jueves, 30 de abril de 2020

EL TRUCO FINAL. THRILLER FANTÁSTICO DE ÉPOCA MADE IN CHRISTOPHER NOLAN


Desde que alcanzó la fama con la sorprendente “Memento”, Christopher Nolan se ha convertido en un director de culto gracias a su capacidad para crear obras que funcionan a la perfección en las taquillas y que además se pueden considerar plenamente “de autor”. 

“El truco final” es una de las mejores películas fantásticas de la década pasada. Aderezada con un efectivo toque de thriller de época, desarrolla la historia de dos ilusionistas rivales que luchan por superarse el uno al otro y a sí mismos, lucha que les lleva a la obsesión más enfermiza y que les coloca muy cerca de la perdición.


En el combate por conseguir un truco mejor que el de su enemigo, ambos ponen en serio peligro sus relaciones personales y sus propias vidas.

Poco más voy a contar sobre la historia de la película porque, si me extiendo demasiado, corro el riesgo de estropearla, ya que “El truco final” es la clásica cinta cuyo poder de impacto se encuentra en un argumento lleno de enigmas y de vueltas de tuerca (escrito por Christopher y su hermano Jonathan) coronado por una vuelta de tuerca final, valga la redundancia, que lo pone todo del revés y que propina una gran sorpresa (que, sin embargo, se puede llegar a intuir de alguna manera sobre la mitad del metraje).


Nolan lleva la trama con un gran ritmo y consigue que no decaiga un solo segundo. Todo está escrupulosamente hilvanado y no quedan cabos sueltos tras el laberinto de trucos en el que sus protagonistas envuelven a los espectadores.

La estructura de esta trama, además, intenta reflexionar sobre la propia estructura del cine y sus “trucos”.

Los actores principales (un magnifico Christian Bale y un Hugh Jackman que en aquel momento estaba demostrando cada día más que era un excelente intérprete y que tenía vida más allá de Lobezno) interpretan con carisma a los dos magos protagonistas.


Les secundan unos muy destacados Michael Caine, Scarlett Johansson y David Bowie (este último en un papel que resulta toda una sorpresa).

La representación histórica de un siglo XIX en el que la magia y la ciencia se tocan (el filme lo representa con un acierto tremendo por medio del personaje histórico de Bowie) es otro punto destacado: romántica y evocadora, construida a base de planos cerrados que le dan un aura ocultista y en parte onírica.

“El truco final” es una película genial, una obra comercial de esas que existen pocas, que divierten mientras también hacen pensar. Entretenimiento con personalidad y de alta categoría.


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