martes, 14 de abril de 2020

POLYTECHNIQUE. UN CRIMEN DE ODIO MISÓGINO NARRADO POR DENIS VILLENEUVE


Ocho largos años tardó Denis Villeneuve en volver a ponerse tras la cámara después de "Maelström", y su retorno fue del todo magnifico.

"Polytechnique" es un drama social que narra los terribles sucesos ocurridos el 6 de diciembre de 1989 en Montreal, en Canadá: en la Escuela Politécnica de la ciudad entró un joven enfermo de odio misógino armado y con el objetivo de matar a tantas mujeres como pudiese.


Villeneuve, canadiense que estudió en la misma Montreal, aprovecha este horripilante suceso acaecido en su país para realizar un estudio del odio certero, lúcido, directo, despojado conscientemente de sentimiento dramático a través de tres personajes (el asesino y dos de las víctimas, una femenina y otra masculina) que reaccionan de forma muy diferente ante el sangriento evento. 

Se retrata el odio puro, el prejuicio demencial, el miedo más aterrador y sobre todo la misoginia más indignante y la locura asesina y delirante derivada de todo esto, al igual que también la lucha por sobrevivir a un trauma desde puntos de vista más positivos unos y más negativos otros.


Denis Villeneuve consigue perfectamente retratar el tremendo impacto que un asesinato múltiple puede crear en el mundo moderno del bienestar, en el que solamente somos partícipes de estos hechos mediante los medios de comunicación. 

Evidentemente la crítica al uso de las armas está ahí soterrada, aunque yo pienso que en este caso es secundaria (y estamos hablando también de Canadá, un país mucho más civilizado y mucho menos obsesionado con las mencionadas armas que su vecino, los Estados Unidos).


"Polytechnique", rodada en un precioso y helado blanco y negro que retrata perfectamente el duro invierno canadiense y que es sobre todo una metáfora de la frialdad del asesino y de cómo el propio director narra los hechos, con un distanciamiento escrupuloso que busca que el espectador diseccione sin juicios la problemática de la cinta, es una obra brutal, que no hace ninguna concesión, demoledora y tan triste como partidaria de la lucha por la superación de los grandes traumas y de las grandes taras sociales de nuestro mundo desarrollado y aparentemente civilizado.

Magnífica tercera película de Denis Villeneuve y su incursión plena en el mejor cine de autor, algo eclipsada injustamente por otras más famosas como "Incendies" o "Prisoners", pero igual de fantástica que ellas. Extremadamente recomendable; de verdad, no se la pueden perder.


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