miércoles, 10 de enero de 2024

LO QUE ESCONDE SILVER LAKE. TAN AMBICIOSA Y VISUALMENTE SUBYUGANTE COMO FALLIDA

LO QUE ESCONDE SILVER LAKE de David Robert Mitchell - 2018 - ("Under the Silver Lake")

Hace dos días terminaba de comentar la (hasta ahora) filmografía de largometrajes de David Lynch con "Inland Empire", una película que, adorando yo a su director, me parece completamente fallida por, esencialmente, no dar apenas pistas de lo que el autor, si es que pretende algo con ella, pretende (cosa que no pasa en obras suyas como "Cabeza borradora" o "Mulholland Drive").

Cuento esto porque viene al caso de la película que hoy nos ocupa: "Lo que esconde Silver Lake". Aunque aún tengo pendiente de ver "El mito de la adolescencia" de David Robert Mitchell, su película "It follows" me parece una de las cintas de terror más originales y estremecedoras de las últimas décadas (y en esta etiqueta la tenéis comentada llena de alabanzas). Sin embargo, esta tercera obra suya me resulta, como la mencionada de Lynch, absolutamente fallida, y por exactamente lo mismo.

"Lo que esconde Silver Lake" es ambiciosa y personal. Mucho. Eso no se lo quita nadie. Y Andrew Garfield está en ella espectacular, y tiene además muchas escenas cargadas de potencia y también una fotografía de Mike Gioulakis absolutamente preciosa. Ahora bien, el guión se cae después de la primera hora de película (que es también magnífica).

Este tercer filme de Robert Mitchell me recuerda a las novelas de Thomas Pynchon, Don DeLillo o David Foster Wallace. Posiblemente sea un homenaje a alguno de estos autores (o a los tres o a algún otro más). Tenemos una historia enloquecida, simbólica, desmembrada, extraña, con varias capas de realidad y con conspiraciones imposibles de por medio que además lanzan agudas críticas a la sociedad de los USA y del mundo desarrollado en general. No obstante, como he comentado, todo se derrumba tras un inicio genial.

Este inicio es inquietante, irónico, humorístico incluso, y nos delinea un retrato de personajes prometedor en un ambiente prometedor, entre malrollero y chispeante, que cautiva. Garfield hace lo suyo: está como pez en el agua en este espacio que pronto empieza a tornarse onírico.

A partir de la primera hora de metraje, sin embargo, la cosa se va por peteneras. El director empieza a alargar la trama introduciendo elementos, personajes y giros que entorpecen el ritmo (y algunos hasta se quedan colgando) y a enredarse en un simbolismo, en unas alegorías y en unas metáforas que por momentos se vuelven excesivamente intrincadas o directamente opacas. 

Levanta el ritmo al final, y en el desenlace cobran sentido muchas cosas (cosa que no ocurre en "Inland Empire", cierto) pero la parte intermedia queda atrancada en ninguna parte y compromete dicho final, el excelente inicio y también el interés y el ritmo del conjunto, que llega a ser cansado y aburrido.

"Lo que esconde Silver Lake" tiene en todas partes críticas mixtas: hay quien la ama y hay quien la odia, y lo puedo entender porque es ese tipo de obra y tal vez es lo que pretende ser. Yo estoy en el centro: le reconozco sus méritos, pero sus defectos me la han convertido en una película de digestión muy pesada e incluso antipática en algunos puntos. Una pena, desde mi punto de vista.

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