Publicada en 1949, dos años después de la rompedora "El Señor Presidente", "Hombres de maíz" es considerada otra de las grandes obras maestras de Miguel Ángel Asturias.
También, a la vez, es una de sus novelas más controvertidas por lo extremadamente complejo de su narrativa, su estructura y su trama.
Mientras es incluida en todas las grandes colecciones de clásicos indispensables del "Boom Sudamericano" y de más allá, es a la vez señalada con advertencias que la meten en en la caja del miedo prestigioso en la que están obras como el "Ulises" de James Joyce o "V." de Thomas Pynchon.
"Hombres de maíz" es otra novela puramente social del autor guatemalteco. En ella, denuncia cómo el capitalismo más brutal acaba con el ecosistema de los indígenas de su país: el imperialismo europeo se queda con sus tierras y les condena a la marginación, al hambre, a la pérdida de sus raíces y su cultura y, si se rebelan, a la muerte.
Se contraponen dos mundos: el blanco y el indígena, el de la ciudad y los pueblos y el selvático, y el pasado y el presente.
Miguel Ángel Asturias, apasionado y experto de las culturas indígenas y de la herencia de los mayas, añade otra acepción de estos dos mundos: el mágico y el real; el primero, el de dichas culturas, anclado en sus tradiciones ancestrales, en sus leyendas, y el segundo, el de los explotadores capitalistas, que busca sólo el beneficio económico y que acaba incluso con la esencia del anterior.
"Hombres de maíz", que hace referencia en su título a la creencia de muchos pueblos de Guatemala de que su cuerpo estaba hecho de este vegetal (uno de los grandes pilares de su economía y de su Historia), es una novela tan estimulante como compleja.
Su lenguaje mezcla el español con cientos de términos indígenas (incluye de hecho un apéndice al final del libro que tiene la longitud de un pequeño diccionario).
Su construcción temporal tampoco ayuda: es complejísima, y salta sin cesar de un tiempo a otro. Tampoco lo hacen capítulos larguísimos, llenos de recursos experimentales, de juegos de palabras y expresiones, de sonidos que reproducen el ambiente.
Además, y como he señalado, Asturias cruza la fantasía propia de las mencionadas leyendas indígenas con la trama. El "Realismo Mágico" en el que a veces se la cataloga va más allá de su definición básica aquí, pienso. "Hombres de Maíz" es una novela puramente fantástica y muy metafórica, simbólica, que bucea en los mitos para tratar de definir la identidad nacional de Guatemala como mezcla de pueblos de dos continentes y como tierra asolada desde casi siempre por la violencia.
También hay un elemento básico para comprenderla: el nahualismo; presente en muchas leyendas mesoamericanas. Un nahual era a grandes rasgos una persona que según la mitología era capaz de tomar la forma de los animales.
Es difícil. Es una novela muy difícil, y a veces muy ingrata, con pasajes excesivamente crípticos. Eso la hace también un reto y eso la hace también única.
"Hombres de maíz", aunque ha sido considerada con el paso del tiempo como otra de las grandes creaciones de Miguel Ángel Asturias, no fue aceptada desde el primer momento por el público y por la crítica.
Lo puedo entender. Asturias es uno de mis escritores preferidos y "El Señor Presidente" una de mis novelas indispensables, y a mi me ha costado terminar ésta. Creo también que si eres guatemalteco o si vives en Guatemala captas, posiblemente, muchas más de sus pistas, juegos, sugerencias y alegorías.
La recomiendo, pero para leerla con detenimiento y para personas que ya tengan un conocimiento previo de la narrativa y de los temas habituales de Miguel Ángel Asturias.
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