He reseñado ya en este blog tanto una novela de H.P. Lovecraft ("El caso de Charles Dexter Ward", mi obra preferida suya) como un ciclo de cuentos (el que comprende los llamados "Mitos de Cthulhu").
Ahora quiero hablar de otra de sus novelas, si es que se la puede llamar de esta forma debido a lo particular tanto de su trama como de su estructura: "En las montañas de la locura".
Esta obra es, posiblemente, la más extraña del escritor de Providence y, también, tal vez, la de más difícil acceso.
Aunque se trata de una de sus aventuras habituales protagonizadas por un personaje muy neutro con el que el lector se puede identificar perfectamente (un geólogo aquí, llamado William Dyer), que narra su terrible periplo en primera persona, en sus páginas están las descripciones más largas y exhaustivas que hizo nunca, desde mi punto de vista, sobre su mundo.
"En las montañas de la locura" es un viaje a lo más profundo de la Antártida y una nueva incursión en el horror cósmico habitual de Lovecraft. Sin embargo, también es una suerte de "documental escrito" sobre varios de los seres que inventó, y que enlaza con otros de sus escritos, valga la redundancia.
Tenemos todos sus elementos habituales sumados al mencionado protagonista neutro: paisaje enrarecido y aterrador (nada más y nada menos que los hielos: aquí nos alejamos del terror cotidiano de otros relatos suyos), criaturas incomprensibles de formas delirantes sacadas de pesadillas, desventuras monstruosas protagonizadas por humanos indefensos y un sentir filosófico que nos coloca como seres completamente echados a los leones del azar y de fuerzas que ni conocemos bien ni podemos controlar.
A todo esto hay que añadirle un cuerpo grueso y determinante de descripciones de varios seres extraños (y de sus culturas) que arrojan una gran cantidad de luz sobre su cosmogonía. Los llamados Primordiales son los principales, pero alrededor de ellos orbitan otros tantos cuyas viejas costumbres, ciudades e historias quedan documentadas en ilustrativos pasajes.
Todo ello conecta con montones de obras y constantes del escritor: desde trozos y citas del "Necronomicón" hasta estudios de la Universidad de Miskatonic pasando por seres como los shoggoths o el mismo Cthulhu.
"En las montañas de la locura" es lo más parecido que Lovecraft dejó a un libro de historia de su mundo, lo más parecido a, podríamos decir a grandes rasgos, su "Silmarillion".
No ignoró en ella, sin embargo, la acción, a pesar de que esté concentrada en pocos pasajes. Tal vez por ello esta obra sea difícil de abordar y de leer. Siendo corta, conozco gente que no la terminó por aburrimiento.
Lovecraft estaba obsesionado con las expediciones a la Antártida, que era en su tiempo mucho más virgen y desconocida que en nuestros días. Muchos pasajes de este libro son de puro libro de viajes o de glosario de preparativos. Otros, son como he dicho retratos de su mitología.
Todo en su estilo a veces excesivamente descriptivo (aunque con una ambientación magistral, donde lo raro y el frío extremo se pueden tocar). Sí, puede llegar a ser una novela pesada. Sin embargo, es también, pienso, imprescindible en su obra.
El genio de Provindence se inspiró en varios escritos para elaborarla. El principal, "Las aventuras de Arthur Gordon Pym de Nantucket", de su adorado Edgar Allan Poe. También, en los cuadros del pintor ruso Nicholas Roerich (sus extrañas ciudades y parajes oníricos podrían haber sido soñados por él).
"En las montañas de la locura" posiblemente sea una novela ingrata, incluso para los fans de Lovecraft. Sin embargo, creo que es también, como he señalado, una de las más imprescindibles suyas. En su corta vida, no dejó nada que aglutinase tanto de sus mundos imaginarios como ésta obra.
Fue terminada en 1931 y rechazada por la revista "Weird Tales" por su extensión y por su rareza, que la hacía muy poco comercial y muy difícil de vender. En 1936 sí pudo ver la luz ya finalmente en otra revista, "Astounding Stories", en varias entregas.
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