sábado, 29 de febrero de 2020

LOS NIÑOS DEL MAR. UN PRECIOSO SOPOR QUE NO VA A NINGUNA PARTE


LOS NIÑOS DEL MAR de Ayumo Watanabe - 2019 - ("Kaiju no kodomo")

"Los niños del mar" está basada en el manga homónimo de Daisuke Iragashi. No he leído nada de él, pero no paro de leer, valga la redundancia, que es uno de los autores más personales de Japón.

Digo esto porque es importante señalar que posiblemente, de conocer su versión de las viñetas, mi opinión sobre esta película habría sido bastante diferente.

Esta cinta, visualmente preciosa, es un canto ecologista al respeto por la naturaleza y por los animales ambientada en el medio marino. El cómic, también, al parecer. Sea como fuere, dicho cómic tiene cinco tomos y su adaptación dura un poco menos de dos horas.


Lo cierto es que no me enterado de nada de esta película de Ayumo Watanabe, especialista en adaptar obras de otros autores. Pero de nada, de nada, de nada.

Sí, hay un mensaje básico que está ahí y que es evidente: el ecologista, el mencionado. También, algunos sobre la incomunicación, sobre la unión de la familia, sobre el perdón y sobre la superación. Pero todo está tan difusamente expuesto y narrado que resulta imposible conectar con nada de lo que se propone.


La primera parte del filme tiene un cierto sentido: se presentan a unos personajes, se presenta una pequeña ciudad marítima, y aunque algunos de estos personajes aparecen de forma algo atropellada, hay un sentido narrativo.

Luego, todo se le va de las manos al director. Empiezan a suceder cosas que no sabemos de dónde vienen, los personajes comienzan a actuar de forma inexplicable, y la metáfora visual y el simbolismo se meten en la trama arrasando con todo y estamos de repente y sin darnos cuenta en una especie de videoclip que parece sacado de la publicidad de un centro de espiritualidad.


Y ya a partir de aquí todo pierde el sentido. El espectador se sumerge en un batiburrillo de escenas inconexas y de frases supuestamente trascendentales pero desligadas de todo que se vuelve verdaderamente infumable. Porque además es largo, largo, largo: se come la última media hora de la película.

Cuando "Los niños del mar" termina, se queda uno con cara de tonto, pensando en qué leches le han contado y en qué leches ha perdido dos horas de su vida.

Visualmente, es preciosa, eso sí, como he señalado. La animación, los escenarios, el trato de la luz. Todo. Pero eso no salva a un conjunto que no es más que una plasta soporífera de hechos inconexos incapaz de llegar a nadie. Espero poder leer algún día el manga y olvidar esta invitación a dormir una siesta demoledora.


viernes, 28 de febrero de 2020

POR UN PUÑADO DE DRACMAS. UN GENIAL WESTERN EN LA ANTIGUA GRECIA


A un pueblo en peligro llegan unos samuráis y... A un pueblo en peligro llegan unos pistoleros y... A un pueblo en peligro llegan unos caballeros y... Y a un pueblo en peligro llegan unos hoplitas y...

El nombre de este cómic no es casualidad. "Por un puñado de dracmas" hace referencia a ese genial western, a estos geniales westerns en los que unos desconocidos llegan por alguna razón a una población apartada y hostil a la que revolucionan de una forma u otra.


El dibujante y guionista Iván García y la dibujante y pintora Ruth O'Leary nos acaban de regalar un cómic que me ha parecido una joyita de la diversión y del buen hacer.

Viajamos a la Antigua Grecia, al momento en el que la brutal Guerra del Peloponeso acaba de terminar, lo cual ha dejado a numerosos hoplitas sin trabajo y teniendo que ganarse la vida como mercenarios en diversos conflictos menores o cotidianos.


En este ambiente, un soldado ateniense, Proteas, y un soldado espartano, Leotiquidas, se encuentran en una pequeña y apartada ciudad del Epiro, una de las regiones más agrestes y peligrosas de toda Grecia, en la que un misterioso y terrible león está matando poco a poco a sus vecinos.

