda claro algo importante y que va a marcar a toda la serie: "Juego de Tronos", a pesar de ambientarse en una Edad Media fantástica con toques renacentistas, no es machista.


Las mujeres sufren, como los hombres, pero muchas de ellas son poderosas y luchan en un mundo que no las respeta y, lo que es más importante, acaban venciendo (si no ahora, sí en futuras temporadas).

"Juego de Tronos" es una de las series que cuenta en su colección de personajes con más mujeres empoderadas de la historia.


domingo, 26 de mayo de 2019

BAMBI. LA FÁBULA ECOLOGISTA DE LOS PRIMEROS TIEMPOS DE WALT DISNEY


Desde mi humilde punto de vista, la primera película de "narrativa clásica" de Walt Disney absolutamente redonda es la quinta de su cánon oficial de largometrajes: "Bambi". 

"Blancanieves y los Siete Enanitos" y "Pinocho" son dos maravillas legendarias de la animación pero sus mensajes morales chirrían hoy bastante (sobre todo la pesadilla que es la segunda de ellas, orientada a aterrorizar a los niños para que se porten bien), mientras que "Fantasía" queda excluida por ser una colección de piezas musicadas y "Dumbo" presenta una animación de ligera menos calidad que la de los cuatro filmes antes mencionados y también incluye arengas destinadas a asustar a los infantes del momento.


"Bambi", basada en el cuento "Bambi, una vida en el bosque" del austriaco Felix Salten, es otra historia de superación personal pero que se aleja, por lo menos según yo lo entiendo, del rollazo del "American Way of Life" que sueltan otras películas de la factoría.

Su mensaje de superación, unido a los ya clásicos de exaltación de la familia y la amistad, es claro y transparente y huye con limpieza del discursito encubierto que sí tienen, por ejemplo, los mentados "Pinocho" o "Dumbo".


Por otra parte, cobra vida por encima de todo esto otro mensaje: el de la defensa de la naturaleza; el filme no escatima en mostrar al hombre como el peor de los animales; el diabólico ser que mata por placer, por simple diversión.

Y es que "Bambi" es una fábula ecologista total y absoluta: sigue el ciclo de la vida para mostrar la historia de un ciervo cuya infancia es destrozada por los cazadores que matan a su madre (¿Quién no ha llorado a cualquier edad con esta escena que tiene un hueco clave en la antología de la historia del cine de todos los tiempos?) y que aprende a amar a su hábitat y a defenderlo de sus enemigos sin por ello endurecerse o caer en la amargura o en el odio (el mensaje optimista es fortísimo en este filme).


"Bambi", muchas décadas antes, recuerda a uno de los habituales filmes ecologistas del maestro japonés Hayao Miyazaki: el bien triunfa con una naturalidad pasmosa y lógica y hay un claro mensaje a favor de la vida en comunión con la naturaleza y de respeto por todos los seres vivos (en especial aquí por los animales, lo que ya se había visto en "Dumbo" y que se vería también en otras cintas míticas como "La Dama y el Vagabundo" o "101 Dálmatas").

Incluso es éste uno de los filmes más minimalistas de la compañía de Walt Disney: tiene muy pocos diálogos y se recrea pausadamente en muchos de sus segmentos en la belleza del bosque, de las praderas, de las montañas y de las existencias armónicas de sus moradores.


Y no puede faltar, por supuesto, la animación esplendorosa a la que este estudio ya tenía acostumbrado a su público en aquella década de los cuarenta, sus delicados paisajes, el encanto y la personalidad de sus dibujos.

"Bambi", que además equilibra perfectamente el humor, la aventura y el romance, es una película del todo imprescindible que no ha perdido un ápice de calidad y cuyo mensaje, por desgracia, sigue bien vigente.


jueves, 23 de mayo de 2019

EL CASTIGADOR: EL PELOTÓN. GARTH ENNIS VUELVE A "PUNISHER MAX" CON SU PRECUELA


EL CASTIGADOR: EL PELOTÓN de Garth Ennis, Goran Parlov y Jordie Bellaire - 2017 - ("The Punisher: Platoon")

Inauguré la sección de cómics de este blog con "Punisher Max", la relectura de Garth Ennis del mundo del mítico antihéroe de Marvel en un universo alternativo y realista en el que exploraba con ojo agudo la geopolítica del planeta en las últimas décadas.

Ahora, se publica la precuela de esta serie, también de Garth Ennis y de uno de sus dibujantes, Goran Parlov, en la que vuelven diez años después del cierre de aquella para narrar la historia de Castle en Vietnam justo antes de que se convirtiese en el principio de máquina de matar que sería después.


"El Castigador. El Pelotón" explora los primeros tiempos del personaje en esta realidad alternativa por medio de otro personaje, valga la redundancia, conocido de la saga original (no revelo quien es: tienen que descubrirlo ustedes). Éste se reúne con cuatro supervivientes del pelotón del futuro Punisher para que le cuenten lo que vivieron junto a él.

