domingo, 14 de enero de 2024

GODZILLA: MINUS ONE. UNA JOYA QUE AJUSTA CUENTAS CON EL PASADO BÉLICO DE JAPÓN

GODZILLA: MINUS ONE de Takashi Yamazaki - 2023 - ("Gojira -1.0")

Aunque existe ahora mismo en marcha un exitoso MonsterVerse donde Godzilla es junto con King Kong el protagonista (con películas mejores y peores, todo sea dicho), siempre me han interesado mucho más obras independientes como "Shin Godzilla" de Hideaki Anno o esta otra maravilla que es "Godzilla: Minus One" de Takashi Yamazaki, un experimentado director con una enorme filmografía a sus espaldas que incluye incluso animación.

Si "Shin Godzilla" propuso en 2016 una perfecta fábula geopolítica que exploraba cómo cambiaría un país e incluso todo el planeta con la aparición de un monstruo como Godzilla, esta nueva versión del mito del kaiju salda cuentas con el pasado más vergonzoso del Japón moderno: la Segunda Guerra Mundial y su trauma bélico y nuclear.

"Godzilla: Minus One" tiene algo que en general pocas películas de monstruos gigantes de todo tipo tienen: un desarrollo hondo de los personajes. De hecho, importan más ellos que el propio Godzilla, que a veces es incluso un telón de fondo metafórico para explorar el mencionado trauma de aquella guerra y la sociedad de terror y destrucción que dejó.

Los protagonistas de este filme, maravillosamente interpretados por un elenco genial, son... Los protagonistas. Tienen en conjunto más escenas que el propio monstruo. Tienen pasado, presente y futuro. Son todos diferentes y se relacionan entre ellos y se enriquecen y cambian, y sirven para tratar asuntos como el amor, la amistad, la solidaridad, la entrega, la superación.

Godzilla es, tal y como he dicho, casi una metáfora, una alegoría del horror militar y atómico que quedó tras la que posiblemente fue la época más oscura del pasado siglo XX. Lo era ya en la película de 1954 y lo era también en la mentada "Shin Godzilla", y aquí se rescata, repito, este concepto de nuevo con todas sus implicaciones.

Pero otro concepto más brilla en este filme: el de la unión del pueblo japonés. Pero la unión del pueblo japonés entendida claramente como la unión contra una amenaza real: la de Godzilla. Esta amenaza se contrapone a lo que fue la guerra, que "unió" también a este pueblo pero por medio del fanatismo, de la locura militar, del patriotismo mal entendido y peor usado, del reclutamiento forzoso y de la demagogia. Un mensaje positivo, fuerte, sano, lógico: todo lo contrario a lo que es cualquier propaganda guerrera.

Finalmente, menciono la delicia del aspecto visual de "Godzilla: Minus One": está rodada en un bellísimo estilo de corte clásico que remite tanto a la película de 1954 como al cine de autores como Akira Kurosawa o Yasuhiro Ozu; en tonos ocres, con una fotografía preciosa, una representación histórica exquisita y unos escenarios que son auténticas filigranas. 

Viene además acompañada de unos efectos especiales de gran poder analógico que nos retrotraen a lo que fue el primer Godzilla de todos, aquel "muñeco" que hizo soñar y estremecerse a generaciones enteras mientras destrozaba la ciudad. Por supuesto, hay homenajes por todas partes y escenas de acción y de batallas geniales (muy equilibradas con el drama). 

"Godzilla: Minus One" es una obra maestra y lo mejor que se ha hecho para revitalizar al rey de los kaiju en las últimas décadas junto con "Shin Godzilla", que está por cierto también comentada en esta etiqueta y que recomiendo también encarecidamente ver si aún no la han visto.

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