"Escuadron Suicida", tercera entrega del Universo Cinematográfico de DC Comics, dirigida por el irregular David Ayer, fue, tristemente, la certificación de que algo no marchaba bien en esta franquicia en su paso como "crossover" a la gran pantalla.
Duele, porque ciertamente, en su momento, muchos esperábamos un soplo de aire fresco dentro de un género a veces demasiado épico como fue el del sobrevalorado pero diferente y divertido "Deadpool" (la primera entrega, la segunda me parece infame). No sólo no lo fue, sino que además la película era mala, muy, muy, muy mala.
"Escuadrón Suicida" no tiene pretensiones... Ok. Pero esto no la salva. "Escuadrón Suicida" es un despropósito mal guionizado y bastante tonto. Tenemos a un grupo de supervillanos que han de colaborar para salvar al mundo y para sobrevivir.
Muy bien: interesante punto de partida y contraposición a la entonces todavía por llegar Liga de la Justicia. Pero resulta que los personajes no son supervillanos reales, y que los verdaderos villanos de la trama son flojísimos y que el guión es bastante tonto, amén de contar con algunos diálogos verdaderamente horrendos.
Hay un error garrafal, a mi modo de ver, en esta película: los antihéroes no son antihéroes. Los que en los cómics de DC son una caterva de psicópatas y asesinos de la peor calaña son aquí unos tipos molones y enrollados que desarrollan sentimientos fuera de lugar y que sueltan frases "guays" y chorras.
Sí, Deadpool también lo hace, pero Deadpool si tiene que trinchar a sus enemigos como a un pollo lo hace igualmente y la sangre vuela por los aires y esta gente mucho "bla bla bla" y poco golpear.
Ni uno solo de los protagonistas de esta película, interpretados por cierto por bastantes caras conocidas tanto del cine como de las series de los últimos años, es atractivo porque, sencillamente, no es lo que uno espera. Y es que no vale decir que un grupo de gentuza terrible es la peor escoria de la humanidad y luego soltar que son una gran familia y tonterías así. No, no vale.
El resto tampoco ayuda: los diálogos son una basura, los gags tienen bastante poca gracia salvo un par aislado, las escenas de acción son muy normalitas, la trama tiene poco interés (y además tarda bastante en arrancar), los efectos especiales son cansinos y acumulativos (qué pesadez con tanto efectismo y tanto "videocliperismo") y los secundarios son tremendamente flojos (algunos es que simplemente aparecen para morir y encima se ve a leguas: muy cutre todo, de verdad).
El resto tampoco ayuda: los diálogos son una basura, los gags tienen bastante poca gracia salvo un par aislado, las escenas de acción son muy normalitas, la trama tiene poco interés (y además tarda bastante en arrancar), los efectos especiales son cansinos y acumulativos (qué pesadez con tanto efectismo y tanto "videocliperismo") y los secundarios son tremendamente flojos (algunos es que simplemente aparecen para morir y encima se ve a leguas: muy cutre todo, de verdad).
Por cierto que el en ese momento esperado Joker de Jared Leto es el peor de todos los que ha habido hasta ahora con diferencia, además de aparecer en el filme poquito, bastante poquito, y no aportar casi nada.
A partir de esta película somos ya plenamente conscientes de que DC Comics en la pantalla grande, en comparación con su rival Marvel, tanto en la franquicia cinematográfica de Los Vengadores como en la de los X-Men (separadas hasta nueva orden por razones de derechos y comerciales), iba muy, pero que muy por detrás en lo que a calidad se refería.
A partir de esta película somos ya plenamente conscientes de que DC Comics en la pantalla grande, en comparación con su rival Marvel, tanto en la franquicia cinematográfica de Los Vengadores como en la de los X-Men (separadas hasta nueva orden por razones de derechos y comerciales), iba muy, pero que muy por detrás en lo que a calidad se refería.
"Wonder Woman", la mejor película de la saga con muchísima diferencia, mejoró por suerte lo visto, pero "Liga de la Justicia" volvió a meter el patón.
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