lunes, 20 de febrero de 2023

LAS SUPLICANTES. UNA OBRA DE ESQUILO MUY ADELANTADA A SU TIEMPO

LAS SUPLICANTES de Esquilo - 463 a.c. - ("Hiketides")

El teatro clásico griego no deja de sorprenderme. Cada vez que releo una obra de Sófocles, de Eurípides, de Aristófanes o, como en este caso, de Esquilo, me encuentro con personajes, dilemas o comportamientos que todavía hoy siguen dándose en circunstancias extremadamente similares o, en ocasiones, directamente idénticas (a veces para bien, a veces para mal).

"Las suplicantes", la tercera tragedia de este autor que se ha conservado, pertenecía, como era habitual, a una tetralogía. Ésta obra era la primera de todas: venían después "Los egipcios", "Las Danaides" y "Amimone". 

Su tema es mitológico y las protagonistas son las Danaides, las hijas de Dánao, que huyen con él, ya anciano, del rey Egipto, que en este mito es el rey del país del mismo nombre (como he dicho, el tema es mitológico, y este Egipto no tenía mucho que ver con el Egipto real contemporáneo). El rey Egipto es hermano de Dánao y los hijos de éste pretenden obligar a las Danaides, sus primas, a casarse con ellas.

En esta tesitura, Dánao y sus hijas llegan a la ciudad griega de Argos, en el Peloponeso, y piden la protección de Zeus y de otros dioses como Apolo o Poseidón y, a la vez, del rey de la ciudad, Pelasgo.

"Las suplicantes" tiene un tema central que sorprende hoy en día: las protagonistas defienden, nada más y nada menos en el año 463 a.c., su derecho a disponer de su propio cuerpo y de su libertad frente a la violencia masculina de la época (que era absolutamente atroz) y frente a las convenciones y conveniencias políticas. 

No hace falta recordar que la mujer en esta época era normalmente inferior al hombre en todos los aspectos y un ciudadano de segunda categoría (lo que se refleja, curiosamente, en otras obras del propio Esquilo como la anterior "Los Siete contra Tebas" -comentada en esta misma etiqueta con "Los persas"-).

Sorprende además, en el personaje del rey Pelasgo (el más desarrollado y complejo de la obra) que representa a un gobernante de la Antigüedad que se debate entre dos opciones igual de complicadas política y moralmente: si no acoge a las Dánaes desatará la ira de los dioses y romperá las reglas de la hospitalidad con unas personas que piden algo que es justo y, si las acoge, se arriesga a llevar a su ciudad a la guerra contra Egipto.

Pelasgo es un rey comedido, justo, que además se preocupa por su pueblo y que consulta con éste sus decisiones. Podemos encontrar aquí un elogio de la democracia como forma de gobierno (y en concreto de la de Argos) en contra de la tiranía.

En el habitual estilo de Esquilo, el coro tiene una importancia clave: las Danaides son de hecho las protagonistas. Y como se tiene constancia, ya que era un maestro de la escenografía, sus dramas se representaban con gran lujo de detalles. 

Pienso, en este sentido, que tuvo que ser espectacular en su día ver esta obra en el teatro porque según leo presentaba un contraste enorme entre los personajes griegos y los personajes egipcios a nivel de vestuario para mostrar lo diferentes que eran ya en esa época el mundo europeo y el africano.

"Las suplicantes" es una obra, en conjunto, que pienso que trata temas bastante avanzados para su tiempo y que, además, los trata con resoluciones y responsabilidades morales que también son muy adelantadas. Otra obra imprescindible de este autor legendario.

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