RED de Domee Shi - 2022 - ("Turning Red")
Pixar se me repite. Lo afirmo ya sin ningún género de dudas. Se me repite, y desde hace una década. En 2012 le metieron un turbo al tema de la familia biológica y llevan explotando este tema de una forma abusiva y que ya cansa, esencialmente porque prácticamente siempre es políticamente correctísima.
"Brave", "Inside Out", "Coco", "Los Increíbles II", "Onward", "Soul" y ahora "Red" tratan prácticamente el mismo asunto con pequeñas variantes (a veces, ni eso). La relación de padres y/o madres con hijos/hijas que acaba en comprensión mutua (pero siempre pasando por la aprobación del padre o de la madre) se me repite ya más que el ajo (independientemente de que las películas sean buenas o no, porque algunas como "Inside Out" o "Coco" son verdaderamente magníficas).
Lejos quedan obras como "Ratatouille", "Wall-E" o "Up", que siempre tenían una temática nueva, una lectura nueva, un punto arriesgado dentro incluso de que su público potencial (niños, pero también un amplio espectro de adultos en busca de la referencia adulta, valga la redundancia) es difícil de contentar como conjunto.
"Red", de Domee Shi, autora de ese maravilloso cortometraje que fue "Bao", es la nueva película del estudio, que... Sí, va otra vez de una relación entre una madre y su hija. Otra vez. Otra... Vez.
No obstante, sí tengo que decir que, aquí por lo menos, hay un giro diferente. No es tan políticamente correcta como otras obras anteriores de esta manida, manoseada y reseteada mil veces temática. Y cierro ya la boca, porque no quiero caer en el spoiler.
"Red" nos lleva a la adolescencia de una niña en el año 2002 (coincide con la de la directora, nacida en 1989) y a este periodo extraño y conflictivo por el que todo el mundo ha pasado y en el que se forma nuestra personalidad.
El filme trata, como he dicho, la relación de dicha adolescente con su madre, dominante hasta la tiranía, insoportable, y también el descubrimiento de la entrada en la edad adulta o la reafirmación de la amistad y de su poder salvador.
Todo está llevado con mimo, con buen hacer, y la animación es técnicamente excelente, como siempre, y el humor funciona y hay diálogos y gags inteligentes, marca de la casa de Pixar. Y, como he dicho, hay un giro novedoso en la relación de las dos protagonistas que la aleja de la cansina corrección política de las últimas obras del estudio en este aspecto.
No obstante, "Red" también me parece una película que, en la colección de este compañía, es claramente menor. Es predecible, y tampoco es que arriesgue demasiado. Es para un público adolescente o púber, pero le faltan grandes dosis de ese humor y ese drama que encandila a los adultos de toda edad.
La vi con agrado todo el metraje y me congratulé de que por fin, y de una maldita vez, Pixar se atreviese a virar un poco su último rumbo, pero tampoco me ha marcado especialmente ni por ningún momento especialmente emotivo ni por ningún chiste o frase especialmente graciosa.
"Red" es una película aceptable, funcional, casi de cadena de montaje (visto el último Pixar, así lo pienso), pero está lejos, lejísimos, de las grandes obras de los creadores de sagas como "Toy Story" o "Buscando a Nemo" o de las mencionadas "Ratatouille", "Wall-E" o "Up".
Creo de verdad que Pixar tiene que cambiar un poco su última rutina. No favorece al arte en libertad, no aporta ya nada y devalúa los últimos años de un estudio de animación que ha sido mítico y que todavía lo es pero que está dando muestras de un evidente cansancio en las temáticas y en el abordaje flojito y sin crítica de estas temáticas.
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