MIDSOMMAR de Ari Aster - 2019 - ("Midsommar")
Soy un gran defensor de "Hereditary". Me parece una de las óperas primas del género del terror más sobresalientes que he visto en bastante tiempo. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de "Midsommar", la segunda película de su creador, Ari Aster.
Tal vez la tubo que escribir y rodar con prisas. Tal vez estaba agotado de su anterior filme (entre ambos apenas hay un año de diferencia). No lo sé. Pero esta última creación suya hasta ahora me parece una de las bazofias más infumables que he tenido la desgracia de tragarme el pasado 2019.
En "Midsommar", Aster vuelve al asunto de las sectas y de los poderes del más allá, pero ahora nos movemos a la Suecia profunda y norteña, en donde trata de armar un filme de terror ambientado en lo que es un día eterno, en el que no pueda recurrir a la oscuridad para sacarle el partido fácil. Loable intento. Pero se queda en eso: en intento.
Este filme me parece típico, tópico y forzado. Eso aparte de tener un ritmo muy defectuoso y de durar la friolera de 145 minutos de los que sobran por lo menos treinta (y me quedo corto).
"Midsommar" es un "quiero y no puedo" constante. A la media hora, uno se lo sabe de memoria. Es cien por cien predecible desde este momento, y a partir de aquí su único atractivo es tratar de dar un mal rollo "in crescendo" que no logra transmitir por puro aburrimiento y reiteración.
Los primeros momentos dan este mal rollo, ojo. No lo niego. Pero cuando el metraje es tan extenso y cuando el único aliciente de la película es esperar a lo esperable, el interés se pierde por completo y el ritmo se resiente.
Visualmente es preciosa, sí. Y el reparto está muy bien. Y hay puntos interesantes (escasos y concentrados en la primera parte del filme, pero están ahí). Y ya está. El resto, nos lo sabemos de carrerilla.
Ari Aster trata de suplir la falta de alicientes de su segunda película con muchas escenas asquerosas, feístas, sangrientas y truculentas. Detrás de todas ellas, no hay nada. Ni trama, apenas, salvo la primera descripción de personajes y ambientes y una crítica a los fanatismos religiosos evidente y simple.
"Midsommar" es una nada muy bien envuelta. Soy tan duro con ella porque me parece una auténtica tomadura de pelo que encima está disfrazada de pretenciosidad barata. Espero que la tercera película de este prometedor director vuelva al cauce de "Hereditary".
Tal vez la tubo que escribir y rodar con prisas. Tal vez estaba agotado de su anterior filme (entre ambos apenas hay un año de diferencia). No lo sé. Pero esta última creación suya hasta ahora me parece una de las bazofias más infumables que he tenido la desgracia de tragarme el pasado 2019.
En "Midsommar", Aster vuelve al asunto de las sectas y de los poderes del más allá, pero ahora nos movemos a la Suecia profunda y norteña, en donde trata de armar un filme de terror ambientado en lo que es un día eterno, en el que no pueda recurrir a la oscuridad para sacarle el partido fácil. Loable intento. Pero se queda en eso: en intento.
Este filme me parece típico, tópico y forzado. Eso aparte de tener un ritmo muy defectuoso y de durar la friolera de 145 minutos de los que sobran por lo menos treinta (y me quedo corto).
"Midsommar" es un "quiero y no puedo" constante. A la media hora, uno se lo sabe de memoria. Es cien por cien predecible desde este momento, y a partir de aquí su único atractivo es tratar de dar un mal rollo "in crescendo" que no logra transmitir por puro aburrimiento y reiteración.
Los primeros momentos dan este mal rollo, ojo. No lo niego. Pero cuando el metraje es tan extenso y cuando el único aliciente de la película es esperar a lo esperable, el interés se pierde por completo y el ritmo se resiente.
Visualmente es preciosa, sí. Y el reparto está muy bien. Y hay puntos interesantes (escasos y concentrados en la primera parte del filme, pero están ahí). Y ya está. El resto, nos lo sabemos de carrerilla.
Ari Aster trata de suplir la falta de alicientes de su segunda película con muchas escenas asquerosas, feístas, sangrientas y truculentas. Detrás de todas ellas, no hay nada. Ni trama, apenas, salvo la primera descripción de personajes y ambientes y una crítica a los fanatismos religiosos evidente y simple.
"Midsommar" es una nada muy bien envuelta. Soy tan duro con ella porque me parece una auténtica tomadura de pelo que encima está disfrazada de pretenciosidad barata. Espero que la tercera película de este prometedor director vuelva al cauce de "Hereditary".
Bueno... Ni obra maestra ni bazofia. Siempre es difícil cumplir expectativas en un segundo trabajo tan esperado como éste. No sé, tiene mi voto de confianza, pero seguro que puede hacerlo mucho mejor. De hecho, creo que del arranque, sin salir de ahí, había un film mucho más interesante...
ResponderEliminarUn saludo.
Para mi Midsommar es una obra maestra increíble. Hereditary me encanta pero la película del año pasado es para mi Midsommar de cabeza. Para gustos colores claro,pero llamar bodrio a un peliculón así me parece muy atrevido y basado sólo en el gusto personal.
ResponderEliminarYo es que soy una persona muy atrevida :) No me baso sólo en el gusto personal: expongo claramente por qué me parece un bodrio en la crítica. Doy mis razones una por una. :)
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