miércoles, 12 de abril de 2023

HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABÁN. LA MEJOR ENTREGA DE TODA LA SAGA

HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABÁN de Alfonso Cuarón - 2004 - ("Harry Potter and the Prisoner of Azkaban")

Lo que a priori puede resultar un producto de puro encargo (la tercera parte de una saga comercial) con pocas posibilidades de aportar una oportunidad a su director de crear algo con personalidad termina siendo en manos de Alfonso Cuarón una película con impronta artística indiscutible y la mejor de toda la saga de Harry Potter, que evoluciona por vez primera hacia la plena madurez en una trama más seria, oscura e incluso violenta. 

Harry y sus amigos llegan a la adolescencia y por ello sus personajes tienen más dudas y más rebeldía y confusión que en anteriores filmes, mientras que también se aprecian las primeras consecuencias de su despertar sexual y de su primera educación sentimental. 

Por otra parte, los personajes que les acompañan se tornan fieramente ambiguos: antes sólo Severus Snape presentaba claramente un rol lleno de claroscuros; las nuevas adquisiciones, Sirius Black y Remus Lupin, se configuran como dos de los mejores caracteres de toda la serie y hacen gala de unas contradicciones que les hacen tremendamente creíbles y humanos (y los interpretan nada más y nada menos que unos Gary Oldman y David Thewlis que se comen la pantalla). Los demás secundarios nuevos (Peter Pettigrew, Sybill Trelawney...) cumplen muy bien con sus papeles de comparsa, mientras que Michael Gambon lo hace muy bien también como el nuevo Dumbledore. 

La trama de "Harry Potter y el Prisionero de Azkabán" es por otra parte mucho más retorcida que las de los dos filmes anteriores y que bastantes de los posteriores, y presenta enigmas interesantes y bien cuadrados y, además, está llevada con gran ritmo y equilibrando a la perfección el humor propio de la saga, la aventura, el thriller y el drama, que por primera vez aparece retratado en todas sus consecuencias. 

La ambientación se vuelve mucho más oscura, más sombría, y la geografía de Hogwarts y del resto del mundo de J.K. Rowking se vuelve amenazadora incluso (genial el diseño de los Dementores, que pone los pelos de punta a niños y a adultos): todo parece homenajear al terror gótico clásico e, incluso, me atrevería a decir que se encuentran toques del expresionismo alemán en ciertos escenarios. 

Fue una lástima que Alfonso Cuarón no repitiese en la saga nunca más: su aportación es la mejor de todas con diferencia, una película para toda clase de públicos seria, consecuente, artística y que no se ve absorbida por el hecho de pertenecer a una franquicia.

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