MADAME WEB de S. J. Clarkson - 2024 - ("Madame Web")
Vale que hay una pugna por los derechos de unos personajes. Vale que la industria es la industria y la pela es la pela. Vale que quien no corre vuela y que tonto el último. Pero ¿no se pueden hacer las cosas bien? Ya no digo bien: ya digo con dignidad.
El universo este absurdo de personajes de Spiderman sin Spiderman está siendo el desastre en lo que a calidad se refiere más salvaje del género de superhéroes de la historia del cine (sobre todo porque ya, en esta década, la excusa de la falta de medios no es una excusa). "Venom" fue terrible, su secuela fue terrible y "Morbius" fue de nuevo terrible. Y ahora "Madame Web" vuelve a ser terrible.
Desgana. Es la palabra que me venía constantemente cuando veía esta película en el cine hace una semana y poco. Desgana en todo. Desgana tras la cámara, desgana delante de la cámara, desgana al guión, desgana en la estética, desgana en el humor, desgana en las escenas de acción.
No hay nada salvable, nada, pero absolutamente nada, en "Madame Web". Como tampoco lo hay en las "Venom" o en "Morbius". Todo es un truco para pasar la gorra con una trama tonta y lacia, con personajes tontos y lacios, con un guión escrito en una tarde. Todo remite, una vez más, a aquellas películas de superhéroes malas y descuidadas de los años 2000 y de los primeros 2010 estilo "Daredevil", "Elektra", "The Punisher", "Linterna Verde" o "El motorista fantasma" y su secuela.
Ni Dakota Johnson salva el percal. No creo tampoco igualmente que, con semejante guión e intenciones, otra actriz lo hubiese salvado. Porque esto es del todo insalvable. Tampoco se escapa un solo secundario (las compañeras de la protagonista son terribles y no tienen gracia y el villano es directamente plano y sin alma hasta lo inimaginable).
Eso hablando de los personajes solamente. Porque luego la trama te la sabes de memoria en cada giro, el humor es lamentable, los homenajes nostálgicos a la década de los 2000 son obvios y tontos, los diálogos horrorosos, la acción escasa y mala (en la primera hora de película apenas hay) y el combate final patético. Ni siquiera los efectos especiales dicen algo.
Creo que se puede hacer cine puramente comercial que sea bueno, y demostraciones hay millones a lo largo de las décadas, pero aquí lo que no hay es, simplemente, las ganas y la voluntad de hacerlo.
La gracia de todo esto es que este universo aberrante tiene pinta de, por los referidos bailes de derechos, acabar integrado en el multiverso del Universo Cinematográfico de Marvel. En realidad, ya ha habido personajes de ambos que se han cruzado. Miedo me da todo esto.
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