THE WITCHER de Lauren Schmidt - De 2019 a 2020 - ("The Witcher")
Tal vez para muchos mi crítica de la primera temporada de "The Witcher" no tenga ningún valor. Lo digo esencialmente porque, todavía, y por falta de tiempo entre otras cosas, no he leído nada de su saga de libros ni tampoco he jugado a ninguno de sus videojuegos.
Sin embargo, creo que, muchas veces, un buen parámetro para medir si una adaptación funciona o no es el dársela a ver a alguien que hasta ese momento no haya tenido ningún tipo de contacto con ella.
De esta forma, se deja o no en evidencia uno de los grandes errores que tienen algunos traspasos de obras literarias a la pantalla: que están hechos para el fan y, sobre todo, que están hechos teniendo en cuenta de antemano que el público conoce bien las obras previas.
"The Witcher", creada por la productora y guionista Lauren Schmidt, es una serie de fantasía épica que adapta las novelas del mismo nombre del escritor polaco Andrzej Sapkowski.
Como profano total en esta saga, tengo que decir esta primera temporada de su serie me ha parecido mala. Mala, además, en muchos aspectos.
Para empezar, creo que su guión, sin ser terrible, tiene un serio problema con el tratamiento de las líneas temporales. No soy el único que lo piensa. Según me han dicho, en los libros se tratan de esta forma también. Tal vez en los libros funcionen: en la televisión, desde luego, no.
Hasta la mitad de la temporada no descubrí cuáles eran estas líneas temporales. E, incluso más allá, me seguían confundiendo. Están francamente mal construidas, mal hilvanadas, mal repartidas.
Hay hechos que no sabes si son del pasado o del presente. El tiempo pasa y no te enteras, porque ni se te da una pista, ni los personajes envejecen lo más mínimo. Yo he llegado, incluso, a confundir a algunos de estos personajes con otros.
A todo esto hay que sumarle que, según me han dicho amigos que son lectores de la saga, esta temporada adapta varios de sus libros... En diez escasos capítulos.
Si estás familiarizado con la franquicia, tal vez te enteres de todo o de, al menos, parte de lo que estás viendo. Si no, no te coscas de casi nada.
Hay lagunas abismales. Personajes secundarios que son importantes para el protagonista pero no sabes por qué. Hechos que se mencionan y que no sabes cuáles son. Reinos y culturas cuyo conocimiento se da por hecho e intrigas políticas que aparecen apenas esbozadas pero que son no solamente importantes para la trama, sino básicas.
Además, hay otros fallos bastante gordos. Desde secundarios que mueren y a nadie le importan un pito hasta momentos clave confusamente rodados pasando por dramas resueltos a toda prisa.
Finalmente, el aspecto técnico no ayuda a que la serie sea más atractiva. Es correcto en lo esencial, pero necesita más presupuesto (y creo que dado que estamos hablando de una de las sagas fantásticas más famosas de la literatura de los últimos años, pienso que había dinero para invertir).
Hay escenarios bastantes cutres (sobre todo los interiores), y algunas luchas brillantes (como la del primer capítulo) se codean con muchas otras muy flojas o directamente torpes.
Hay también batallas en las que no se llegan a contar ni cien extras (y la cámara no se molesta ni siquiera en disimularlo) y una caracterización muy de carnaval de algunos personajes y criaturas (creo que especialmente los elfos están muy mal hechos).
Los actores y las actrices cumplen, eso sí. Ahora bien, tampoco tienen papelones en los que lucirse: el guión es demasiado flojo como para que uno sólo de los personajes se quede en la retina del espectador.
No me quiero cebar con "The Witcher". No soy una persona "hater", en absoluto. Y, por supuesto, veré todas sus temporadas (siempre termino las series, siempre). Pero es que donde no hay nada que rascar, no hay nada que rascar.
Espero que la siguiente batería de capítulos de esta adaptación de libros míticos mejore tanto en lo que se refiere a guión como en lo que se refiere a aspectos técnicos. Lo necesita, y mucho.
Sin embargo, creo que, muchas veces, un buen parámetro para medir si una adaptación funciona o no es el dársela a ver a alguien que hasta ese momento no haya tenido ningún tipo de contacto con ella.
De esta forma, se deja o no en evidencia uno de los grandes errores que tienen algunos traspasos de obras literarias a la pantalla: que están hechos para el fan y, sobre todo, que están hechos teniendo en cuenta de antemano que el público conoce bien las obras previas.
"The Witcher", creada por la productora y guionista Lauren Schmidt, es una serie de fantasía épica que adapta las novelas del mismo nombre del escritor polaco Andrzej Sapkowski.
Como profano total en esta saga, tengo que decir esta primera temporada de su serie me ha parecido mala. Mala, además, en muchos aspectos.
Para empezar, creo que su guión, sin ser terrible, tiene un serio problema con el tratamiento de las líneas temporales. No soy el único que lo piensa. Según me han dicho, en los libros se tratan de esta forma también. Tal vez en los libros funcionen: en la televisión, desde luego, no.
Hasta la mitad de la temporada no descubrí cuáles eran estas líneas temporales. E, incluso más allá, me seguían confundiendo. Están francamente mal construidas, mal hilvanadas, mal repartidas.
Hay hechos que no sabes si son del pasado o del presente. El tiempo pasa y no te enteras, porque ni se te da una pista, ni los personajes envejecen lo más mínimo. Yo he llegado, incluso, a confundir a algunos de estos personajes con otros.
A todo esto hay que sumarle que, según me han dicho amigos que son lectores de la saga, esta temporada adapta varios de sus libros... En diez escasos capítulos.
Si estás familiarizado con la franquicia, tal vez te enteres de todo o de, al menos, parte de lo que estás viendo. Si no, no te coscas de casi nada.
Hay lagunas abismales. Personajes secundarios que son importantes para el protagonista pero no sabes por qué. Hechos que se mencionan y que no sabes cuáles son. Reinos y culturas cuyo conocimiento se da por hecho e intrigas políticas que aparecen apenas esbozadas pero que son no solamente importantes para la trama, sino básicas.
Además, hay otros fallos bastante gordos. Desde secundarios que mueren y a nadie le importan un pito hasta momentos clave confusamente rodados pasando por dramas resueltos a toda prisa.
Finalmente, el aspecto técnico no ayuda a que la serie sea más atractiva. Es correcto en lo esencial, pero necesita más presupuesto (y creo que dado que estamos hablando de una de las sagas fantásticas más famosas de la literatura de los últimos años, pienso que había dinero para invertir).
Hay escenarios bastantes cutres (sobre todo los interiores), y algunas luchas brillantes (como la del primer capítulo) se codean con muchas otras muy flojas o directamente torpes.
Hay también batallas en las que no se llegan a contar ni cien extras (y la cámara no se molesta ni siquiera en disimularlo) y una caracterización muy de carnaval de algunos personajes y criaturas (creo que especialmente los elfos están muy mal hechos).
Los actores y las actrices cumplen, eso sí. Ahora bien, tampoco tienen papelones en los que lucirse: el guión es demasiado flojo como para que uno sólo de los personajes se quede en la retina del espectador.
No me quiero cebar con "The Witcher". No soy una persona "hater", en absoluto. Y, por supuesto, veré todas sus temporadas (siempre termino las series, siempre). Pero es que donde no hay nada que rascar, no hay nada que rascar.
Espero que la siguiente batería de capítulos de esta adaptación de libros míticos mejore tanto en lo que se refiere a guión como en lo que se refiere a aspectos técnicos. Lo necesita, y mucho.
Terrible...
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