"Por un puñado de dracmas" nos lleva a un terreno conocido (el western, el filme de samuráis, la "buddy-movie" incluso) pero a un ambiente que no ha sido especialmente retratado, ni siquiera en el cine: la Antigua Grecia profunda.


Aquí es donde cobra la fuerza el dibujo de García y el color de O'Leary. Lejos del esplendor de Atenas, pero también del ascetismo de Esparta, viajamos a una poli que está entre los dos mundos y en la que convive la riqueza de las clases altas con la pobreza de las bajas.

El retrato de la época es realista y exquisito, y el color ajustadísimo al tono transpira todo esto. Las polis griegas son casi pueblos, con calles destrozadas junto a acrópolis imponentes, con casas de vecinos cutres junto a templos suntuosos. Tenemos fiestas refinadas en las que se bebe vino y peleas de tabernas; tenemos nobles afectados y pícaros de toda clase. Así debió ser el Mundo Antiguo, no tan diferente del de hoy.


Iván García mezcla la aventura, la comedia y el drama, y lo hace por medio de una trama llena de ritmo y de unas magníficas escenas de acción.

Los personajes son además muy, muy carismáticos. No sólo los dos protagonistas, sino también los villanos (que guardan giros interesantes) y los secundarios (en especial, destaco el contrapunto de picaresca del esclavo de Proteas, Bomoloquio, que aporta constantemente acertados comentarios humorísticos).

"Por un puñado de dracmas" es un cómic excelente. Imaginativo, divertido, original, y con un apartado gráfico y un color del todo magníficos. Muy recomendable.


jueves, 27 de febrero de 2020

SONIC, LA PELÍCULA. MUY POR ENCIMA DE OTRAS ADAPTACIONES DE VIDEOJUEGOS


SONIC: LA PELÍCULA de Jeff Fowler - 2020 - ("Sonic The Hedgehog")

En general, y salvo honrosas excepciones (y son pocas), las películas basadas en videojuegos no han destacado nunca por ser buenas. Muchas no llegan ni siquiera a ser "aceptables".

"Sonic, la película", de Jeff Fowler, sorprende porque es una adaptación más que notable de las aventuras de la mítica mascota de Sega.

Ojo, digo que es más que notable porque estamos hablando de una película que es para niños, que cumple con lo que le promete a este público y que no tiene ninguna pretensión más allá de este objetivo.

Podríamos pedir un "Toy Story" o un "El castillo ambulante", o un "Cómo entrenar a tu dragón" o un "El niño y la bestia". Películas para niños y para adultos que cautivan a una generación tras otra. No estamos ante este tipo de obra, pero también tenemos que recordar que muchas de las que están orientadas para el público más pequeño no llegan ni siquiera a cautivar a este público, al que de antemano sus artífices consideran tonto o poco exigente.

"Sonic, la película", se pasa bastante por el forro el videojuego que adapta. Se basa en ese rentable punto de partida que tantas veces se usa con estos personajes: llevarlos a nuestro mundo humano. Se consigue así que empaticemos más con el conjunto y se emplean menos recursos en representar un universo a menudo fantástico y muy rico. 


Sin embargo, hay que decir que también y a pesar de esto juega bien con los tópicos de su saga y es básicamente fiel tanto a la estética como a los personajes originales (y además, trae alguna sorpresa).

La trama es típica y predecible, y plana, pero lo cierto es que sus escenas de acción divierten y su humor no resulta estúpido. También es una película corta y frenética, que no aburre en ningún momento.


Jim Carrey como Dr. Robotnik está excelente, además, y es la verdadera estrella de la película. Sabe reírse de sí mismo y de los villanos de opereta e interpretar un papel extremadamente carismático y muy gracioso.

Si hubiese visto este "Sonic" con nueve o diez años, habría pasado una tarde inolvidable en el cine. Creo que eso es también importante a la hora de valorar este tipo de películas. En este caso concreto, estamos ante una de las más destacadas de su "género".


lunes, 24 de febrero de 2020

MEMORIAS DE UNA GEISHA. UN PASTICHE DE JAPÓN MADE IN HOLLYWOOD


Después de rodar el musical "Chicago", Rob Marshall realizó esta polémica película basada en el best seller homónimo de Arthur Golden.

