James McTeigue empezó su irregular carrera dirigiendo en 2006 la tardía adaptación del cómic "V de Vendetta" de Alan Moore y David Lloyd.
El que la adaptación sea tardía tiene mucho que ver en algunos elementos decisivos que la película presenta y que cambian bastante con respecto a la obra original.
Esencialmente, la distopía que planea está más adecuada a lo que sería una distopía de nuestros días. Se aleja del "1984" de George Orwell para acercarse algo más al "Un mundo feliz" de Aldous Huxley.
"V de Vendetta" es un cómic de los años ochenta. Muchas cosas han cambiado desde entonces hasta 2006, y además hay que tener en cuenta que la tecnología actual es totalmente diferente de la de aquella década, que está mucho más presente en todas partes y que, además, Internet ya está también en los hogares.
McTeigue, con un guión de las hermanas Wachowski, se centra más en crear una distopía donde tiene más poder el consumo adocenado que la represión brutal, donde el ocio idiotizador juega un papel tal vez ligeramente más importante que el de la simple amenaza policial.
El popurrí queda extraño, porque pervive el culto al líder y este culto no queda tan creíble en una sociedad más centrada en la mencionada cultura del consumo y del ocio.
Este no es, sin embargo, el principal problema de la película de "V de Vendetta". El principal problema es que se ha edulcorado todo muchísimo y que, y esto es aún más grave, el mensaje anarquista de Alan Moore no está por ninguna parte (es cambiado por una arenga ambigua y exaltada de rebelión contra el sistema y ya está).
Por si esto no fuese lo suficientemente grave, como he dicho todo está muy, muy suavizado. Ni V es tan sociópata, ni está tan increíblemente herido, ni es tan enigmático, ni Evey está tan desprotegida desde un principio (con lo cual su evolución posterior resulta poco creíble).
Y sí, para colmo y como se imaginan le meten a ambos una historia de amor gratuita y que no viene a cuento. Sí, lo vuelven a hacer.
Hay además otro punto negro: los villanos. Los villanos de "V de Vendetta", que en el cómic estaban llenos de aristas oscuras, aquí se han convertido en seres completamente planos. O son tipos que siguen a un sistema del que dudan pero que tampoco les causa grandes desvelos, o son directamente malos, malos, malísimos (y estandarizados en nazis gritones e histéricos).
La película, a pesar de esto, es entretenida. Y tiene una estética solvente y mantiene las escenas básicas del cómic. No es, tampoco, la peor adaptación que se ha hecho de una obra de Moore.
Sin embargo, una creación compleja, oscura, llena de lecturas, se ha quedado en un producto maniqueo y simplón de Hollywood. Y eso es una lástima.
Entiendo que es difícil adaptar algo como "V de Vendetta", pero lo que me fastidia es que nunca hubo voluntad de hacerlo con una mínima fidelidad ideológica y espiritual.
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