miércoles, 10 de abril de 2019

LOS OTROS BATMAN VIII. EL CABALLERO OSCURO. LA LEYENDA RENACE, DE CHRISTOPHER NOLAN


"El Caballero Oscuro. La leyenda renace" es la culminación de la saga del hombre murciélago de Christopher Nolan, culminación que no llega al nivel de la perfecta "El Caballero Oscuro" pero que la cierra casi sin fisuras y con una historia que hace que casi tres horas de metraje se pasen en un soplido.

Es bien cierto que las expectativas estaban aquí altísimas. La mencionada "El Caballero Oscuro" se transformó en un clásico de culto instantáneo el mismo día de su estreno y hechos como la triste muerte de Heath Ledger el mismo 2008 han hecho de ella, para bien o para mal, una leyenda.


A esto hay que sumarle los cuatro años de tensa espera y especulaciones sobre cómo terminaría la trilogía: es suficiente para poner el listón del fin de la saga por las nubes.

Yo, personalmente, no me he sentido decepcionado por "El Caballero Oscuro. La leyenda renace". Todos los conflictos personales de Batman se cierran en esta película, y de manera definitiva: el personaje encuentra una nueva vida y puede pasar página a su traumático sacrificio por el bien de Gotham, ciudad que vuelve a verle como el héroe que es, mientras que vuelve a enfrentarse al concepto de justicia férrea y brutal que tenía su primer gran enemigo, Ra's Al Ghul, aquí personificado en sus descendientes (aunque con excelente cameo sorpresa de Liam Neeson).


Se cierran también las vidas de los que le rodean: el comisario Gordon vuele a ser insobornable y a dejar bien claro por qué cree en lo que cree, Lucius Fox y Alfred vuelven a abrir los ojos del héroe y a revelarse como compañeros indispensables, el Espantapájaros vuelve a hacer de las suyas en un momento bastante divertido e hilarante y la memoria de Rachel y Harvey Dent tiene el peso justo y suficiente en la trama.

Sí, queda el Joker... ¿Qué ocurrió con él? Pues yo imagino que, al igual que el Espantapájaros, anduvo por ahí liándola cuando Bane abrió las prisiones... Es una pena que el personaje del mítico payaso asesino no quede cerrado, pero no es culpa de nadie.


Tenía inicialmente un papel principal en esta tercera parte de la saga, pero la prematurísima muerte de Ledger cambió todos los planes y no se optó por cambiar al actor (personalmente, yo lo habría hecho para cerrar al personaje: creo que había intérpretes igual de grandes que Ledger).

El otro elemento que hace de esta tercera aventura del nuevo Batman una maravilla son sus nuevos personajes, tanto protagonistas como antagonistas. Bane, interpretado de manera maravillosa por Tom Hardy (que actorazo, tan eclipsado hasta aquel momento), tiene el porte necesario para aterrorizar al público con su fuerza bestial y su inteligencia retorcida (nada que ver con aquella bestia babeante e imbécil de "Batman & Robin").


¿Que no es el Joker? Pues claro: es OTRO villano, con OTRAS motivaciones y OTRA forma de actuar. Muchos criticaron que no llegase a tener el carisma del payaso. Para mi sí tiene carisma, aunque se trata de otra clase de carisma. ¿Hay que comparar a Ra's Al Ghul con el Joker o con Dos Caras? Absurdo, ¿no? Pues lo mismo aquí.

Bane es un antagonista al nivel de todos los de la saga: de órdago, con una historia desarrollada, con un interés creciente y con una capacidad brutal para poner a Batman en jaque mate (y lo consigue como nunca nadie lo ha hecho antes).

Por otra parte, la sorpresa de Talia Al Ghul está excelentemente cuadrada y Marion Cotillard le aporta al personaje la enjundia justa para el cierre circular de la función.


Siguiendo con las novedades, Catwoman es una heroína en la línea realista del propio Batman, con una química excelentemente desplegada con el héroe y personificada en una Anne Hathaway estupenda.

Es difícil construir e interpretar a una Catwoman que no caiga en el histrionismo gratuito, y Hathaway lo logra, como lo logró aquella también fascinante mujer gata de Michelle Pfeiffer del genial "Batman Returns" de Tim Burton. 


Y todavía más meritorio es el hecho de saber colocar con acierto y sin que quede ridículo a uno de los personajes más odiados por fans y no fans de la franquicia de DC: a Robin. El Chico Maravilla aparece en "El Caballero Oscuro. La leyenda renace", y a todos nos deja con un palmo de narices.

Sí, Nolan lo logró: metió a Robin en su saga, lo que nadie se esperaba, y lo hizo sin vestirlo con mayas chillonas, sin hacer de él un adolescente irritante, sin convertirlo en un lastre para el superhéroe o para la seriedad del filme. Bien por Nolan, y bien por el genial Joseph Gordon-Levitt. 


Queda ya la ambientación casi postapocalíptica que el filme tiene (magistral), esa siempre acertada combinación de thriller y acción que caracteriza a la saga, esas espectaculares escenas de lucha (la paliza de Bane a Batman en la oscuridad y sin sonido ninguno quedará para los anales), esos emotivos diálogos, el humor fino e irónico (desde los tiritos de Batman y Catwoman al cinismo sádico de Bane pasando por las eternas coñas de Alfred), la caracterización (Bane no parece salido de otro mundo, es perfectamente creíble), el coherente desenlace (a muchos no les gustó: yo creo que es el lógico y acorde al tono de la cinta) y la manera en que todo, absolutamente todo (bueno, menos el Joker, pero aquí no se puede hacer nada) queda perfectamente ensamblado y cerrado.

Y ese ritmo: la friolera de 164 minutos que el filme dura se pasa en un vuelo; es que ni se entera uno. Christopher Nolan lo volvió a conseguir. ¿Con un poco de menos maestría? Quizas, pero como he dicho el listón estaba demasiado alto. Esta trilogía ya tiene su lugar en la historia del cine.


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