Inspirada en las más esplendorosas cintas de los grandes clásicos hollywoodienses, al igual que la mencionada "Chicago" (a Marshall le encanta el homenaje estético a estos clásicos y a los del cine europeo: lo volvió a demostrar en "Nine"), "Memorias de una geisha", para unos buena y para otros horrible, presenta una historia de rasgos intimistas sobre el mundo de las geishas en el Japón de la primera mitad del siglo pasado que comete el error de inventarse un montón de cosas sobre este mundo.


¿El objetivo? Transformar lo que debería haber sido una historia típicamente japonesa en una historia típicamente americana en la que no falta incluso una escenita de corte musical y de cierto aire cabaretero-oriental (muy bonita, por cierto, a pesar de lo descolcoada que está).

Bueno, es ciertamente muy criticable este hecho, del que viene la mencionada polémica, más alimentada por el hecho (valga la redundancia) de que la mayor parte del elenco femenino de la película no es japonés, sino chino, lo que en su día generó hasta disputas entre internautas de ambos países por sentimientos nacionalistas, por confusiones entre las definiciones exactas de geisha y prostituta y por el recuerdo de las masacres japonesas en China durante la Segunda Guerra Mundial.


Polémicas y líos aparte, pienso que es cierto que "Memorias de una Geisha" es también como he dicho un homenaje al cine clásico de Hollywood, como lo era "Chicago", y en el que prima tal vez el aspecto estético, primorosamente llevado y cuidadísimo, con unos escenarios portentosos y evocadores, una fotografía brillante y un vestuario lleno de colorido y detalles. 

No se puede negar que muchas partes del filme son un pastiche con estilo... Pero tampoco tiene prestensiones de ir más allá, y no es perfecto por centrarse más en la forma que en el fondo pero tampoco se trata de una cinta deleznable. 


Está claro que si quiero ver películas de geishas con veracidad me voy a poner a ver, por poner un ejemplo, las de Kenji Mizoguchi, y no una americanada exótica, pero la verdad es que el segundo filme de Marshall no tiene como he dicho muchas pretensiones más allá de su orfebrería visual y, por otra parte, su historia está bien llevada, con ritmo, mientras que sus personajes interesan con solvencia y están muy bien interpretados por un reparto excelente (Zhang Ziyi, Gong Li, Michelle Yeoh, Ken Watanabe... queda todo dicho).

Hay muchas películas que son divertidas y que incluso llegan a ser buenas y que se inventan parcial o completamente su trasfondo histórico o cultural, y aunque "Memorias de una Geisha" no es la octava maravilla tampoco es un filme que de vergüenza, que aburra o que insulte a la cultura japonesa (pienso) a pesar de sus muchas imprecisiones.


viernes, 21 de febrero de 2020

OTELO. ORSON WELLES VUELVE A SHAKESPEARE POR LA PUERTA GRANDE


Después de su excelente versión de "Macbeth", Orson Welles repetía con su amado William Shakespeare y adaptaba otra de sus grandes obras, "Otelo".

Lo hacía, de nuevo, asediado por la falta de dinero y también de apoyo de productores potentes y se veía obligado una vez más a rodar en espacios reducidos en los que debía recrear supuestos grandes escenarios con medios técnicos exiguos.

A pesar de todo, entregó otra vez una obra genial. Pocos directores saben rodar una tragedia de este calibre en un, como he dicho, espacio tan pequeño y tan "cutre" (porque lo es, otra cosa es que Welles lo aproveche tanto y tan bien), usando con tal maestría el plano cerrado y la posición de los actores (al parecer por problemas técnicos hasta tuvo que verse obligado a grabar sonido e imagen por separado y por ello hubo de colocar a los intérpretes en muchas escenas de espaldas).


En fin, todo lo que tuvo que enfrentar en la mencionada "Macbeth" tuvo que enfrentarlo de nuevo aquí, y consiguió salir airoso como sólo un grande puede hacerlo.

