miércoles, 15 de julio de 2020

LA HOJARASCA. EL DEBUT DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y EL DEBUT DE MACONDO


He comentado en este blog tanto "El coronel no tiene quien le escriba" como "La mala hora" de Gabriel García Márquez. He reseñado también su libro de relatos "Los funerales de la Mamá Grande".

Estos tres libros están enmarcados en el ciclo de Macondo, su pueblo ficticio famoso, aunque las dos novelas están ambientadas en otro pueblo que parece serle bastante cercano geográficamente (y que por supuesto está emparentado con su historia y con muchos de sus personajes).


Antes de comentar "Cien años de soledad", su novela cumbre y la que le hizo célebre del todo, quería reseñar la primera de ellas, que he releído estos días y que había dejado para esta ocasión: "La hojarasca".

Menos perfecta que las dos posteriores, esta novela corta supuso el debut del autor colombiano en la obra más larga. Y ésta sí que está ambientada en el propio Macondo.

"La hojarasca" es un laboratorio de pruebas en el que García Márquez experimenta con su mundo posterior, que llegaría a ser riquísimo y una alegoría de la Colombia e incluso de la Sudamérica de los siglos XIX y XX.


Encontramos en este libro muchos de sus temas habituales. El esencial: las relaciones humanas podridas en un lugar donde la sociedad está dividida por los rastrojos de una guerra y por el tajo político radical que ha quedado tras ella y, también, por el capitalismo brutal de las compañías de frutas extranjeras.

"La hojarasca" está narrada, al contrario que las mencionadas novelas siguientes del autor, en primera persona.


Tres personajes guían la trama: un niño, su madre y su abuelo. Y la trama comienza a desplegarse con la muerte de un médico de Macondo que llevaba diez años esclaustrado en su casa, sin salir y sin ver a prácticamente nadie, tras un hecho que se irá progresivamente desvelando.

Gabriel García Márquez nos habla por primera vez de hipocresía, de insolidaridad y egoísmo, de violencia atávica y política, de dictadura, de oscurantismo y fanatismo religioso, de pobreza, de machismo, de frustración vital, de personas condenadas a destinos amargos.


El ambiente de Macondo también empieza a perfilarse. Es un ambiente cerrado y a la vez luminoso, colorido pero amenazante, donde el calor se puede sentir y tocar, donde las calles desiertas a la hora de la siesta esconden casas en las que reinan oscuras historias y secretos.

Hay también aquí, por vez primera, un poso de realismo mágico, e igualmente ya aparecen mencionados personajes que serán muy importantes en historias posteriores del autor, como el famoso coronel Aureliano Buendía.


"La hojarasca" es una novela que no es perfecta. Su narrativa se atropella un poco a veces, y hay algunas incoherencias (especialmente con respecto a todo el universo posterior que se iba a empezar a articular en torno al omnipresente Macondo y sus alrededores). Es también la primera novela del autor: es normal.

Sin embargo, es corta, es ágil y ya da muestras del genio incipiente del escritor que nos traería obras tan maravillosas e inolvidables en los años siguientes. Recomendable, desde luego.


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