martes, 31 de marzo de 2020

PETER PAN. SUEÑO AMERICANO Y MORALINA EN UNA EXCELENTE PELÍCULA DE AVENTURAS


Después de la polémica y malograda adaptación del clásico de Lewis Carroll "Alicia en el País de las Maravillas", los estudios de Walt Disney apostaron por una película en todos los aspectos más convencional y argumentalmente menos arriesgada, película que se convirtió en otro de sus grandes clásicos: "Peter Pan". 

Basada en la obra de J.M. Barrie, el filme sirvió a las mil maravillas para lanzar una vez más la arenga clásica que de una forma un otra se había venido repitiendo en casi todas las creaciones de la casa de animación más famosa de los USA: una apología del "sentar la cabeza". 


Desconozco todavía la obra del mencionado Barrie y, según he leído, al parecer su mensaje original está tergiversado en esta adaptación a favor de esta arenga (como siempre hizo Disney mientras vivió y sobre todo en sus primeros años).

Este "Peter Pan" animado de 1953 es un canto a la familia y sobre todo a la figura de la madre, exaltada por todo lo alto, y también una lección para los niños que les enseña que llega un momento en la vida en el que toca "crecer" quieran o no y que han de aceptarlo.

Habrá personas que estén de acuerdo con esto y otras que no: en mi opinión, "Peter Pan" es, como "Pinocho", como "Dumbo", como "La Cenicienta", como la propia "Alicia en el País de las Maravillas" o como películas posteriores del estudio como "La Dama y el Vagabundo" o "El Libro de la Selva", un panfleto más del Sueño Americano.


Por otra parte (y sólo hablo de la película porque como he dicho desconozco la obra de Barrie), la galería de personajes de esta creación es una de las más repelentes del estudio Disney.

Porque, y conmigo coincide mucha gente, Peter Pan no cae bien: es más, cae incluso bastante mal. Porque es un niñato consentido y ególatra y porque el villano de la función, el mítico Capitán Garfio, llega a dar auténtica pena (es torturado y humillado por Pan de una manera brutal que entrega momentos hilarantes de humor negro y que casi recuerda a clásicos como "Tom & Jerry").


Por otra parte, Wendy es una niña moralista y aguafiestas que sirve al público infantil de comparación con el propio Pan (lo que se debe ser -una niña adulta y responsable- y lo que no se debe ser -un niño irresponsable, vividor y algo crápula incluso para su edad-) y Campanilla está tratada desde un prisma tremendamente machista y misógino casi como una "mujer de mala vida" de la época; es voluptuosa, envidiosa, maleducada, acomplejada de sus curvas y arpía (aunque después se redima, que el happy end no falta).

En fin, no sé, repito, cómo serían los personajes de Barrie, pero a Disney se le pilla muy pronto con su visión del mundo de Nunca Jamás, a la que sumanos además sirenas conspiradoras y frívolas, indios machistas hasta la médula, piratas tontos e ingenuos pero muy burros que parecen adolescentes que no quieren estudiar (y que se jactan de ello en sus canciones) y unos niños perdidos con un cierto deje imperialista. ¿Exagero? Vean la película hoy, con sus ojos de hoy, que se llevarán una sorpresa.


Eso sí, nadie le va a quitar nunca a "Peter Pan" su maravillosa animación, sus evocadores paisajes, su mítica banda sonora, sus dinámicas e imaginativas escenas de acción y la delicia de su humor negro (especialmente en todos los encuentros entre Pan y Garfio, aunque den ganas de crear una ONG para ayudar al segundo de ellos).

Como película no es una mala película, eso tampoco se puede decir porque sería injusto. "Pinocho" es una delicia de la animación pero es una pesadilla para asustar a los niños. "La Cenicienta" es otra delicia de la animación pero volvió neuróticos con el "buen casamiento" a los chavales y a las chavalas de su tiempo. "Peter Pan" tiene el mensaje que tiene, pero es una excelente película de aventuras.


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