SNAKE EYES: EL ORIGEN de Robert Schwentke - 2021 - ("Snake Eyes: G.I. Joe Origins")
El caso de Robert Schwentke es curiosísimo: lo mismo te hace una pedazo de obra maestra como "El capitán" (comentada en esta misma etiqueta del blog) o una tan arriesgada e independiente como "Séneca" que bodriazos como "Plan de vuelo: Desaparecida", sus entregas de la saga de "Divergente" o este spin-off terrible de la de "G.I. Joe" que comentamos hoy.
Hay una cosa que sí que hay que salvarle a "Snake Eyes: El origen": tiene una fotografía estupenda de Bojan Bazelli y es bastante menos ridícula que las dos películas anteriores de su saga, que son verdaderamente lamentables sin redención.
Estamos ante una precuela que cuenta el origen de los dos ninjas famosos de los G.I. Joe, el blanco y el negro, y todo lo que nos cuenta nos lo sabemos de memoria. El filme, como he dicho, es menos ridículo que "G.I. Joe" y que "G.I. Joe: La venganza", pero por contra es una obra absolutamente desganada, pero a niveles gordos, gordos.
Parece que Schwentke es plenamente consciente de que esto es un producto de encargo, de usar y tirar o de temporada en su peor definición, y se limita a rodar para cumplir y listo.
"Snake Eyes: El origen" no tiene emoción, ni sentido del drama, ni una trama en la que algo o alguien importe lo más mínimo. Todo da igual y todo te da igual: actores desganados, historia lineal y predecible (te la sabes de memoria desde el minuto uno, como he mencionado), diálogos sin alma, sorpresas pasotas y aburrimiento, mucho aburrimiento, porque dos horas en este plan son verdaderamente insufribles.
zNi las escenas de acción son maravillosas siquiera: qué menos se le puede pedir a este tipo de producto. Hemos pasado del show pirotécnico diarreico de sus antecesoras a una línea recta sin color y sin vida donde van pasando las cosas y de repente ya ha terminado todo.
"Snake Eyes: El origen", la última película de esta saga hasta la fecha, es un desastre por diferentes razones que sus mencionadas compañeras pero es un desastre también, y tan estrepitoso como éstas. Soporífera, sin personalidad, sin nada humano: parece el trabajo de una IA, en serio. Para echarte la siesta te servirá.
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