viernes, 25 de agosto de 2023

300. UNA BUENA PELÍCULA PERO UNA ADAPTACIÓN INFANTILIZADA Y POCO SERIA

300 de Zack Snyder - 2006 - ("300")

De Zack Snyder he comentado en el blog sus películas de superhéroes para el Universo Cinematográfico de DC, pero todavía no me había puesto con su filmografía fuera de este DCEU. Y voy a apartar momentáneamente a "El amanecer de los muertos", su primer (y excelente) largometraje, por ser un remake del "Zombi" de George A. Romero que colocaré en esta franquicia cuando la comente entera.

“300”, basada en el comic del mismo nombre de Frank Miller (comentado en este blog y en esta misma etiqueta) es la segunda obra de este director y es un polémico hito visual de su década: fue rodada por completo sobre fondos azules y verdes utilizando la técnica del croma y casi todos sus planos tienen algún tipo de efecto especial. Hoy es algo muy habitual: en 2006 era la absoluta novedad.

Dejando a un lado la controversia sobre si esto es o no es cine (debate que todavía sigue abierto, incluso habiéndose convertido ya esta técnica en algo habitual, como he dicho), hay que decir que la segunda cinta de Zack Snyder es en todo momento una muy buena película de acción, a pesar de algunos elementos puntuales que la lastran parcial aunque no totalmente. 

El comic de Miller narraba la gran Batalla de Las Termópilas, en la que trescientos guerreros espartanos murieron luchando fieramente contra los soldados del rey persa Jerjes, que había invadido Grecia. Su sacrificio sirvió para retrasar a las tropas de este imperio y para debilitarlas de cara a las batallas que quedaban por librar, en las que las demás polis griegas aliadas pudieron vencerles definitivamente. 

Lo hacía el autor de cómics norteamericano mezclando acontecimientos y personajes históricos reales con otros inventados que enriquecían extraordinariamente la trama, ambientada en un pasado de aires míticos y estética tan épica como realista, ambigua, colosalista e incluso pulp. 

Fue “300” uno de sus mayores éxitos junto a creaciones maravillosas como las primeras historias de “Sin City”, “El Regreso del Señor de la Noche” ,“Batman: Año Uno”, “Ronin” o sus trabajos con "Daredevil" y "Elektra". 

La película básicamente calca a la obra original, aunque introduciendo algunas variantes en mi opinión nada acertadas. 

La trama es sencillísima: tras una introducción sobre la dura vida en Esparta y la enemistad de toda Grecia con el hostil Imperio Persa, el rey espartano Leonidas parte con trescientos de sus mejores guerreros para parar los pies a las tropas del mencionado invasor Jerjes. 

El resto del filme es ya una interminable batalla que viene alternada con la subtrama de la mujer de Leonidas, que en la propia Esparta intenta acabar con una conspiración persa para hundir a la ciudad (subtrama que en el comic no aparece y que, la verdad, no aporta mucho a la historia). 

“300” hay que verla como lo que es: una película de acción, un espectáculo “pirotécnico” de choque de armas, de héroes tópicos y de discursos tópicos por la libertad y la justicia. Y punto. Por eso es tan disfrutable y por eso, también, no llega a ser la mejor película que podría haber sido. 

Las batallas, rodadas en un estilo colosalista y a veces videoclipero, son realmente impresionantes: frenéticas, brutales, sangrientas, impactantes, excelentemente coreografiadas y, desde luego, no dejan un segundo de respiro al espectador. La excesiva estética está también muy conseguida, sobre todo porque es idéntica a la del comic: los tonos rojos, ocres y sepia dominan un ambiente onírico que remarca el aliento épico y mítico que posee todo. 

Los actores hacen buenos papeles (Gerard Butler empezaba a ser conocido en su rol de Leonidas), y el drama está bien llevado en todo momento, por otra parte. Sí me sobra a veces una horripilante música semi techno en algunos combates, pero se puede perdonar. 

Por desgracia, también tiene algunos puntos oscuros. El principal es el habitual en este tipo de cintas, el que siempre ha hecho estropicios en tantas películas históricas de Hollywood: la maldita manía de “actualizar” a los personajes de manera que piensen y razonen con nuestra moral contemporánea (bueno, con “una cierta moral contemporánea”, mejor dicho). 

Ciertamente, esto lo hacen películas tan buenas como "Gladiator" o "Braveheart". No obstante, ésta en concreto se basa en un cómic que, a pesar de ser también "historia-ficción", evitaba estos anacronismos y trataba de ser, por lo menos en la moralidad de sus personajes, fiel a su época.

Así, nos encontramos aquí a espartanos lanzando discursos por la libertad y la justicia que quedan completamente fuera de lugar en el tiempo en el que viven, especialmente porque los conceptos que tenían de ellas no eran los mismos que los que se tienen hoy. 

La brutalidad guerrera de los espartanos sólo es mostrada en parte por otro lado: quedan más humanizados, menos fríos, más alejados de la imagen que de ellos se da en el mencionado comic, más cercana a la supuestamente real. 

Los persas también cambian: aparecen muy notablemente “malignizados” con respecto a los de Miller (como siempre, en los USA hay que distinguir entre los buenos radicales y los malos radicales). En algunos momentos del filme hasta llegamos a encontrar entre ellos a monstruos horribles como ogros, gigantes con pinzas de cangrejo como manos o un alucinógeno hombre cabra (no sé a quien se le pudo ocurrir meter esas idiotas chorradas completamente fuera de lugar). 

Hollywood no se queda tranquila si no hace las cosas más políticamente correctas, si no lo da todo más masticado, más deglutido. Es lo que hay.

“300” es, no obstante esto, un buen divertimento con todo lo bueno y lo malo que esto trae consigo. Se pasa un buen rato con ella y visualmente es espectacular y muy bella, pero se aleja mucho de la hipnotizante y desprejuiciada visión histórico-fantástica que se daba en el comic de Miller.

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