"Otelo, el moro de Venecia", una de las obras más revolucionarias de William Shakespeare por presentar a un personaje "moro" (como el propio nombre de la obra indica) alejado de los estereotipos que primaban en la época en Europa (los personajes de piel oscura o relacionados con otras culturas o religiones solían ser villanos y malas personas "porque sí"), es llevado al cine con una gran fidelidad por el director de "Ciudadano Kane", que se reserva una vez más el papel principal y que lo interpreta como siempre, de forma soberbia y comiéndose la pantalla ya simplemente con su portentosa presencia. Los demás actores y actrices también están absolutamente inolvidables.


"Otelo", perfectamente rítmico, con garra de principio a fin, con un drama lleno de potencia, despliega con maestría y sin faltar en ningún momento a su espíritu la tragedia original de Shakespeare.

El asunto principal es el de los celos y la desconfianza, que transforman el amor más bello en puro odio y en miedo que se transfigura en terror total, pero alrededor de dicho asunto pivotan otros como la manipulación, el machismo o el racismo, algo verdaderamente, pienso, revolucionario en una obra que fue escrita alrededor del año 1603.


Los diálogos y la caracterización son un portento y complementan una de las mejores tragedias inspiradas en creaciones shakesperianas nunca llevadas al cine. Y van.

Este escritor inglés le debe bastante a directores como Orson Welles, embajador total de su universo en su paso al celuloide, o a Kenneth Branagh, Laurence Olivier o Akira Kurosawa. No se pierdan bajo ningún concepto este fabuloso "Otelo".


jueves, 20 de febrero de 2020

RAPACES. VAMPIROS DE LOS AÑOS NOVENTA PRIMOROSAMENTE DIBUJADOS


Jean Dufaux es uno de los más afamados escritores de cómic de Bélgica, famoso por crear historias habitualmente oscuras y con atmósferas morbosas, cargadas de sexo a menudo. Su personaje más famoso es Jessica Blandy, protagonista de la serie del mismo nombre.

Ha incursionado en varios géneros pero prevalecen en su obra el thriller, el histórico y el fantástico. Son muy renombradas, además de "Jessica Blandy", "El bosque de las vírgenes", "Djinn", "Murena" (otra de sus creaciones más célebres) o "Crusade".


El italiano Enrico Marini es uno de los dibujantes de cómics más magníficos del actual panorama europeo, famoso por el arte de obras como "Gipsy" o "El Escorpión" y que también ha escrito y a la vez dibujado cómics propios como "Las Águilas de Roma".

"Rapaces" es una obra conjunta de ambos en la que los protagonistas son los vampiros. Se publicó desde 1998 hasta 2003 en cuatro tomos y es una creación con un guión bien hilado, sin grandes sorpresas, pero que entretiene de principio a fin y que, sobre todo, está espléndidamente dibujada.


Me recuerda mucho este cómic, que mezcla el terror, el "noir" y la pura aventura, a la visión que sobre los vampiros estaba de moda en la segunda mitad de los años noventa: la del juego de rol "Vampiro: La Mascarada". También tiene inspiraciones claras en conceptos como el de "Blade", el cazador de Marvel.

Los chupasangre aquí son seres que manejan a la humanidad en la sombra, refinados unos y brutales otros, y que tienen habituales guerras entre ellos. Por supuesto, se están debilitando: aunque son más fuertes que los humanos, cada vez parecen ser más vulnerables a los viejos miedos que habían superado, como la cruz cristiana o la luz del sol.


En este ambiente, tenemos una detective protagonista que empieza a hilar pistas que la llevan a descubrir su existencia. La rodean secundarios bien delineados, como otro detective o como un extraño vampiro que parece ser heredero de una gran leyenda.

"Rapaces" destaca sobre todo por su ritmo y por sus escenas de acción. Su trama puede ser predecible y la verdad es que tiene bastantes tópicos, pero también contiene giros muy interesantes y todo en ella está bien integrado y con coherencia.


Es sin embargo lo que más destaca en este cómic el dibujo de Marini. Esplendoroso es decir poco. Cada viñeta es un cuadro precioso. Una explosión de color y de carisma al lápiz. Sólo por ello, merece la pena disfrutar de esta obra.

