Según he leído, ni el actor Thomas Jane ni el director Jonathan Hensleig quisieron repetir en la que iba a ser originalmente la secuela del "The Punisher" de 2004, película que no había gozado ni del beneplácito de los fans del cómic del personaje de Marvel ni del público en general.
Y como dicha película había pasado sin pena ni gloria y además era mala, todo se arregló haciendo esa cutrería que ahora se ha puesto tan de moda en el mundo de los superhéroes y de más allá: reinicar la franquicia aunque entre el filme "antiguo" y el "moderno" haya escasos años de diferencia.
Sin embargo, como estos reinicios tempranos son polémicos, sobre todo para los fans de los personajes (a unos les parecen justos, sobre todo cuando las películas son malas, y a otros no les gustan nada), con "The Punisher: War Zone" se rodó una película que tanto puede ser un reinicio como una secuela.
"The Punisher: War Zone" cuenta una aventura del personaje que nada tiene que ver con la anterior pero que sin embargo guarda algunos puntos en común con aquella, aunque se cambien algunas cosas (no en vano, en algunas webs incluso está registrada como "The Punisher II: War Zone"). Que cada cual elija lo que le gusta más.
"The Punisher: War Zone", dirigida por Lexi Alexander, otro realizador mediocre, puede ser, en conjunto, la mejor de las tres películas sobre el personaje, aunque tampoco da la talla para llegar a ser una buena película.
Desde luego, el mejor Punisher de los tres del cine (y para muchos también contando el del UCM) es sin ninguna duda éste, que ahora está interpretado por Ray Stevenson, un actorazo (visto en series como "Roma", "Dexter" o "Black Sails" o en películas como la saga de "Thor") que da tanto el físico como la talla de violencia del personaje.
Porque aquí por fin El Castigador castiga de verdad: es violento, es bruto, es bestia y sobre todo en sus aventuras salpica la sangre con alevosía y hay hasta un toque gore por ahí. Este SÍ es el célebre antihéroe de Marvel.
Por otra parte, el villano de la función, Jigsaw, es por fin lo suficientemente contundente y malévolo (y feo y asquerosito) para hacerle sombra el héroe (y además Dominic West lo interpreta muy bien).
Sin embargo, ¿qué le falla a este tercer Punisher? Pues lo de siempre: otra vez el guión. La película se puede ver mucho mejor que las dos anteriores, pero resulta igual de olvidable y predecible, y los diálogos siguen sin ser buenos y las escenas de acción aunque son más sangrientas siguen sin emocionar.
Vergüenza ajena no da, desde luego, y por lo menos distrae (cosa que las otras dos no hacen), pero "The Punisher: War Zone" sigue siendo una película que no es buena; no es tan mala como las otras, pero no es buena. Una pena. La salvación del personaje está, pienso, en la versión de Jon Bernthal.
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