THE MANDALORIAN de Jon Favreau - De 2019 a 2020 - ("The Mandalorian")
El fan de "Star Wars" es un fan entregado pero difícil. Espera con ansia cada nuevo producto de la saga, pero es muy crítico con su calidad. No se suele contentar con cualquier cosa.
La batalla entre los amantes de las precuelas de la saga y los de las secuelas es famosa y brutal en las redes sociales (con las tres películas originales, salvo tal vez, a veces, con "El Retorno del Jedi", no suele haber grandes discrepancias).
A esta batalla hay que sumar las historias que "Star Wars" tiene fuera de lo estrictamente cinematográfico: las novelas (muchas de ellas eliminadas del canon oficial no sin polémica), los cómics, los videojuegos. Para bien y para mal, todos estos productos han hecho del universo de la guerra de las galaxias un universo gigantesco, riquísimo y en constante expansión, que siempre nos sorprende con nuevas posibilidades.
Tal vez la serie "The Mandalorian" sea el producto de la franquicia definitivo y destinado a unificar la opinión de sus fans. Si mantiene su calidad, claro. Pero su calidad en su primera temporada no es alta: es altísima. Es de diez. Casi, de matrícula de honor.
"The Mandalorian", en su primera batería de capítulos, ha sorprendido para bien incluso a los "haters" más "haters" (lo he comprobado en gente que se negaba en rotundo a ver el primer capítulo y que, tras haberlo disfrutado, se bebió el resto en pocos días).
Creada por Jon Favreau, esta serie bucea en un momento histórico de la saga muy poco visitado y lo hace acertando sin cesar en todos sus objetivos.
Su trama, simple y directa pero llena de sorpresas, de recovecos inesperados, es fantástica. Es sencillez hecha arte, y es cariño, y es buen hacer, y es respeto por la franquicia, y es sagacidad a la hora de poner un pie en el pasado y otro en el presente.
Sus personajes son inolvidables. Maravillosos. No sólo el manido Baby Yoda o el protagonista: todos los secundarios, buenos y malos, son geniales. Se meten al espectador en el bolsillo en segundos. Y hay sorpresas: sorpresas muy, muy agradables. Por cierto, todos están interpretados con matrícula de honor. Todo el reparto está brillante.
Pero es que no acaba aquí la cosa: la visualidad de "The Mandalorian" es preciosa. Es muy analógica, es muy tangible, y nos sumerge en planetas bellos, llenos de encanto, con una ambientación a veces sórdida, a veces evocadora. Nos lleva al primer "Star Wars" con pase directo.
Además, están las escenas de acción. Vibrantes, frenéticas, imaginativas. Y el ritmo, que es el ideal, que da su tiempo para que la mencionada acción, el drama, la intriga y la comedia (que también está presente ligeramente, por supuesto) tengan su momento cada uno y para que el espectador lo repose bien todo.
Los capítulos, finalmente, son de treinta minutos. Es muy de agradecer. Se devoran. Se termina uno y se pone rápidamente el siguiente.
"The Mandalorian" es un western espacial redondo, con una banda sonora clavada, con homenajes a clásicos del cine bien insertados además y con aventuras y personajes que se han quedado ya en el imaginario colectivo.
Para mi, si sigue mostrando esta calidad, es el producto perfecto de "Star Wars": respetuoso y a la vez original, visualmente espectacular y hermoso, con una trama y unos personajes totalmente nuevos pero enlazados con el universo que desarrolla y que explica un momento de la historia de este universo que no se había explicado antes.
Creo que esta serie va a ser, si es que no lo ha sido ya, la serie que unirá a los fans del mundo que creó George Lucas más allá de las a veces agrias y feas discusiones sobre las tan amadas como odiadas precuelas y secuelas.
La batalla entre los amantes de las precuelas de la saga y los de las secuelas es famosa y brutal en las redes sociales (con las tres películas originales, salvo tal vez, a veces, con "El Retorno del Jedi", no suele haber grandes discrepancias).
A esta batalla hay que sumar las historias que "Star Wars" tiene fuera de lo estrictamente cinematográfico: las novelas (muchas de ellas eliminadas del canon oficial no sin polémica), los cómics, los videojuegos. Para bien y para mal, todos estos productos han hecho del universo de la guerra de las galaxias un universo gigantesco, riquísimo y en constante expansión, que siempre nos sorprende con nuevas posibilidades.
Tal vez la serie "The Mandalorian" sea el producto de la franquicia definitivo y destinado a unificar la opinión de sus fans. Si mantiene su calidad, claro. Pero su calidad en su primera temporada no es alta: es altísima. Es de diez. Casi, de matrícula de honor.
"The Mandalorian", en su primera batería de capítulos, ha sorprendido para bien incluso a los "haters" más "haters" (lo he comprobado en gente que se negaba en rotundo a ver el primer capítulo y que, tras haberlo disfrutado, se bebió el resto en pocos días).
Creada por Jon Favreau, esta serie bucea en un momento histórico de la saga muy poco visitado y lo hace acertando sin cesar en todos sus objetivos.
Su trama, simple y directa pero llena de sorpresas, de recovecos inesperados, es fantástica. Es sencillez hecha arte, y es cariño, y es buen hacer, y es respeto por la franquicia, y es sagacidad a la hora de poner un pie en el pasado y otro en el presente.
Sus personajes son inolvidables. Maravillosos. No sólo el manido Baby Yoda o el protagonista: todos los secundarios, buenos y malos, son geniales. Se meten al espectador en el bolsillo en segundos. Y hay sorpresas: sorpresas muy, muy agradables. Por cierto, todos están interpretados con matrícula de honor. Todo el reparto está brillante.
Pero es que no acaba aquí la cosa: la visualidad de "The Mandalorian" es preciosa. Es muy analógica, es muy tangible, y nos sumerge en planetas bellos, llenos de encanto, con una ambientación a veces sórdida, a veces evocadora. Nos lleva al primer "Star Wars" con pase directo.
Además, están las escenas de acción. Vibrantes, frenéticas, imaginativas. Y el ritmo, que es el ideal, que da su tiempo para que la mencionada acción, el drama, la intriga y la comedia (que también está presente ligeramente, por supuesto) tengan su momento cada uno y para que el espectador lo repose bien todo.
Los capítulos, finalmente, son de treinta minutos. Es muy de agradecer. Se devoran. Se termina uno y se pone rápidamente el siguiente.
"The Mandalorian" es un western espacial redondo, con una banda sonora clavada, con homenajes a clásicos del cine bien insertados además y con aventuras y personajes que se han quedado ya en el imaginario colectivo.
Para mi, si sigue mostrando esta calidad, es el producto perfecto de "Star Wars": respetuoso y a la vez original, visualmente espectacular y hermoso, con una trama y unos personajes totalmente nuevos pero enlazados con el universo que desarrolla y que explica un momento de la historia de este universo que no se había explicado antes.
Creo que esta serie va a ser, si es que no lo ha sido ya, la serie que unirá a los fans del mundo que creó George Lucas más allá de las a veces agrias y feas discusiones sobre las tan amadas como odiadas precuelas y secuelas.
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