Detenerse en cada cuadro de "Rapaces" no solamente es fácil, sino que es imprescindible para disfrutarla al cien por cien. Es una auténtica delicia, repito.

Tal vez, y no siendo mala en absoluto, no sea ésta la mejor obra de Jean Dufaux, que es un guionista bastante irregular, todo sea dicho (si me tengo que quedar con alguna de las obras suyas que he leído esa sería "Murena", aunque todavía sigue abierta) pero sí es una presentación excelente para Enrico Marini, el que verdaderamente brilla en ella.


martes, 18 de febrero de 2020

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS. OTRA ADAPTACIÓN POLÉMICA DE WALT DISNEY


Según he leído, Walt Disney, antes de comenzar con su propio estudio de animación, había realizado cortometrajes en los que mezclaba los dibujos con la acción real basados en las aventuras de la Alicia de Lewis Carroll. 

Estos cortometrajes fueron evolucionando hasta transformarse en la serie "Las Comedias de Alicia" y llegaron a ser un total de 41, producidos entre 1923 y 1927, los cuales le dieron fama suficiente al revolucionario creador para embarcarse en otros proyectos como las primeras aventuras de su querido ratón Mickey. 


Disney incluso llegó a plantearse el hacer de "Alicia en el País de las Maravillas" su primera película larga de animación, aunque finalmente fue "Blancanieves y los Siete Enanitos".

Era de esperar que en los años cincuenta, con la crisis que el estudio atravesó durante la Segunda Guerra Mundial por fin cerrada y con el retorno al éxito gracias a "La Cenicienta", el artista hiciese por fin su ansiado largometraje, que, sin embargo, no cumplió con las expectativas comerciales y críticas que se esperaban.

Para empezar, su recibimiento en taquilla fue bastante frío (aunque no llegó a ser un fracaso absoluto), y los críticos (sobre todos los británicos) la destrozaron sin piedad y acusaron a sus animadores y a Disney de no ser fieles al espíritu de la obra de Carroll y hasta de "americanizar a un personaje inglés". 


De hecho, este filme nunca más fue reestrenado en cine mientras el propio Disney vivió, y no fue repuesto hasta la época en la que la televisión llegó a los hogares.

No soy un experto de la obra de Lewis Carroll y no me voy a poner a disertar aquí sobre ella, especialmente porque hay miles de interpretaciones de las aventuras de su Alicia y porque, por otra parte, la propia película de Walt Disney ha suscitado muchas completamente enfrentadas y ambiguas.


Y es que en "Alicia en el País de las Maravillas" de 1951 la crítica al capitalismo que muchos ven en la parábola de las ostras (no estoy tan seguro yo de ella, pero la comento porque muchos la ven así) se combina con el mensajito moral tradicional marca de la casa que exorta a los niños a portarse bien para no acabar perdidos como la desobediente Alicia, que no quería escuchar a su hermana mayor y estudiar "como una buena señorita debe hacer".

Mientras, a la vez se critican en el filme los desmanes de los poderosos en toda la parte de la Reina de Corazones (otros ven este mensaje aquí) y se hace una suerte de divertido elogio de la locura anárquica en todas las escenas del Feliz No Cumpleaños. 


En fin, la película, como la obra de Carroll, es muy compleja, más de lo que parece, y no es en absoluto para niños, ya que contiene además pasajes verdaderamente siniestros, una pizca de humor negro, unos personajes que dan bastante mal rollo (incluso los supuestamente bondadosos) y en conjunto se trata de uno de los filmes más kafkianos de la historia del cine.

Más de 750 artistas trabajaron durante dos años en esta película dirigida por tres directores y que adapta tanto "Alicia en el País de las Maravillas" como "Alicia a través del espejo".

Imagino que las críticas de los amantes de la obra de Carroll son justas en el sentido de que es bastante difícil adaptar ambos libros y en apenas 75 minutos, el canon de las películas animadas de la época.


A todos los pasajes que deben faltar hay que sumar que el filme es en líneas generales bastante errático y parece no ir a ninguna parte, aunque por otro lado es toda una delicia del surrealismo y de la psicodelia y también tiene su gracia este erratismo.

