AGUA PARA ELEFANTES de Francis Lawrence - 2011 - ("Water for Elephants")
"Agua para elefantes" es el típico melodrama de aires clásicos realizado para aprovechar el tirón de una estrella emergente en su momento: en este caso, el Robert Pattison que todavía tenía por estrenar en 2012 la última entrega de la exitosa saga de "Crepúsculo".
El hecho de que este filme no busque más que eso tiene cosas buenas y cosas malas. Francis Lawrence, su director, es un creador en líneas generales irregular, pero aquí hace una buena labor artesanal tras las cámaras, construye unos decorados excelentes (y maravillosamente fotografiados) y, además, dirige muy bien a los actores.
Porque el trío protagonista de la película está verdaderamente bien. El mencionado Pattison había demostrado varias veces ya en aquel 2011 que, si bien comenzó su andadura por la fama con la mencionada (y terrible) saga de los vampiros y los hombres lobo adolescentes, estaba interesado en papeles de más enjundia (como los que hizo en el futuro). Aquí está verdaderamente bien, comedido en su carácter de galán de corte clásico.
Luego Reese Whiterspoon está, como siempre, magnífica: entrega otra actuación más que le va como anillo al dedo. Y el gran Christoph Waltz simplemente brilla: se come la pantalla con su personaje, que además es el más ambiguo, interesante y carismático de toda la obra.
La trama está desplegada con ritmo, el drama no carga en ningún momento y es limpio y los diálogos son buenos. El retrato histórico cumple de sobra, y sabe imprimir un toque justo entre el realismo y una ensoñación evocadora de tiempos mágicos que ya no volverán (los tiempos en los que el circo era uno de los mayores espectáculos del mundo),
"Agua para elefantes" es una historia de amor que, además, toca también otros palos, como son la pobreza y la injusticia que crean los vaivenes de los sistemas económicos (se ambienta en los tiempos de la Gran Depresión) o los derechos de los animales, a menudo maltratados en los circos. Es cierto que los toca superficialmente, sin embargo.
Esta película es, en fin, una película bien rodada y correcta, un homenaje al Hollywood dorado solvente. No es una obra maestra ni un sugerente trabajo de autor, pero tampoco lo pretende. No pasará a la historia, desde luego, pero se puede ver más que bien y no tiene ninguna otra pretensión.
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