martes, 19 de abril de 2022

BRAINDEAD. UN INOLVIDABLE DELIRIO DEL GORE CON LECTURAS SOCIALES

BRAINDEAD de Peter Jackson - 1992 - ("Braindead")

Rodada con tres millones de dólares, “Braindead”, también conocida en España como “Tu madre se ha comido a mi perro”, fue la película que disparó a la fama y al reconocimiento a Peter Jackson por ser, además de una delirante y divertidísima comedia, una de las películas más sangrientas de toda la historia del cine (incluso dentro del propio gore). 

La trama es así de absurda: la madre del protagonista es mordida en el zoo por un mono-rata de la Isla de la Calavera (la isla de King Kong) y se transforma en un zombie que el protagonista intenta ocultar de la sociedad en su sótano. 

Por supuesto, no se puede vivir eternamente así, y no tarda en llegar el desmadre de sangre, miembros y vísceras, coronado por una inolvidable escena final con monstruo enorme y repugnante incluido en la que se derramaron 30.000 litros de sangre artificial bombeada a cinco galones por segundo.

“Braindead” fue censurada en muchísimos países y en otros tantos fue expuesta con escenas cortadas. En Suecia hasta se alquilaba en los videoclubs con bolsitas para vomitar. Tampoco es para tanto (creo)… La película tiene un contentido y una violencia completamente lúdicos: tanto el argumento (sobre madres sobreprotectoras y clasistas, amores no consentidos por estas madres y tíos malvados que buscan herencias ocultas) como la propia violencia sucia son una excusa para el desmadre y para que los espectadores se carcajeen sin parar. 

wLa sola idea de que el protagonista intente ocultar a los zombies de la sociedad ya es delirante (aunque muchos le han extraído dobles lecturas, así como al Complejo de Edipo que se adivina entre el protagonista y su madre o al mencionado clasismo que esta ejerce). 

En “Braindead” se corta, aplasta, mutila, destripa y destroza a un zombie de todas las formas posibles: hachazos, cuchillos, licuadoras, sierras y hasta segadoras de césped. 

El desenlace, a lo “Grupo Salvaje” de Sam Peckinpah, alcanza la media hora de matanza frenética e incesante y me parece un auténtico prodigio del montaje y de la coreografía.

Posiblemente esta, la obra más famosa de Jackson antes de "El Señor de los Anillos", sea la película gore definitiva. Hasta ahora ninguna la ha igualado. Él mismo afirmó que no rodaría una película gore nueva hasta que apareciera otra más sangrienta que esta.

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