EL CETRO DE OTTOKAR de Hergé - De 1938 a 1939 - ("Le sceptre d'Otokkar")
"El cetro de Ottokar" es otro álbum más de las aventuras de Tintín inspirado en hechos contemporáneos del momento: éstos, ahora, demasiado cercanos a Hergé, que en agosto de 1938, cuando empezó a trabajar en sus páginas, veía con temor la política expansionista de la Alemania nazi, a la cual satirizó (particularmente en esas fechas al llamado Anschluss, la anexión política de Austria por parte de dicha Alemania en aquel mismo año).
Para esta ocasión volvió a inventar naciones enfrentadas, como en "La oreja rota": ahora Syldavia y Borduria, ambas localizadas en los Balcanes, y la primera de ellas amenazada por la segunda y por un golpe de estado desde su interior. Borduria sería la representación satírica de la referida Alemania de Adolf Hitler (aunque en álbumes posteriores se fusionaría con elementos de la Unión Soviética de Iosif Stalin) y Syldavia sería un pequeño país inspirado en una mezcla de países balcánicos reales y de otros como Chequia, Eslovaquia o Polonia.
Hay en este álbum un "worldbuilding" absolutamente espectacular, posiblemente el mejor de toda la serie. Borduria aparece esbozada solamente todavía (lo que refuerza su papel como agente del mal -aplicable tanto a Hitler entonces como a Stalin luego, como he dicho-) pero Syldavia está construida y desarrollada con una riqueza de orfebrería: vamos a conocer su capital, sus ciudades, sus paisajes, sus vestidos, sus costumbres y hasta su lengua y su historia (y Hergé lo va a acompañar incluso con un prospecto de viaje que es una maravilla). Una matrícula de honor a él en este aspecto especialmente.
No obstante, hay también que decir que esta ficticia Syldavia es también una metáfora de la propia Bélgica ante el avance de los nazis: el rey syldavo Muskar XII se parece bastante además al entonces rey de Bélgica, Leopoldo III. Críticos han remarcado que Hergé fue muy valiente con este álbum, especialmente por las represalias que podría haber tenido si los nazis finalmente ocupaban su país (como al final ocurrió).
Comentado todo esto, hay que añadir que "El cetro de Ottokar" es otra aventura genial del personaje que combina perfectamente dicha aventura con el thriller y que, llena de ritmo (aunque un poco menos que la frenética y anterior "La isla negra"), nos lleva por peripecias constantes por estos Balcanes de fantasía mientras despliega una trama política inolvidable cargada de conspiraciones, traiciones, intrigas palaciegas, viejas costumbres usadas para hacer el mal y extrañas y divertidas casualidades (el humor está presente, por supuesto, como siempre).
También aparecería por primera vez otro de los secundarios recurrentes de la serie: la soprano Bianca Castafiore, prácticamente el único personaje femenino con una mínima importancia de todas las aventuras de Tintín.
Publicada inicialmente como "Tintín en Syldavia" en el habitual Le Petit Vingtième, "El cetro de Ottokar" (nombre que adoptaría ya republicada en Casterman) sería la primera historia del periodista llevada al mercado inglés y la última íntegramente sacada en el suplemento de dicho diario, que cerraría forzadamente en 1940 cuando efectivamente los nazis ya se habían adueñado de Bélgica.
En 1947, tendríamos una nueva versión de este álbum, ya la definitiva, reorganizada por el gran Edgar P. Jacobs. El siguiente cómic de Tintín sería "Tintín en el país del oro negro", que quedó interrumpido en el mentado año 1940 debido al cierre de Le Petit Vingtième. Hergé lo dejaría inacabado ocho años y pasaría directamente a "El cangrejo de las pinzas de oro". De esto hablaremos cuando corresponda comentar dichos álbumes.
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