JEKYLL de Steven Moffat - 2007 - ("Jekyll")
El escocés Steven Moffat es uno de los más famosos creadores de series actuales, autor de la comedia para adolescentes "Press Gang" (conocida como "La Pandilla Plumilla" en ciertos lares), de las comedias de relaciones personales "Joking apart" y "Coupling" y de las adaptaciones de historias de personajes clásicos "Jekyll", "Sherlock" y "Drácula".
"Jekyll" se puede considerar, de una forma una otra, una suerte de anticipo de lo que veríamos en la serie "Sherlock", la siguiente creación de Steven Moffat: uno de los grandes mitos de la literatura es "adaptado" y llevado hasta nuestros días.
La serie, de 6 capítulos, no es perfecta en absoluto, pero presenta toques muy interesantes y, sobre todo, una actuación magistral de James Nesbitt como el aterrador protagonista (imprescindible verla en versión original para poder apreciar todo su buen trabajo).
Steven Moffat entrega un producto notable que es coherente con el mito del Doctor Jekyll y Mr. Hyde con unos buenos diálogos, unos personajes con mucho carisma, una buena ambientación y unos enigmas bien dosificados en un drama sobre la identidad cargado de violencia vistosa y de humor negro.
Le falla cierto desequilibrio entre los capítulos (alguno es verdaderamente flojo, aunque eso lo compensa lo excelentes que son otros) y una trama cuyo punto de ebullición central tarda en arrancar y que a veces avanza a trompicones.
También creo que a la serie le falla su desenlace, que se regodea en cierto tópico bastante manido. Sin embargo, y como he dicho, aún sin ser perfecta tiene más puntos positivos que negativos.
Los personajes de "Jekyll" son, no sólo su protagonista sino todos los demás, lo suficientemente atractivos para atrapar al espectador (la pareja de detectives es absolutamente fantástica), mientras que la trama, que mezcla la esencia del relato clásico con la también clásica historia de conspiraciones y de avaricia y ambición desmedida en el mundo capitalista de nuestros días, se sigue con interés desde el primer momento.
Y como he dicho, James Nesbitt, aunque muchos le acusen de sobreactuar, entrega uno de los mejores papeles de su carrera: como doctor comedido e inteligente lo borda, pero como asesino monstruoso e histriónico hace lo propio y consigue ser el alma de escenas de humor negro absolutamente delirantes y divertidísimas.
"Jekyll" no es perfecta y tal vez fue demasiado corta para poder lucirse más, pero en todos los aspectos es una serie destacada, bien ejecutada y que no hace perder el tiempo al espectador.
"Jekyll" se puede considerar, de una forma una otra, una suerte de anticipo de lo que veríamos en la serie "Sherlock", la siguiente creación de Steven Moffat: uno de los grandes mitos de la literatura es "adaptado" y llevado hasta nuestros días.
La serie, de 6 capítulos, no es perfecta en absoluto, pero presenta toques muy interesantes y, sobre todo, una actuación magistral de James Nesbitt como el aterrador protagonista (imprescindible verla en versión original para poder apreciar todo su buen trabajo).
Steven Moffat entrega un producto notable que es coherente con el mito del Doctor Jekyll y Mr. Hyde con unos buenos diálogos, unos personajes con mucho carisma, una buena ambientación y unos enigmas bien dosificados en un drama sobre la identidad cargado de violencia vistosa y de humor negro.
Le falla cierto desequilibrio entre los capítulos (alguno es verdaderamente flojo, aunque eso lo compensa lo excelentes que son otros) y una trama cuyo punto de ebullición central tarda en arrancar y que a veces avanza a trompicones.
También creo que a la serie le falla su desenlace, que se regodea en cierto tópico bastante manido. Sin embargo, y como he dicho, aún sin ser perfecta tiene más puntos positivos que negativos.
Los personajes de "Jekyll" son, no sólo su protagonista sino todos los demás, lo suficientemente atractivos para atrapar al espectador (la pareja de detectives es absolutamente fantástica), mientras que la trama, que mezcla la esencia del relato clásico con la también clásica historia de conspiraciones y de avaricia y ambición desmedida en el mundo capitalista de nuestros días, se sigue con interés desde el primer momento.
Y como he dicho, James Nesbitt, aunque muchos le acusen de sobreactuar, entrega uno de los mejores papeles de su carrera: como doctor comedido e inteligente lo borda, pero como asesino monstruoso e histriónico hace lo propio y consigue ser el alma de escenas de humor negro absolutamente delirantes y divertidísimas.
"Jekyll" no es perfecta y tal vez fue demasiado corta para poder lucirse más, pero en todos los aspectos es una serie destacada, bien ejecutada y que no hace perder el tiempo al espectador.
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