jueves, 9 de abril de 2020

THE FAKE. UN TORTAZO BRUTAL Y SIN CONCESIONES AL FANATISMO RELIGIOSO


THE FAKE de Yeon Sang-ho - 2013 - ("Saibi")

Con su segunda película, "The Fake", el surcoreano Yeon Sang-ho demostraba en 2013 que era y es uno de los grandes valores del cine animado de su país después de su brutal y rompedora "The King of Pigs", que de ninguna manera fue flor de un día.

Aquí el estilo de aquella se repite: vuelve la crítica social sin concesiones de ninguna clase, la violencia, el horror cotidiano, los personajes ambiguos y llenos de lados oscuros y el retrato de una Corea del Sur bastante alejada de lo que en el exterior se ve de ella: a pesar de ser un país plenamente desarrollado, arrastra muchas taras de su pasado o de su sistema de clases férreo, tan habitual en tantas naciones asiáticas.


Ahora en concreto el autor ataca sin piedad al fanatismo religioso, conectado directamente con la pobreza material y mental.

En un pequeño pueblo miserable del interior que está a punto de ser abandonado para que se construya una presa, una secta religiosa de timadores desalmados se ha ocupado de sacar todos los cuartos a sus ya de por sí empobrecidos habitantes para la mayor gloria de Dios. 


Ante la pérdida de su riqueza y de sus raíces, lo que les queda es agarrarse al más allá, y lo hacen con toda su fuerza y su locura.

Solamente un hombre en este pueblo apartado, un tipo violento y directamente malo al que nadie quiere, se rebela contra ellos. 

"The Fake" es un retrato del mencionado fanatismo religioso que ataca frontalmente a las iglesias que venden humo para forrarse con el mal ajeno y que es extrapolable a cualquier otro campo (política, ocio, industria sanitaria o farmacéutica, medios de comunicación).


Yeon Sang-ho retrata la decadencia total de una comunidad que se hunde no solamente en la pérdida de la identidad y de la prosperidad, sino en la ignorancia y en el miedo, armas perfectas para controlar a las masas cuando se encuentran desesperadas.

Sin ninguna clase de maniqueísmo, pues todos los personajes son completamente grises (el protagonista principal sin ir más lejos es un maldito borracho maltratador, aunque sea clarividente y valiente por momentos), el director ataca sin piedad y sin cortarse un pelo a la locura religiosa, al machismo, a la corrupción, a la violencia, a la falta de oportunidades, a la despoblación del campo, al egoísmo individual y colectivo, a la opresión familiar, a la manipulación y a la demagogia. 


Todo con su ya característico desencanto y, como he dicho, sin hacer concesiones. Si alguien espera que "The Fake" le de algún respiro en algún momento, que se olvide: como "The King of Pigs" el filme es agrio, desesperado, pesimista, tajante y sin luces al final del túnel. Su desenlace además es una sorpresa que da al espectador un puntapié directo a la mandíbula. 

"The Fake" es otra obra maestra animada de un autor que luego nos siguió regalando obras geniales como "Seoul Station" o la famosa "Tren a Busan".


No hay comentarios:

Publicar un comentario