miércoles, 4 de diciembre de 2024

CARRIE. EL ESPECTACULAR Y MÍTICO INICIO DE LA CARRERA DE STEPHEN KING

CARRIE de Stephen King - 1974 - ("Carrie")

"Carrie" fue la primera novela publicada de Stephen King, aunque realmente era la cuarta que había escrito. Disfrutó de un gran éxito instantáneo que propició la película también célebre de Brian De Palma en 1976 y que hizo paradójicamente que fuese censurada en montones de institutos de los Estados Unidos (a la película le ocurrió algo parecido: fue hasta prohibida en Finlandia).

"Carrie" iba a ser inicialmente un relato para la revista Cavalier que King estaba escribiendo en una época que no fue particularmente buena para él: vivía con su familia en un remolque en el pequeño pueblo de Hermon, Maine, y estaba luchando para hacerse un hueco en el mercado editorial en un contexto de pobreza (era profesor en una academia y no ganaba ni siquiera para tener línea de teléfono).

En un principio, al escritor no le convencía nada el mencionado relato, por lo que acabó desechando las cuatro páginas que de el tenía escritas. Sólo fue por consejo de su mujer Tabitha Spruce que decidió terminarla y ampliarla, porque ella sí veía potencial en esta obra.

La protagonista, Carrie White, está basada en dos chicas que eran habitualmente marginadas y maltratadas en una escuela a la que King iba cuando era niño. Una de ellas tenía además una madre extremadamente religiosa que la oprimía todavía más. El autor pensó, a raíz de estos dos personajes reales, en escribir esta historia de terror y de poderes psíquicos como una especie de "versión invertida" de "La Cenicienta".

"Carrie", organizada de forma epistolar, se centra en una narración en tercera persona sobre la que pivotan extractos de cartas, documentos, entrevistas, artículos o libros. La historia de la protagonista es expuesta desde numerosos ángulos que completan su caso y que exploran el asunto de la telequinesia, del que King se había documentado ampliamente.

Su estilo es potente, dinámico, con metáforas con personalidad. Stephen King es un autor con garra desde sus primeras obras. Los personajes, por otra parte, son humanísimos, perfectamente identificables, desde la protagonista hasta todos los que la rodean.

"Carrie", además, es, como prácticamente todas las obras del autor, un retrato agudísimo, crítico, brutal también, de lo peor de la vida en los Estados Unidos profundos, el escenario que mejor conoce él. El instituto sobre el que todo da vueltas, con sus clases sociales que ya empiezan a ser un reflejo de las clases sociales de la edad adulta, está dibujado con un pincel finísimo que no deja títere con cabeza.

También hay un tema clave en la novela: el fanatismo religioso, que es una auténtica tiranía en muchas familias y que incluso acaba cayendo en el puro maltrato. 

"Carrie" es un debut magnífico que no ha perdido un ápice de actualidad y que todavía hoy sigue sorprendiendo: eso le da, desde mi punto de vista, y visto el tiempo que ha pasado desde aquel 1974, el estátus de clásico no sólo del terror, sino de la literatura en general.

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