miércoles, 24 de julio de 2019

GIGANTOMACHIA. UN DIGNO CUENTO CONTRA LA GUERRA DE KENTARO MIURA


GIGANTOMACHIA de Kentaro Miura (De 2013 a 2014) - ("Gigantomachia")

Kentaro Miura es un autor tan adorado como criticado. Criticado, no porque su obra sea mala, sino porque la principal de ellas, "Berserk", lleva desde 1989 sin terminar y sujeta a continuos atrasos y parones.

No en vano, algunos le llaman ya "el George R.R. Martin del manga", aunque hay otros cuantos por ahí que se ganarían sin problemas este título.

En uno de estos mencionados parones, entre 2013 y 2014, publicó "Gigantomachia", una obra corta y autoconclusiva que en España tenemos en las estanterías desde hace pocos meses.


Tengo que decir que me ha parecido, en general, notable. Corta pero directa y concisa, imaginativa, bella y lírica y con una muy bien cuadrada economía de medios (amén de un dibujo "marca de la casa", es decir: totalmente espectacular).

Miura se inspira en la mitología grecolatina para construir una historia post-apocalíptica ambientada en un futuro muy lejano en el que la humanidad se ha fusionado con otras especies en delirantes parajes de fantasía pesadillesca.

La original estética y la ambientación de "Gigantomachia" me recuerda mucho a cómics como "El ataque a los titanes" de Hajime Isayama o "Nausicaä del Valle del Viento" de Hayao Miyazaki.


Una pareja de protagonistas con un gran carisma (un guerrero llamado Delos y una joven con poderes llamada Prome) y que se complementa perfectamente vaga por este mundo y se topa con uno de sus originales pueblos, que está en guerra contra un brutal y tiránico imperio humano.

El creador de "Berserk" se vale de estas premisas para construir una fábula sobre el cambio y los ciclos de la naturaleza y de las especies, sobre el cuidado del planeta y, especialmente, sobre los horrores de la guerra, uno de los asuntos centrales también de su obra más conocida.


En un ambiente de violencia y de genocidios, de guerras interminables, de injusticias y matanzas entre razas diferentes, sólo el perdón puede acabar con el odio y con la brutalidad: el perdón que proviene de la empatía, de comprender que el enemigo es una persona presa también de circunstancias que no puede controlar y que sufre tanto o más que uno mismo.

Sin ser un dechado de originalidad, "Gigantomachia" funciona por el buen hacer de Kentaro Miura, que parece haber tomado de buena gana otro más de sus respiros de la mencionada "Berserk" para preñar de cariño una historia sentida, con sorpresas, agridulce y melancólica pero muy bien llevada y desarrollada para estar contenida en un sólo tomo.


El dibujo, como he dicho, es absolutamente espectacular. Las extrañas criaturas, a caballo entre lo fascinante y lo grotesco (otra de las marcas de la casa de este creador), los cautivadores escenarios y sobre todo las luchas de gigantes, espléndidamente coreografiadas, con potencia a raudales, hacen del disfrute de este cómic un disfrute verdaderamente delicioso.

"Gigantomachia" no es un manga imprescindible, pero como cuento de aventuras con mensaje moral funciona, y muy bien. Y, sobre todo, sabe cautivar en muy pocas páginas con propuestas llenas de buen hacer y con una estética de una originalidad y calidad intachable. 



Eso sí, no podemos evitar pensar, tras disfrutarla, en ese "Berserk" que lleva treinta años muerto de risa, dando vueltas y vueltas sobre unas tramas y sub-tramas que no hacen más que aumentar y perder calidad poco a poco y, lo que es peor, sin visos de terminar de una vez.

Creo que el manga de Gatsu y sus amigos se ha convertido en la bendición y a la vez en la maldición de este autor.


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