miércoles, 23 de octubre de 2019

BETTY BOOB. UN LOCO VIAJE A UNA NUEVA VIDA DE SUEÑOS CUMPLIDOS


"Betty Boob" es una joyita magistral y maravillosa. Así empiezo la reseña. Pero es que lo merece este cómic de la francesa Vero Cazot (al guión) y la canadiense Julie Rocheleau (al dibujo). De esta última conozco una obra que tiene muy buena pinta: "La cólera de Fantomas".

El homenaje a Betty Boop, el mítico y entrañable personaje "flapper" de Grim Natwick y Ted Sears, está bien claro y presente en todo momento, pero el juego de palabras que se propicia con él es también clave.


La protagonista es una chica que ha sido mastectomizada. Esto le ha destrozado la vida. Su novio la ha dejado, su trabajo ha empezado a ir muy mal y la depresión la ha golpeado con saña y sin miramientos. Sin embargo, cuando hay puertas que se cierran, hay otras que se abren.

"Betty Boob" es un cómic mudo. O prácticamente mudo. Sus diálogos son escasísimos y cortos: estrictamente están los necesarios. Y fin.


Cazot y Rocheleau nos sumergen en una historia maravillosa de dolor y de autosuperación, de valentía y de amor propio que nos lleva por un periplo tremendamente alocado, lleno de color y musicalidad, que se funde casi con el realismo mágico y que evoca a unos años veinte románticos y llenos de promesas.

Cazot delinea perfectamente la aventura de la protagonista para, con una economía narrativa perfecta, contarla con lo mínimo. Rocheleau sabe plasmarla en un dibujo absolutamente soberbio, tierno, loco, lleno de detalles, con un colorido explosivo y exquisito. El trabajo conjunto de ambas es envidiable.


Las páginas de "Betty Boob" se devoran. Y no solamente porque su ritmo sea endiablado, sino porque su trama engancha desde un primer momento, y conmueve a golpes de dureza pero también de pura maravilla cotidiana.

El drama de las mujeres que sufren una mastectomía es retratado sin paliativos, pero también se deja claro que la vida sigue, y que está llena de posibilidades.


Es además "Betty Boob" un canto a la variedad de los cuerpos, femeninos y masculinos. Pechos grandes y pequeños, figuras delgadas y gruesas, penes grandes y chiquitines. Todo es bello. Todo es hermoso. Todo es sexy.

No me explayo más porque no quiero desvelar más, valga la redundancia, del argumento de esta obra conmovedora y hermosa. ¡Vayan a comprarla! ¡Ya! No se arrepentirán.


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