The Punisher, uno de los antihéroes más famosos e interesantes de la casa de Marvel, tampoco ha sido uno de los personajes más afortunados de esa compañía en lo que a adaptaciones cinematográficas se refiere.
No obstante, sí ha sido bastante mejor su versión del Universo Cinematográfico de Marvel, donde apareció en la serie "Daredevil" interpretado por Jon Bernthal y donde acabó al final teniendo su propia serie, actualmente y por desgracia cancelada y en espera de ver si vuelve y en qué condiciones vuelve.
"The Punisher" de 1989 (llamada "El vengador" en España) es la primera versión de este personaje para la gran pantalla y es una de esas tres películas basadas en superhéroes de Marvel que llegaron entre finales de los ochenta y mitad de los noventa a las salas o a los videoclubs y que fue olvidada incluso por la propia compañía.
De estas tres por lo menos es la que más digna es en líneas generales, ya que las otras dos son el "Capitán América" de 1990 (una infamia fílmica) y "Los Cuatro Fantásticos" de 1994 (que sólo fue rodada para que los que poseían sus derechos de adaptación pudieran conservarlos y que apenas estuvo unos días en los videoclubs antes de ser retirada para siempre del mercado). Pero que sea la más digna de las tres no significa que no sea otra basura, ojo.
Es cierto que "The Punisher" de 1989 tiene algo que no tienen los mencionados "Capitán América" y "Los Cuatro Fantásticos" de la década de los noventa: un protagonista famoso (Dolph Lundgren, que aunque acabó devaluándose muchísimo en aquel momento venía de ser el villano de la ultraexitosa "Rocky IV" y el mítico He-Man de "Masters del Universo" y que iba a protagonizar poco después el primer "Soldado Universal" con el Jean-Claude Van Damne de sus buenos tiempos) y unos escenarios y efectos especiales "medio dignos" (que no dignos del todo, pero que por lo menos no resultan ridículos).
Sin embargo, el guión es malo y aburrido, el montaje no tiene ritmo, hay errores técnicos por todas partes, los diálogos son apestosos y, además, este Punisher no es el Punisher de los cómics (ni la historia es la misma, ni los villanos coinciden, ni este Castigador es tan brutal, violento y expeditivo como el de las viñetas) aunque la inexpresividad (no sé si consciente o no) de Lundgren cumple y su físico también da la talla de la apariencia del personaje.
En conjunto la película, dirigida muy torpemente por el montador Mark Goldblatt (del que sólo he encontrado dos obras dirigidas, ésta y la comedia de 1988 "¿Estamos muertos, o qué?" y que da la impresión de no haberse leído muchos cómics sobre The Punisher), es muy mala, sosa, sin alicientes, con una historia llena de tonterías y con un personaje bastante flojo que tendría que haber sido mil veces más bruto y bestia de lo que es.
Eso sí, el reinicio que se realizó en 2004 es igual de malo y su Punisher es todavía más flojito que éste, lo cual tiene mucho delito. De esta segunda película del Castigador hablaré mañana.
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