RECUERDOS DEL AYER de Isao Takahata - 1991 - ("Omohide Poro Poro")
Después de la maravilla magistral que fue "La tumba de las luciérnagas", Isao Takahata se mantuvo ya plenamente en el nivel de calidad que mostró para aquella película. Ya dentro del Studio Ghibli que él también fundó, sus obras lograron una cota siempre alta y siempre uniforme.
"Recuerdos del ayer", basada en el exitoso manga "Los recuerdos no se olvidan" de Otaru Okamoto y Yuko Tone es, como lo era "La tumba de las luciérnagas", una película algo atípica en el Ghibli de su momento.
Las temáticas de Takahata han sido, por lo general, más realistas y cotidianas que las de otros creadores de dicho estudio como su amigo Hayao Miyazaki, que casi siempre ha recurrido al género fantástico para analizar nuestro mundo.
"Recuerdos del ayer" es un drama costumbrista, de tono minimalista, sobre el paso del tiempo y todos los demás asuntos que pivotan a su alrededor. Tiene un ritmo muy pausado, y se recrea en el deleite que producen sus escenarios naturales y reales, espléndidamente representados, y en los diálogos, el plato más fuerte de la película.
El quinto filme de este sensei de la animación es un filme, podemos decir, literario. Es una novela visual, al estilo de muchas películas de, por ejemplo, el francés Eric Rohmer. Los personajes se desarrollan por medio de los referidos diálogos, lúcidos e inteligentes y cargados de significado, y tienen una gran importancia las acciones que solamente se sugieren. Se recorren varias décadas de historia reciente social japonesa, y se contraponen varias generaciones de padres e hijos que son completamente diferentes y que hacen referencia a los cambios en el Japón de nuestros días.
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