La visión poliédrica de todos, que aporta pequeños pero significativos detalles constantemente sobre la configuración del mito, permite, por supuesto, poner en la picota una vez más aquel gran y traumático fracaso norteamericano que fue la Guerra de Vietnam.


Hace Ennis, además, algo genial: también pone a su personaje a entrevistarse con un viejo alto mando vietnamita, uno que se enfrentó al pelotón de Castle, para narrar la visión de la contienda desde el punto de vista del otro bando, igualmente brutal.

El mundo de dolor, sangre, soledad, muerte e injusticia que se perfila es el que conocemos de tantas narraciones sobre esta terrible contienda y enlaza con el principio y el final de la mencionada "The Punisher Max", que está unida a esta guerra con un cordón umbilical irrompible.


El dibujo de Goran Parlov no decepciona: es preciso y precioso, simple y detallista, extremadamente realista. La documentación de Ennis tampoco: es hoy uno de los autores del mundo del cómic que más se ha preocupado por ajustar las cuentas con el horror de las guerras a través de sus revisiones en la ficción.

"El Castigador. El Pelotón", corto, conciso, directo, violento, es, además de una precuela fantástica sobre un Frank Castle casi irreconocible que todavía no sabía lo que era matar a una persona, otro retrato sin concesiones de la soberbia estadounidense y de su locura bélica. Imprescindible.

lunes, 20 de mayo de 2019

EL RUIDO Y LA FURIA. CUATRO VOCES, MUCHOS ESTILOS, MUCHOS DILEMAS


William Faulkner es un autor, a veces, extremadamente difícil de abordar. Sin embargo, es también, siempre, extremadamente estimulante. Porque es de esos escritores que han sabido aunar sin fisuras experimentación, perfección narrativa y temática comprometida con la realidad más inmediata.

"El ruido y la furia", su cuarta novela, publicada en 1929, es un ejemplo perfecto de las virtudes de este literato norteamericano incombustible.

Como en tantas de sus creaciones, retrata la decadencia y la podredumbre del sur profundo de los Estados Unidos, el lugar en el que vivió casi toda su vida y que le sirvió para inspirar el condado en el que transcurren muchas de sus obras: Yoknapatawpha County.


Este lugar, que influyó muchísimo en la creación del Macondo de Gabriel García Márquez, es un espacio cerrado, férreamente local, pero que precisamente por este localismo llega a alcanzar la categoría de global.

Yoknapatawpha es una representación simbólica y metafórica de los USA contemporáneos del escritor, como lo es el mencionado Macondo de la Colombia del creador de "Cien años de soledad".

"El ruido y la furia" es una novela polifónica: cuatro narradores nos dan su punto de vista de un asunto. El fondo: la caída de una vieja familia de orígenes aristocráticos, los Compson, una sombra lánguida de lo que fueron en su pasado glorioso.


El reto de esta novela radica en que la primera voz a la que nos enfrentamos es la de Benjy Compson, uno de tres hermanos que cuentan la historia y que muestra síntomas claros de retraso mental y autismo. Su mundo se basa en las percepciones, en las sensaciones, y el lector tendrá que entrar en él y descifrarlo.

Luego, llegan los otros dos: Quentin, el más inteligente de ellos, que vive atormentado en la Universidad de Harvard, y Jason, un empresario frío y brutal, sin muchos escrúpulos, que busca la riqueza a toda costa.


La realidad de la familia ha de ser reconstruida por medio de tres voces totalmente dispares, pero que precisamente por ello crean un universo caleidoscópico fascinante, lleno de detalles y de sugerencias.

No acaba aquí la experimentación, porque la cuarta y última narradora (en tercera persona ahora) es una mujer: se trata de Dilsey, la sirviente negra de la casa, que es precisamente el personaje con más fortaleza, más encarado al futuro, más resistente y optimista incluso, y el que se percata de todo lo que late alrededor de los Compson.


Queda un quinto carácter, también mujer, que según muchos es la heroína real de la historia, pero que no tiene su propia voz y que ha de ser construida por medio de las de los otros cuatro: Caddy, la hermana de Benjy, Quentin y Jason, personaje fascinante y lleno de secretos que articula a los demás.

En esta novela, el libre fluir de conciencia, la superposición de pensamientos y de voces, se codea, además, con saltos en el tiempo. La labor de Faulkner es absolutamente titánica.


Los asuntos, los que se repetirían en muchas obras posteriores del autor y otros que venían ya de las tres anteriores: la decadencia del sur profundo, la caída de los viejos y caducos valores, la hipocresía, el machismo, el racismo, la frustración vital y sexual, la violencia atávica, los prejuicios, la asfixia de los pequeños condados donde las apariencias son una religión.

"El ruido y la furia" es un reto. Un reto fascinante, poliédrico, estimulante como pocos: un rompecabezas maravilloso que merece muchas, pero muchas, muchas lecturas.