martes, 9 de abril de 2019

LOS OTROS BATMAN VII. EL CABALLERO OSCURO, DE CHRISTOPHER NOLAN


Christopher Nolan rizó el rizo de la maestría y nos regaló en 2008 otra soberbia película de Batman que incluso llegó a superar a "Batman Begins" en algunos aspectos.

La historia continúa en donde aquella se quedó: Batman sigue consolidándose como defensor de Gotham junto al comisario Gordon, aunque ahora tiene un nuevo enemigo, el clásico Joker (un sobrecogedor Heath Ledger que ha pasado a la historia) y un nuevo aliado, el incorruptible abogado Harvey Dent, cuya historia ya conocemos todos.


Vuelve, además, una trama todavía más seria, complejísima y cargada de hondura que hace justicia al género de los superhéroes como pocas lo han hecho.

Si “Batman Begins” era un filme sobre el miedo y sobre la lucha entre dos concepciones radicalmente opuestas de justicia, “El Caballero Oscuro” se centra en la lucha del orden contra el caos puro y profundiza en un asunto con el que cualquiera de nosotros puede identificarse: el del compromiso con cualquier causa justa, compromiso que puede implicar la incomprensión, la burla, la persecución, la marginación e incluso la muerte, pero que no puede ser eludido ni por Batman, ni por sus compañeros.


Nolan y sus guionistas, David S. Goyer y su hermano Jonathan Nolan, trabajan excepcionalmente este aspecto de la trama colocando al Joker como un agente del caos que, además de convertirse (por su propia voluntad) en el complemento oscuro de Batman, le recuerda constantemente con palabras y con hechos que su compromiso le costará su vida y la de sus seres queridos y que, debido a su concepción del mundo, tendrá que resignarse irremisiblemente al sacrificio. 


El ejemplo perfecto, ideado por el propio Joker, un psicópata lucidísimo y portador de un humor negro delirante (genial y a la vez estremecedora la escena de la desaparición del lápiz, su carta de presentación), es el de Harvey Dent, el ser más íntegro, valiente y entregado de la película, el ser que, tristemente, termina transformándose en el ángel caído de Gotham y, paradójicamente, en su esperanza final tras el sacrificio del propio Batman, que se convierte en un villano más para llevar la salvación a su ciudad después de que su teoría del caos al mismo Joker le haya propiciado un revés (tras las grandes sorpresas de los dos barcos).

Repite en “El Caballero Oscuro” prácticamente todo el reparto de “Batman Begins” exceptuando a Liam Neeson por razones obvias, a Rutger Hauer y a Tom Wilkinson (que tampoco pintaban ya mucho) y también a Katie Holmes, que es sustituida por Maggie Ghyllenhaal, mientras que se pueden disfrutar de pequeños cameos de secundarios de aquella (como el de Cillian Murphy, el Espantapájaros, muy divertido).


El viejo reparto sigue excelente (destacando a un genial Gary Oldman que repite como comisario Gordon y a un divertidísimo Michael Caine que hace lo propio como el mayordomo Alfred) y entre las caras nuevas brilla con luz propia la del fallecido Heath Ledger, que entrega un Joker verdaderamente terrorífico y capaz de poner los pelos de punta bastante alejado del mítico que Jack Nicholson entregó en el primer “Batman” de Tim Burton (aquel era más estrambótico y dandy, este es bastante más sucio y descuidado).


También Aaron Eckhart regala una interpretación excelente como Harvey Dent/Dos Caras (por fin uno digno después del horror que hizo Schumacher con él), bordando al que es el personaje más trágico de la película junto al de Rachel (correctísima Maggie Ghyllenhaal).

“El Caballero Oscuro” es una obra maestra que se configura, junto a “Batman Begins” y junto a su sucesora "El Caballero Oscuro. La leyenda renace", como una de las mejores películas de superhéroes creadas hasta la fecha.


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