domingo, 26 de junio de 2022

JURASSIC WORLD: DOMINION. SIGUE EL DESTROZO DE LA SAGA A GOLPE DE IDIOTEZ

JURASSIC WORLD: DOMINION de Colin Trevorrow - 2022 - ("Jurassic World: Dominion")

Como decía ayer, en la crítica de la anterior película de esta saga, no tengo problema con que las sagas, valga la redundancia, se alarguen. Entiendo que estamos en un mundo comercial. Con lo que sí tengo problema es con que se alarguen... Mal.

"Jurassic World: El reino caído" me pareció un despropósito mayúsculo y la peor entrega de toda esta franquicia junto con la que hoy comentamos, "Jurassic World: Dominion". Me parecen ambas incluso más horribles que "Parque Jurásico III", ya que, además de ser malas con avaricia, para colmo se cargan la esencia de la saga.

"Parque Jurásico" era una película de terror. Spielberg exploraba en ella temas interesantes presentes en la novela (los habituales de la saga, que no hace falta que repitamos) y lo hacía con una trama de ciencia ficción realista. Los dinosaurios se comportaban como animales, no como monstruos a lo "Godzilla", y los seres humanos debían escapar de ellos (y matar o simplemente encerrar a uno era una aventura atroz que podía acabar con sus muertes en un mínimo descuido).

"El mundo perdido" siguió esta estela, aunque empezó a colocar más acción ya, y lo mismo la mencionada "Parque Jurásico III" y la primera "Jurassic World" (aunque aquí ya empezaron las columpiadas, el conjunto se mantenía digno y no demasiado absurdo).

Sin embargo, en las dos últimas películas hasta ahora de la saga ya todo se ha desmadrado. Tanto, que son directamente ya unas "Die Hard" con dinosaurios. 

"Jurassic World: Dominion" tiene que jugar ya con los destrozos argumentales de su antecesora, y lo hace además con todo el gusto del mundo. Los humanos conviven con los dinosaurios en el día a día y los protagonistas, tengan la edad que tengan y vengan de donde vengan, no son humanos corrientes: son héroes del cine de acción.

Aquí todo el mundo se salta las leyes de la física, todo el mundo cruza de un edificio a otro en segundos, todo el mundo maneja armas y pilota toda clase de vehículos y todo el mundo se cuela en laboratorios y bases de alta seguridad que están más desprotegidas que una fiesta rave.

Colin Trevorrow vuelve a la saga y el show pirotécnico del absurdo es ya de risa. Vamos a ver toda clase de mamarrachadas de vergüenza ajena: desde dinosaurios de olimpiadas por las calles de Malta hasta motos volando y humanos que usan aparatos eléctricos mojados y calados hasta los huesos pasando por humanos que no se hielan tras nadar en un lado helado o alguien que tira un palo ardiendo a la boca de un dinosaurio y le sale bien la jugada.

Todo es exceso estúpido e injustificado. Blockbuster del malo no: del peor. Porque el primer "Parque Jurásico" era un blockbuster ya, sólo que hay muchas maneras de hacer este tipo de producción.

La trama es una imbecilidad con lagunas tan inmensas que dejan bien claro desde el primer momento que aquí ya todo da absolutamente igual. Hay algunas ideas interesantes y el resto es auténtica basura acompañada de diálogos terribles, humor infantil y situaciones de juego de rol malo.

Ni siquiera los toques nostálgicos como la recuperación de los tres protagonistas principales de la trilogía anterior o del villano de la primera parte ayudan a levantar un poco una película chusca, cutre, que se mea ya con todo el descaro en la esencia de todo lo bueno que tuvo esta vilipendiada y devaluada saga.

"Jurassic World: Dominion" es un truño como la Isla Nublar. Es la penita hecha cine para sacar cuatro cuartos pasando la gorra de la vieja gloria. Espero de verdad que todo se quede aquí: una séptima entrega, por lo menos en estos términos (que me da que son los que repetirían) sería ya una burla. "Parque Jurásico" ha dado todo lo que tenía que dar, y lo dio en 1993. Fin, por favor.

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