lunes, 25 de noviembre de 2024

EL PUÑO DE LA ESTRELLA DEL NORTE. UN FANTÁSTICO MANGA ÉPICO POST-APOCALÍPTICO

EL PUÑO DE LA ESTRELLA DEL NORTE de Buronson y Tetsuo Hara - De 1983 a 1988 - ("Hokuno no ken")

"El Puño de la Estrella del Norte" sigue siendo uno de los mangas shonen más personales que existen tanto por su dibujo como por su trama. Obra de Buronson (Yoshiyuki Okamura) al guión y de Tetsuo Hara al dibujo, se publicó desde 1983 hasta 1988 y, si bien su segundo arco argumental tengo que decir que es un completo desastre, el primero es una obra clásica merecida del cómic japonés.

Buronson venía del éxito de "The Doberman Detective" y Tetsuo Hara del fracaso de "Tetsu no Don Quixote", que había sido cancelada tras diez semanas. A este último su editor, Nobuhiko Horie, le había propuesto dibujar un manga sobre "un artista marcial que destruye a sus oponentes golpeando sus puntos de presión". De esta propuesta surgieron, escritas y dibujadas por él, dos proto-versiones "one-shot" del manga futuro que comentamos: "El Puño de la Estrella del Norte" y "El Puño de la Estrella del Norte II". Ambas tuvieron éxito y propiciaron que, ya con Buronson al guión, se diese luz verde a la serie que conocemos.

"El Puño de la Estrella del Norte" es una fantasía post-apocalíptica de artes marciales loquísima, ultraviolenta y épica que narra una historia de hermanos enfrentados y de diferentes estilos de artes marciales que luchan por dominar el mundo o por salvarlo.

Buronson se inspiró en la mítica saga cinematográfica de "Mad Max" (su sombra es alargadísima, y lo sigue siendo) y en el manga "Violence Jack" de Go Nagai y Tetsuo Hara mezcló al famoso actor japonés Yusaku Matsura con Bruce Lee para extraer de ellos a su inolvidable protagonista, Kenshiro.

"El Puño de la Estrella del Norte" destaca por su personal historia, que combina los mencionados elementos épicos, de artes marciales y post-apocalípticos, a los que mete un turbo sangriento (muy sangriento, muchísimo) y unos personajes tal vez algo estereotipados, como pasa muchas veces en el shonen, pero cargados de carisma, tanto los masculinos como los femeninos.

El mensaje es el de la lucha del bien contra el mal y el de la preservación del mundo por medio de la ayuda al inocente y de la batalla por la justicia. Valores positivos que se unen a otros universales como el amor, la amistad, la solidaridad, la humildad o el sacrificio por los demás y por las buenas causas.

Hay machismo en el manga, ojo: ha envejecido mal en este aspecto. Las mujeres suelen ser, incluso las poderosas, unas muñequitas inspiradoras que sirven como símbolos del bien pero que han de ser casi siempre protegidas de forma paternalista. Estamos en 1983 en Japón: todo cambia y todo avanza.

Sin embargo, "El Puño de la Estrella del Norte" es con todo esto un manga de combates frenético, lleno de potencia, imaginativo, con protagonistas y villanos inolvidables y con muchas escenas épicas para el recuerdo. 

Es, además, un shonen señero debido también al dibujo de Tetsuo Hara. Este autor elabora una estética única que bebe de autores como Syd Mead o Frank Frazetta y que se combina con las fuentes primigenias del manga de acción para presentar un inimitable y tal vez germinal "amerimanga". El estilo de "El Puño de la Estrella del Norte" es reconocible a primera vista y no se parece al de ningún otro cómic japonés del momento e incluso de hoy en día (podría hasta pasar perfectamente por ser occidental).

Una pega tiene sólo esta obra: su segundo arco argumental. En España no se ha publicado hasta los últimos años porque la serie se dejó, a finales de los noventa, sólo en el primero. Y este arco, más corto que aquel (aproximadamente la mitad, y menos mal) es un despropósito hecho de forma improvisada, a trompicones, con giros de guión absurdos y personajes con poco carisma que alteran para mal el "lore" principal aunque, irónicamente, lo expandan.

Me costó terminar este mencionado segundo arco, que sólo tiene salvable un epílogo precioso dedicado a los personajes principales a modo de despedida. En el mismo último tomo, el propio Tetsuo Hara comenta que la serie empezó a perder seguidores a partir del fin del primer arco y que él y Buronson, agotados por el ritmo de trabajo además, lo notaron, lo cual les agobió y entristeció. Posiblemente por todo esto improvisaron tanto y cerraron todo casi de golpe.

Independientemente de este bajón, la primera parte de este manga es un clásico inimitable de su estilo que ha marcado a varias generaciones de lectores. No dejo de recomendarla: es pura diversión enloquecida y gore, pura épica exaltada de artes marciales fantásticas. 

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