lunes, 1 de febrero de 2021

EL SATIRICÓN. UNA "POMPEYA LITERARIA" Y LA PRIMERA NOVELA PICARESCA OCCIDENTAL

EL SATIRICÓN de Petronio - Siglo I d.C. - ("Satyricon")

Hoy reseño una de esas obras que nos han llegado inacabadas a causa de los estragos del tiempo y de la historia: "El Satiricón", atribuida con polémica a alguien llamado Petronio que vivió en el siglo I d.C. en Roma.

Esta novela es una de las primeras que se han conservado de la literatura mundial y de ella se han escrito y se escriben ríos de tinta. Sí es comúnmente aceptada como el primer ejemplo, por lo menos en occidente, de la llamada novela picaresca, y sí se ha probado también que fue totalmente innovadora en la Antigüedad.

Hay muchas teorías sobre la identidad de Petronio. La primera principal dice que fue un intelectual de clase alta que vivió bajo la tiranía de Nerón, ante el cual cayó en desgracia, lo que le llevó a suicidarse (no sin antes enviar al emperador un escrito satírico enumerándole todas sus depravaciones bajo un pliegue sellado).

La segunda principal presupone que Petronio fue un hombre igualmente culto y acomodado que vivió durante la Dinastía Flavia, posterior a la caída y a la muerte del mencionado Nerón. 

Además de estas teorías existen bastantes más, pero no soy un experto en este asunto del que no se sabe casi nada y sobre el que los académicos todavía discuten.

De "El Satiricón" nos ha quedado poco, muy poco. Apenas poco más de doscientas páginas en la edición que yo manejo (la de Cátedra Letras Universales de Julio Picasso). No conocemos su inicio y tampoco conocemos su desenlace. No conocemos el porqué de que los personajes estén donde están ni el de muchas de sus actuaciones, que se explicaban o sugerían supuestamente en los pasajes perdidos.

Esta novela mezcla la prosa con el verso, y también el latín culto con el latín vulgar. De la misma manera, narra varias historias independientes dentro de su historia principal, unas mitológicas, otras populares. No era, supuestamente, algo muy común en la Roma Antigua hacer esto, o por lo menos no nos han quedado otras obras que atestigüen lo contrario.

Abunda además en "El Satiricón" la parodia tanto de los grandes clásicos griegos como de los latinos, usada muchas veces como mofa. Es una obra única, personalísima, inclasificable entre todo lo que el paso de la historia nos ha dejado de su tiempo.

La trama que conservamos es errática debido a todo lo que hemos perdido de ella. Los protagonistas principales son un trío de jóvenes (Encolpio, Gitón y Ascilto) que viven desventuras de todo tipo entre una ciudad no identificada de la Campania y la ciudad de Crotona (de una a otra harán dos de ellos un accidentado viaje en barco). Posteriormente, se incorpora a la trama también como protagonista Eumolpo, un personaje de edad bastante más avanzada que gusta de recitar poemas.

Petronio describe el vagabundeo de estos personajes de una forma tan naturalista que reconocemos en ellos actitudes y pensamientos que no están nada lejanos de los nuestros. Tenemos amor y desamor, odios y rencillas, envidias, hipocresía, picaresca, superstición, frustración sexual, crueldad, violencia. La descripción psicológica es redonda, humanísima.

Tenemos, también, un retrato de la sociedad romana imperial tan certero y rico como brutal y desternillante. "El Satiricón" es una comedia canalla y delirante, pero también es un cuadro muy oscuro de una época muy oscura.

Petronio se burla de todo y de todos y pone de relieve la decadencia de una Roma que domina casi todo el mundo conocido de sus alrededores pero en la que las clases marginales viven constantes penurias.

Los protagonistas, vagabundos que a menudo huyen de la justicia o de acreedores, son jóvenes o ancianos pobres que sobreviven de trapicheos y de golpes de suerte en una sociedad violenta e hipócrita en la que no encuentran su lugar (no por esto son seres sufrientes y perfectos; más bien todo lo contrario: salvo Gitón, todos ellos son carotas y falsos, interesados, crápulas, caraduras y egoístas).