En la animación es desde luego impecable: es una maravilla, todas las escenas están llenas de detalles fantásticos, los escenarios son completamente soberbios y evocadores y la galería de personajes es una de las mejores de la factoría de Disney.


Para los anales han quedado el Conejo Blanco, la Liebre y el Sombrerero Loco, y la Oruga, y el Dodo, y las cartas soldado y, sobre todo, el Gato Risón y la Reina de Corazones, dos de los personajes más emblemáticos del estudio de Walt y dos de los que más mal rollo dan.

Porque, insisto, "Alicia en el País de las Maravillas" no es una película para niños, como tampoco lo era por ejemplo el cuento casi de terror que es "Pinocho".

Es muy dificil realizar una crítica justa de esta película, pero sí recomiendo que la vean porque, desde una visión adulta, resulta estimulante y da para muchas horas de debate, a pesar de sus problemas evidentes (adaptación fallida y erratismo narrativo sobre todo). Una de las películas más extrañas de Disney y de la historia de la animación es, desde luego.


lunes, 17 de febrero de 2020

BATMAN: ARKHAM ASYLUM. EL BATMAN ALUCINÓGENO Y ONÍRICO DE GRANT MORRISON



BATMAN: ARKHAM ASYLUM de Gran Morrison y Dave McKean - 1989 - ("Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth")

Una de las obras más aclamadas tanto de Grant Morrison como de Dave McKean, así como de la franquicia de Batman en general, es "Batman: Arkham Asylum". A nivel argumental y a nivel estético.

Grant Morrison, alternando constantemente entre sus creaciones propias de corte independiente y sus trabajos para personajes de ficción famosos, nos regala aquí uno de los retratos del hombre murciélago más personales de toda su historia, retrato que para algunos críticos ha sido tan básico para su universo como el de "La broma asesina" de Alan Moore.


Es curioso que ambos autores, que además llevan décadas enfrentados (su rivalidad es tan legendaria que incluso se han escrito ensayos sobre ella), afronten a la figura de Batman en sus aportaciones principales sobre ella desde el prisma de la locura.

Porque "Arkham Asylum" enfrenta, como la obra mencionada de Moore, a Bruce Wayne con dicha locura. Capitaneados por el Joker, que aquí, como en "La broma asesina", tiene un papel básico, los internos del manicomio de Gotham se han rebelado y han tomado el edificio.

Cuando Batman acude, se encontrará con un ambiente alucinógeno y delirante, oscurísimo, en el que tendrá que enfrentarse una vez más a sus peores miedos y a algunos de sus peores enemigos.


La narrativa de este cómic es conscientemente plomiza y dura: Batman parece por momentos abúlico, como si estuviese dentro de una obra de teatro ya conocida o dentro de un sueño. Interactúa con sus enemigos como en una conversación amenazante pero inofensiva a la vez, y pelea como si le pesase la capa, como si estuviese debilitado de antemano.

El lector siente lo mismo que él. El ritmo es denso y la trama casi psicodélica, y el aspecto visual de la obra, inolvidable, termina de crear esta sensación de que se está dentro de una pesadilla.


Porque lo visual en este cómic es sencillamente único. Dave McKean, en su estilo de trabajo artesanal, crea una obra de arte en cada viñeta. Es imposible no detenerse ante el dibujo, los colores, la concepción expersionista, oscura y retorcida, de un mundo conocido como es el de DC.

Se mezclan además con los dibujos, como es habitual en muchos de sus trabajos, la fotografía y el collage, que vienen unidos a la imagen como parte indisoluble de ella y que otorgan una sensación de que cada página es palpable, de que está en relieve.


También me parece una maravilla su versión del Joker: es, como bien han apuntado muchos, absolutamente satánica. Parece un Mefistófeles enloquecido, un presentador de teatro de variedades. Igualmente, hay que destacar también el atormentado Dos Caras de McKean, que le da al personaje un giro mesiánico muy acertado.

