GOLIAT de Tom Gauld - 2012 - ("Goliath")
El escocés Tom Gauld es conocido especialmente por sus tiras cómicas sobre el mundo literario y sus postureos y entresijos, las cuales publica en medios como The Guardian, The New York Times o The New Yorker.
Sin embargo, también tiene obras autoconclusivas como esta joya que es "Goliat", en la que reinterpreta el célebre mito bíblico de David y el gigante que da nombre al cómic con un ojo agudísimo que recuerda a las fábulas de José Saramago.
Estamos en plena guerra entre israelitas y filisteos: ambos ejércitos están acampados a cada lado de un valle que media entre ellos. Hay molicie en cada campamento: la contienda parece estar detenida en un punto muerto en el que nadie se decide a atacar pero en el que, por supuesto, nadie se piensa retirar. En este contexto, en el lado filisteo, está Goliat, un gigante bonachón que trabaja de administrativo y que sólo sabe de papeleo... Al que le van a endosar la tarea de asustar con su corpachón al pueblo de Israel, que deberá encontrar un campeón que sea capaz de vencerle.
Tom Gauld hace una relectura satírica y cruel de este pasaje bíblico que se sumerge en el ambiente del que fue el bando perdedor según las escrituras. Lo hace adecuando dicho pasaje a tropos de nuestros días que recuerdan a novelas como "Caín" del mencionado Saramago: estamos en los albores de la humanidad, en la Mesopotamia de Edad Antigua, pero existen ciertos anacronismos (sobre todo en el lenguaje) que le dan al relato un tono de fábula contemporánea.
Esta fábula versa, esencialmente, sobre la guerra. Y, sobre todo, sobre los que van a la guerra. Goliat, tranquilo, bondadoso, es utilizado por el rey de los filisteos y por un capitán caradura como una suerte de arma bélica y además publicitaria: lo visten con una armadura esplendorosa, le dan armas imponentes y le ponen frente al campamento israelita a simplemente figurar. Lo que ocurre a continuación es sorpresa (sorpresa anunciada, pero sorpresa en sus matices).
"Goliat" es un cuento oscuro que habla sobre los hombres que son utilizadas por el estado como carne de cañón en guerras que no han creado. Son soldados pero también propaganda hecha carne. Son arma de acero y arma psicológica. Y son seres humanos normales y corrientes enfrentados al devenir aleatorio de la historia y de su tiempo, frente al que no son más que insectos.
El dibujo naif de Gauld contrasta con la dureza de lo que narra y su color de tonos ocres, marrones, rojos, amarillos y blancos que se une a la recreación icónica de los paisajes desérticos de los mencionados mitos bíblicos señala los estados de ánimo por los que la historia se mueve.
La narración minimalista, con pocos diálogos, con acciones pequeñas llenas de significados y que describen un contexto grande y lleno de lecturas, viene regada de un humor tan tierno como negro y cruel.
"Goliat" es una joya, una maravilla simbólica cargada de actualidad de un maestro que demuestra una versatilidad enorme a la hora de salir de lo que se piensa que son sus líneas básicas. Extremadamente recomendable.
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