"El Satiricón" es una novela de las clases bajas, y los únicos personajes que aparecen que tienen posiciones acomodadas (como el mítico Trimalción) son puestos en la picota y criticados con burlas despiadadas e inmisericordes.

La mayor parte del resto de los caracteres son vagabundos y pillos, bohemios por obligación, libertos o directamente esclavos. Quien no vive con la pobreza al cuello constantemente, vive aplastado por amos tiranos, aleatorios o crueles.

Es famoso, junto a los protagonistas principales de la novela, el célebre y mencionado Trimalción (el único de ellos que tiene riquezas), que es el protagonista, valga la redundancia, de la parte más extensa que se ha conservado de toda la obra: el grandioso banquete que da en su casa, al que Encolpio, Gitón y Ascilto son invitados.

Trimalción es un liberto que está, literalmente, podrido de dinero. Tiene tantas posesiones que muchas de sus fincas ni siquiera las ha visitado y que no conoce en persona a la mayoría de sus esclavos. Y su retrato es un retrato satírico brutal e inmisericorde, absolutamente delicioso, en el que Petronio destapa sus esencias.

Trimalción es un hombre pedante y pretencioso que vive para aparentar y para presumir de su riqueza y de su buen gusto. Organiza fiestas multitudinarias donde se derrocha sin cesar, habla sin parar de él mismo y sólo de él mismo y exhibe una cultura que no tiene (confunde sin cesar los mitos literarios de su momento porque en realidad es una persona bastante analfabeta).

Sorprende especialmente el trato aleatorio que da a sus esclavos, a los que maltrata por faltas a veces nimias, y sorprende esta falta total de empatía precisamente porque él, liberto enriquecido tras su liberación, fue también un esclavo en un momento de su vida (a pesar de que, para presumir de bondad, ha dejado escrito en su testamento que, cuando muera, todos los suyos sean liberados).

¿Quién sería Trimalción? Estoy seguro de que Petronio se burlaba en esta parte de su novela de algún contemporáneo suyo de las clases altas. Es, sea como fuere, un personaje tan redondo, tan real, que hoy sigue siendo perfectamente reconocible (¿cuánta gente rica y presuntuosa, cuanta gente "hecha a sí misma", se vanagloria en nuestros días de su posición social sin ningún tipo de empatía para con quien ha tenido menos oportunidades o menos suerte?"). 

Junto con todo esto, "El Satiricón" es también un documento impagable sobre la vida en la Roma Imperial. Sus clases sociales, sus edificios y sus calles, sus costumbres, sus ropas, sus comidas, sus fiestas, sus juegos y espectáculos. No erra en absoluto quién dice que esta novela es "una Pompeya escrita". 

Ha sido también reconocida, por otra parte, como la primera o una de las primeras "novelas gay" de la historia por la homosexualidad de muchos de sus personajes (no obstante, la gran mayoría de ellos no son realmente homosexuales, sino bisexuales).

La sociedad romana era una sociedad brutal y cruel, pero sí que era más tolerante en este aspecto que muchas que vinieron después (cuando el Cristianismo se asentó, sabemos que todo esto cambió, por lo menos de puertas para afuera).

Hay que señalar que las mujeres tienen también protagonismo esta novela, aunque hay que recalcar igualmente que prácticamente todos los personajes femeninos son secundarios y que hay en sus retratos mucha misoginia (la sociedad romana era bastante machista y misógina, como la griega de la que tanto bebía).

"El Satiricón" fue, al parecer, muy popular en su momento. Sobrevivió por suerte a la Edad Media escondida en bibliotecas particulares o especiales debido a su contenido sexual y pagano y volvió a estar disponible para el público en 1664 en Francia. Hoy, es una obra magna total y absoluta. 

Por cierto que recomiendo también su adaptación cinematográfica, llevada a cabo por el gran Federico Fellini en 1969: es bastante diferente en muchos aspectos a esta obra y tiene un tono más oscuro y surrealista, pero merece la pena.

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