La trama de Grant Morrison para este Batman rompe la linealidad sin cesar, presenta varias líneas (valga la redundancia) de acción y temporales, echa mano constantemente de lo onírico y está llena de metáforas visuales y de símbolos. 


Mezcla además la fantasía ocultista con el psicoanálisis, y a personajes tan aparentemente opuestos como Aleister Crowley, Carl Jung o Lewis Carroll, de los que se extraen teorías y citas que complementan a un descenso a la locura en espiral muy lúcido en el que, una vez más, los conceptos de Batman y del Joker se solapan cara a cara (insisto: le veo muchos puntos en común, por lo menos de partida, con "La broma asesina").

"Batman: Arkham Asylum" es una obra maestra deliciosa de la franquicia del defensor de Gotham. Una relectura fiel a la esencia de la serie pero atrevida en sus propuestas y conclusiones. Para mi es otra saga imprescindible de este personaje.


viernes, 14 de febrero de 2020

LAS MEMORIAS DE SHERLOCK HOLMES. HOLMES SE ENFRENTA A SU PEOR ENEMIGO


LAS MEMORIAS DE SHERLOCK HOLMES de Arthur Conan Doyle - 1894 - ("The Memoirs of Sherlock Holmes")

"Las memorias de Sherlock Holmes" es la segunda recopilación de relatos del detective más famoso del mundo y, también, la que Arthur Conan Doyle esperaba que fuese la última.

Como es bien sabido, Doyle, a pesar de que este personaje le había llevado a las mieles del éxito y de la fama, estaba harto de él porque le ocupaba muchas horas de trabajo y eclipsaba a sus obras obras. Por ello, en el relato "El problema final" le daba un final heroico, pero final a pesar de todo.

Esto no fue así, claro, como también es bien sabido. Para desgracia suya, y ante la presión de los fans y de los editores, tuvo que volver a Sherlock Holmes, y no fue solamente una vez.


Los doce relatos incluidos en este segundo tomo, publicados entre 1892 y 1893, vuelven a tener prácticamente todos (salvo un par de excepciones) al doctor Watson como narrador de la historia. Y volvemos a tener doce casos abigarrados, casi imposibles de resolver algunos de ellos a primera vista, y cuyas incógnitas son despejadas por Sherlock Holmes como totalmente lógicas y claras.

Una vez más, Conan Doyle busca mostrar injusticias de su tiempo en bastantes de ellos, y una vez más el detective de Baker Street es un "equilibrador de la balanza" que pone orden en donde los agentes oficiales de la ley son incapaces de hacerlo.

La colección se abre con uno de los relatos más famosos de la saga: "Estrella de plata". También es uno de los más brillantes: una caja de muñecas rusas delirante pero perfectamente lógica ambientada en el mundo de la hípica, que para los ingleses del momento era una tradición social sagrada.


"La aventura de la caja de cartón", el segundo relato, tiene una historia extraña detrás. Apareció en la Strand Magazine en enero de 1893, pero no estuvo incluido en la edición inglesa de "Las memorias de Sherlock Holmes" y en la americana, aunque lo estuvo en las primeras tiradas, fue eliminado de las segundas.

La razón, al parecer, era su carácter de historia de adulterio, que no era considerado adecuado para el público juvenil. Años después, este relato fue repescado en la colección de "Su última reverencia" en los Estados Unidos, mientras que en las ediciones británicas posteriores volvió al lugar que le correspondía.

También me parece una de las mejores historias de la colección: el problema que propone es estimulante y sorprendente y, sobre todo, su trama es más turbia y macabra de lo habitual.


"El rostro amarillo" es una las más grandes historias del detective de Conan Doyle. En ella, éste se enfrenta a un problema que le va a dar una sorpresa inesperada a él mismo y que va a poner en la picota el racismo de la sociedad inglesa de su momento. Para mi, es redonda.

"El oficinista del corredor de bolsa", la cuarta historia, me parece también muy destacada. Frenética, muy divertida, interesante desde el primer momento, tiene igualmente una resolución inesperada, imaginativa y cuadrada.


