viernes, 31 de julio de 2020

BITELCHÚS. DESPEGA EL PRIMER Y SORPRENDENTE TIM BURTON PRE-BATMAN


"Bitelchús", realizada justo después de la olvidada "La gran aventura de Pee Wee" y justo antes del primer mítico "Batman" de Tim Burton, puso al realizador gótico de Hollywood en el camino al estrellato gracias a su imaginación desbordante y a su divertidísima y sabia combinación de elementos.

Bitelchus (Beetlejuice) no es nada más y nada menos que un exorcista de los vivos en el mundo de los muertos: trabaja echando de las casas "encantadas" a los vivos que las ocupan para que los muertos conserven su viejo hogar de siempre y vivan cómodamente.


La película no es que tenga una trama maravillosa más allá de la original premisa, pero despliega un mundo único y personalísimo (hoy ya demasiado "quemado" por el abuso desmedido que el propio Burton hace de él) donde los muertos llevan existencias completamente cotidianas en un ambiente que bebe del eterno expresionismo y que mezcla la mencionada cotidianeidad (impagable la oficina de funcionarios muertos) con lo grotesco, lo monstruoso y lo macabro pero siempre dentro de un tono alegre y "buenrollista".

Los diseños de los oscuros escenarios son maravillosos, y todavía más lo son los de los personajes muertos que los pueblan, una maravilla de los efectos especiales, del maquillaje, de la plastilina y del marionetismo (me quedo especialmente con los gusanos de la arena, joyitas).


El otro punto que hace a "Bitelchús" una gran película son sus personajes, encabezados por el exorcista de vivos (bioexorcista se llama él mismo) que le da su título: un homenaje a los humoristas histroínicos con un gag constante que mostrar cada segundo que se convirtió en un clásico instantáneo de la cultura popular y que estuvo interpretado por un sencillamente magistral Michael Keaton, que aquí entregó uno de sus mejores papeles: tan conscientemente irritante como cachondo, tan siniestro como tierno.

Los secundarios también destacan: la pareja ingenua y hogareña formada por Alec Baldwin y Geena Davis y la loca familia esnob "invasora" de su casa (más terroríficos que los propios fantasmas) conformada por Catherine O'Hara, Jeffrey Jones y una jovencísima Winona Ryder (que encarna a una niña gótica) también son un dechado de carisma.


"Bitelchús", que tuvo hasta su serie de animación para la televisión, sentó las bases de lo que iba a ser gran parte del cine posterior de Tim Burton y de lo que iban a ser sus particulares mundos, hoy ya fagocitados y refagocitados por el autor, por desgracia bastante perdido artísticamente hablando desde hace ya bastantes años.

Tras esta película, Tim Burton terminó de llegar al estrellado con su primer "Batman" (el cual comenté hace tiempo, con toda su su saga, en esta misma etiqueta).


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