jueves, 11 de enero de 2024

LA PASIÓN DE CRISTO. UNA OBRA DE PROPAGANDA VISUALMENTE APABULLANTE

LA PASIÓN DE CRISTO de Mel Gibson - 2004 - ("The Passion of The Christ")

"La pasión de Cristo", proponiéndoselo o no, fue una de las películas más polémicas del año 2004 y posiblemente de su década. La tercera cinta como director de Mel Gibson llegó arrasando en las taquillas (fue un éxito abrumador) con su propuesta, que recuerdo que fue llamada en su momento "gore teológico".

Basada en el Nuevo Testamento de La Biblia y en los evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan, la película, de propaganda cristiana, es una representación de la agonía de Jesucristo hasta el momento de su retorno de entre los muertos. 

No hay más: se ciñe a este mencionado momento concreto, valga la redundancia, y delinea todo su drama alrededor de la tortura que sufrió de parte de los judíos y de los romanos antes de ser colgado en la cruz. No innova ni se sale de las líneas básicas de los textos sagrados en los que se basa. No aporta nada nuevo en lo argumental, en otras palabras. Sin embargo, sí que fue un filme bastante interesante, y lo dice uno que es ateo y que habitualmente no se siente nada atraído por los hoy cada vez menos frecuentes productos cinematográficos religiosos. 

Es interesante por su hoy ya mítica propuesta "gore": "La pasión de Cristo" es una verdadera brutalidad; el protagonista es sometido a toda clase de vejaciones y de torturas y Gibson lo rueda todo sin dejarse nada y sin correcciones políticas de ningún tipo en este sentido. El filme duele, sangra de verdad y presenta la peor escalada de violencia que todavía hasta este momento ha sufrido un Jesucristo cinematográfico. 

Los efectos especiales en este sentido son excelentes y la recreación tras la cámara es descorazonadora y sádica, estremecedora y sin concesiones. No en vano, leo que propocó desmayos y huidas de las salas de cine en alguna que otra localidad beata y ultrareligiosa de la Norteamérica profunda.

El otro aspecto destacado de la obra es su representación histórica, que sentó las bases de la posterior y excelente "Apocalypto", la cuarta película de Gibson: rodada en latín, hebrero y arameo, los tres idiomas básicos de la época en la zona de Jesusalén, presenta una Edad Antigua realista en todos los ámbitos; edificios descuidados, calles sucias, gentes mugrientas e incluso palacios y tempos que verdaderamente resultan cutres. Es mil veces más creíble esta Jerusalén que cualquiera de las de la edad dorada del cine religioso de Hollywood. 

La visión histórica de Mel Gibson en sus dos últimas creaciones es verdaderamente novedosa y destacada (su mencionada visión de los últimos días del mundo maya, también polémica, así lo sería de nuevo). 

"La pasión de Cristo", como película de propaganda cristiana que cuenta una vez más lo que ya todos nos sabemos de memoria, no tiene ningún interés. Sin embargo, su aspecto técnico es del todo una delicia para los sentidos y aporta nuevos caminos a la hora de rodar un cine histórico más realista que, en grandes superproducciones por lo menos, no habían sido explorados, por lo menos de esta forma que trata de ser en todo momento fidedigna a lo que supuestamente fue el tiempo que en el filme se retrata. 

El actor Jim Caviezel, por cierto, está excelente en su sufrido papel protagónico, y no es un papel fácil; eso también quería añadirlo porque creo que sin él y sin su interpretación cruda la película no habría sido tan efectiva.

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