jueves, 15 de febrero de 2024

TIBURÓN: LA VENGANZA. EL RIDÍCULO DESASTRE CON EL QUE SE CIERRA LA SAGA

TIBURÓN: LA VENGANZA de Joseph Sargent - 1987 - ("Jaws: The Revenge")

Y llega el momento de cerrar la saga de "Tiburón" con su cuarta y última entrega, "Tiburón: La venganza", una entrega en la que ya todo está tan degradado que es incluso peor que la tercera, que ya es decir.

El director ahora es Joseph Sargent, artesano de televisión esencialmente con alguna película mítica como "Pelham 1, 2, 3" o "MacArthur, el general rebelde". Dennis Quaid ya no está en el proyecto y Mike Brody, de nuevo protagonista, es ahora el conocido Lance Guest. 

El sheriff Brody ha muerto ya y su viuda Ellen (Lorraine Gary) vuelve a la saga como protagonista junto a su mencionado hijo Mike. Por supuesto, hay un cuarto tiburón blanco gigantesco que ahora quiere venganza y que empieza a perseguir a los Brody por los siete mares. Esto es literal: la película empieza en Amity Island de nuevo y en un momento los protagonistas se van a las Bahamas en avión y el tiburón los sigue hasta allí y sabe perfectamente dónde están (sí, es surrealismo puro). Por cierto que el escualo en esta entrega ya directamente ruge como un Godzilla marítimo (no, no estoy de coña).

Sean Brody también aparece y es ahora Mitchell Anderson y están por ahí el mítico Mario Van Peebles y Michael Caine, los dos bastante perdidos y en papeles que no aportan absolutamente nada (el segundo dijo que ni siquiera vio la película, así que imagino que estaba en ella obligado por algún contrato o usándola como un mero trabajo alimenticio y ya está).

La trama es terrible: la cinta dura unos escasos 89 minutos y, tras una introducción en la que aparece brevemente el tiburón de marras, no ocurre prácticamente nada hasta los últimos 20, en los que hay otro combate final con elementos copiados de los de las anteriores entregas muy soso, muy predecible y muy burdo.

Los personajes son planos, los diálogos son malos, el ritmo es soporífero (prácticamente una hora de escenas de vida cotidiana), no hay absolutamente nada de sugerencia, los escenarios son repetitivos y los efectos especiales han empeorado. 

"Tiburón: La venganza" es otro completo desastre que da fe de cómo demasiadas veces la maquinaria de hacer dinero se carga vilmente con su descarado poco interés en hacer algo de calidad sagas cuyas primeras entregas son míticas. Por lo menos, aquí terminó todo.

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