En los últimos años, el escocés Mark Millar se ha convertido en uno de los escritores de cómics más rentables de los USA. Tanto, que incluso ha creado su propio universo, en el que conviven algunos de sus personajes más famosos: el "Millarworld".
Obras fantásticas como "Superman: Hijo Rojo", "Kick-Ass", "Némesis", "Superior" o sus contribuciones a sagas de "La Cosa del Pantano", "The Ultimates" o "Los Cuatro Fantásticos", para DC o Marvel, le han situado en un podio de prestigio y superventas tan alabado como criticado por algunos.
Hay una obra suya que creo que permanece, a pesar de su fama, más injustamente olvidada que otras, y esa es "1985", una de sus creaciones más sentidas y personales.
Estamos acostumbrados ya, gracias a series como "Stranger Things", a las producciones que explotan la nostalgia de los años ochenta, una década en la que muchos (yo incluido) fuimos niños o adolescentes. En 2009, sin embargo, cuando esta moda estaba empezando todavía, Millar creó este cómic fantástico.
1985 fue un año especial para él: tenía dieciséis años, valga la redundancia, y disfrutaba de la frescura de unas sagas en los universos de Marvel y DC que fueron únicas en su momento. A estas sagas, y en concreto a la mítica de "Secret Wars", de la compañía de los Vengadores, homenajea.
Este cómic nos hace viajar al año que le da título para narrar la historia de un adolescente hijo de padres divorciados (uno de los grandes "dramas" de los ochenta, presente en muchas películas de entonces) y que descubre una conspiración interdimensional en la que están implicados nada más y nada menos que los villanos del universo "real" de Marvel.
Dibujado por un genialísimo Tommy Lee Edwards y escrito por un Mark Millar en estado de gracia, que transpira pura ilusión en cada viñeta, que se divierte y vive este proyecto que homenajea a su infancia, "1985" es una mini-serie preciosa, sentida, emotiva, y no solamente para los que fueron jóvenes en esa década ahora tan de moda.
Los personajes tienen carisma, los dramas que viven son perfectamente reconocibles, los homenajes están colocados de forma divertida y su mensaje es un canto al poder sanador del arte y de la imaginación que conmueve de verdad.
"1985" es corta, directa, simple (que no simplona), cargada de acción, y además fusiona géneros (tiene su toque de aventura y su toque de terror también) con la facilidad pasmosa y la falta de fisuras con la que fusiona universos.
Si te gustan los cómics, si te gusta ese sensación deliciosa de volver a ser un niño, esta obra, para mi una de las capitales de Mark Millar, es para ti. En serio: es una joyita del cómic de arriba abajo.
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