"La corbeta Gloria Scott" presenta una novedad: es uno de los casos de juventud de Holmes, y es él quien lo narra a Watson, que no lo vivió porque todavía no lo conocía. Me parece un soplo de aire fresco dinámico y divertido que amplía el universo del personaje y que nos ofrece otros momentos de su vida.

Lo mismo ocurre con "El ritual de los Musgrave". Es otro de los primeros casos de Sherlock Holmes, y Watson transcribe su historia. En ella, el detective se muestra más inexperto, pues es su tercer encargo, el cual no es resuelto todavía con la perfección exquisita que le caracterizaría años después.


En "Los hacendados de Reigate" vemos a Holmes saliendo de su Londres de siempre y resolviendo un caso en Lyon que le deja agotado. Posteriormente, recuperándose en una suerte de vacaciones, su mente hiperactiva no puede dejar de trabajar y resuelve otro que le cae de casualidad y que me parece totalmente inesperado e ingeniosamente resuelto. Otro cuento magnífico.

"La aventura del jorobado" me resulta tal vez menos redondo que otros cuentos de la saga, y algo folletinesco. Sin embargo, es entretenido y estimulante y tiene un matiz social interesante.

Otro de los más divertidos de la colección es para mi el que le sigue, "El paciente interno". Un rompecabezas de hechos que se van sumando locamente para desembocar en una brillante resolución más. Muy destacado y con un desenlace con elementos bastante negros.


Llegamos ahora a uno de los más importantes relatos de toda la saga holmesiana: "El intérprete griego". Sobre todo porque en él se presenta al mítico hermano de Sherlock Holmes, Mycroft Holmes, y su Club Diógenes, tan delirante como encantador.

Mycroft es en todo momento retratado como superior a su hermano en artes deductivas. Sin embargo, también bastante más vago, y no tiene la ambición ni la energía de éste para resolver casos. Es divertidísimo observar como Watson se sorprende ante él hasta quedar totalmente alucinado.


La aventura con Mycroft también me parece muy destacada: es una historia de ambición brutal con elementos bastante violentos y oscuros que termina con una agridulce sorpresa. 

En el penúltimo de los cuentos, "El tratado naval", Sherlock Holmes se mete en la alta política, en un caso complicadísimo que implica el honor de Inglaterra frente a dos de sus rivales de siempre del momento: Francia y Alemania.

El desenlace de esta aventura me parece especialmente brillante. Conan Doyle tenía una capacidad increíble para rizar el rizo de sus tramas y ofrecer siempre algo sorprendente y novedoso, una vez tras otra. Lástima que odiase tanto a su personaje estrella.



-EL PROBLEMA FINAL

El volumen termina con el polémico en su día "El problema final", donde Sherlock Holmes se enfrenta al peor rival que tuvo nunca: al profesor James Moriarty.

Genio del mal, asesor de criminales, líder en la sombra de una red gigantesca de malvados de todo pelaje, Moriarty, carácter mítico también donde los haya (en gran parte debido a que las adaptaciones de las aventuras de Holmes le han colocado como villano eterno), es el reverso oscuro del propio detective de Baker Street: es lo que él podría haber sido si se hubiese dedicado a hacer el mal. Un personaje único, un clásico de los villanos.

El encuentro entre ambos es inolvidable. Y todo el relato, que desprende un aura fatalista que no tienen otros de la serie y que presenta a un Holmes huyendo de su rival y tratando de desenmascararle mientras es constantemente amenazado de muerte.


Todo es genial en "El problema final". Incluso su agridulce desenlace, que no fue bien recibido en su momento a pesar de que Sherlock Holmes terminaba su vida de una forma épica, grandiosa, dedicada a la justicia y a la lucha por la verdad.

Arthur Conan Doyle no dejó de recibir presiones desde que decidió acabar con su personaje estrella. Muchos fans le escribieron cartas en las que le instaban a "resucitarlo" y muchas de estas cartas llegaron a ser bastante agrias e incluso insultantes.

Finalmente, cedió. Y Holmes volvió. Pero eso es ya en la tercera novela de la saga, "El perro de los Baskerville", y en el relato "La casa deshabitada". Hablaré de ellos en este blog en los próximos meses.