HAMMER HORROR de Curtis Garland - 2019 - ("Hammer Horror")
Es magnífico que Alberto López Aroca esté trayéndonos de vuelta, poco a poco, la obra de Juan Gallardo Muñoz, ese incombustible escritor de la era dorada del Bolsilibro que dejó alrededor de 2003 novelas según las estimaciones que he leído.
Es magnífico porque, aparte de ser novelas loquísimas y divertidísimas muchas de ellas, esta literatura popular también es parte de la historia de literatura y creo que a muchos de sus autores se les ha olvidado con un desprecio que creo que no mereciesen.
Este tomo llamado "Hammer Horror" trae siete novelas de Gallardo Muñoz que firmó como Curtis Garland, uno de sus seudónimos (en este blog y en esta etiqueta tenéis comentado también, del autor y del editor, el tomo "Monstruos en el oeste", dedicado al weird western y firmado como Donald Curtis).
Como explica el "curtisólogo" Andrés Peláez en el prólogo de este tomo, Juan Gallardo Muñoz era un gran cinéfilo, un hombre de inmensa cultura y un amante en concreto del cine de terror clásico y de la productora Hammer. En estas siete novelas lleva a varios monstruos y personajes clásicos del género, valga la redundancia, a nuevas y locas aventuras que a lo largo de los años setenta fueron publicadas en la colección Selección Terror de Bruguera con gran éxito (el fenómeno del Bolsilibro era verdaderamente de masas antes de su decadencia a finales de los años ochenta y en los primeros noventa).
Como dije en la reseña de "Monstruos en el oeste", hay que mirar estas novelitas teniendo en cuenta que pertenecen a su tiempo: el papel de la mujer en la España de los setenta era el que era, y las culturas de otros países aparecen a menudo retratadas a golpe de tópico puro y duro. No obstante, casi todas ellas son, aparte de historia de la literatura popular, aventuras de terror frenéticas y delirantes que se leen en un vuelo y que son todo un viaje en el tiempo.
Juan Gallardo Muñoz escribía a un ritmo verdaderamente demencial: a veces, según he leído, a novela por semana. No había mucho tiempo de revisar el estilo (y la editorial tampoco tenía especial interés, parece). También lay en este tomo novelas mejores y peores: la forma de currar a destajo de estos autores no permitía muchas veces grandes florituras en el argumento, y muchas de sus obras quedaban cerradas de golpe y porrazo, con personajes mal clausurados o directamente olvidados. Esto era el mundo de los Bolsilibros. Tómenlo o déjenlo.
La colección de "Hammer Horror" comienza con "El discípulo de Frankenstein", una delirante novelita de 1973 donde aparece el personaje mencionado en su título y donde, encima, se junta con el Hombre Invisible. Terror, intriga y acción que homenajea a todos los tópicos posibles sin prejuicios y hasta con cachondeo. Divertidísima."Yo, hombre lobo", de 1973, es menos divertida, valga la redundancia, que ésta, y también más oscura y dramática, pero entretiene siempre y tiene una versión bastante loca del hombre lobo clásico, que es mezclado y remezclado con otros tópicos sin vergüenza ninguna.
"La noche de la momia" me parece otra de las mejores de la colección. También de 1973, está más centrada en la aventura y nos narra una historia de egiptólogos que desatan una maldición y que explota muy bien todos los lugares comunes del ser de ultratumba clásico de su título. Divertimento puro, de nuevo.
También de 1973, "Doctora Jekyll" es otro nuevo delirio donde al mítico Doctor Jekyll, como se imaginarán, le cambian el sexo y le meten una trama relacionada con el pasado del personaje que se pasa por el forro todo, y de forma desatada, para darnos un thriller sangriento y con un final que, aquí sí, me parece bien redondeado y con su sorpresa.
"Drácula 75", de 1974, es la primera novela que sí me parece mala del conjunto. Llevamos a Drácula a nuestros días en una historia bastante sosa, muy evidente y simplona, y con un problema importante: se basa mucho, como el homenaje al conde vampiro que quiere ser, en el estilo epistolar, pero las epístolas a Juan Gallardo Muñoz aquí por lo menos no se dan bien y resultan tremendamente aburridas, lo cual resiente muchísimo tanto a la trama como a su ritmo.
Mucho mejor es "El yeti", de nuevo de 1973, que vuelve a la aventura pura para llevarnos a las cumbres del Himalaya en un viaje chorrísimo en busca del abominable hombre de las nieves. Si bien la novela termina de golpe (ésta es una de esas que he mencionado), tiene una sorpresa que está entre lo cachondo y el homenaje sincero que te deja muy buen sabor de boca.
"El cerebro del dragón", de 1975, cierra la colección, y es la peor junto a la comentada "Drácula 75". Ahora Gallardo Muñoz se marca un retorno de Fu Manchú bastante enrevesado, con una trama cortada a tajos y llena de escenas de relleno en la que no funciona prácticamente nada: ni el thriller, ni el terror, ni los personajes.
Dejando a un lado ésta novela y la del vampiro de Bram Stoker, el resto de las presentadas en "Hammer Horror" son, como he dicho, pequeñas delicias de la diversión desprejuiciada que nos llevan de vuelta a un pasado literario muy especial y que marcó a varias generaciones lectoras durante prácticamente cuatro décadas. Insisto: esto también es historia de la literatura.
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