viernes, 8 de enero de 2021

TRES TRISTES TIGRES. LA NOVELA QUE INDIGNÓ TANTO A CASTRO COMO A FRANCO

TRES TRISTES TIGRES de Guillermo Cabrera Infante - 1967 - ("Tres Tristes Tigres")

Guillermo Cabrera Infante es uno de los más grandes escritores cubanos de la historia, escritor que, por desgracia, fue despreciado y reprimido por la dictadura de Fidel Castro.

Comprometido desde siempre con la política y con el arte, fue ya atacado y censurado por Fulgencio Batista (y castigado con la prohibición de firmar sus escritos con su nombre real) y, tras apoyar a la Revolución Cubana, fue nombrado director del Consejo Nacional de Cultura y subdirector del diario Revolución (que luego pasaría a llamarse Granma) y director además de su suplemento literario, "Lunes de Revolución".

Sin embargo, como tantos otros intelectuales cubanos, Guillermo Cabrera Infante acabó fieramente enemistado con Castro, que censuró obras suyas o en las que él participó, que cerró su mencionado suplemento "Lunes de Revolución" y que le envió en 1962 como agregado cultural de la embajada del país a Bruselas.

Pero en 1965 la madre del escritor murió de forma repentina y él retornó a Cuba, en donde fue apresado por el Servicio de Contrainteligencia de la dictadura, que le mantuvo en este estado durante cuatro meses hasta que pudo partir al exilio.

Cabrera Infante se instaló en Londres y obtuvo la nacionalidad británica. Para su desgracia, salió de una dictadura para meterse en otra: tras dejar su país trató primeramente de instalarse en España, pero Francisco Franco le negó la regularización de su situación y además también censuró su obra literaria (a ello voy en el siguiente párrafo).

"Tres Tristes Tigres", su primera novela, fue publicada en 1967 y terminó de destruir socialmente a Cabrera Infante en su país: fue tachado de antirevolucionario, fue expulsado de la Unión de Escritores y Artistas y fue designado públicamente como un traidor. Nunca más regresó a Cuba.

Paralelamente, esta novela fue también destrozada por la censura franquista: aunque ganó el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral en 1964 en España, tuvo que ser reescrita varias veces porque a los censores les parecía "pornográfica, irrespetuosa, antimilitarista, grosera, irreligiosa", entre muchas otras cosas. Sí, el pobre Cabrera Infante se comió con patatas de una forma u otra a dos dictaduras.

La novela narra retazos de la vida de un grupo de jóvenes en La Habana de 1958. Fulgencio Batista todavía está en el poder y la capital cubana es una fiesta constante.

Podemos intuir que lo que molestó al régimen cubano fue lo mismo que al franquista: "Tres Tristes Tigres" es una novela muy sexual, muy irreverente. Aunque está dedicada a narrar la juerga habanera en gran parte, es un retrato social brutal, dentro de toda su jarana, de un país de pobreza y de clasismo, homófobo, machista, oscurantista, con fobia a la libertad personal. 

La cosa es que, como he dicho, la novela tiene lugar justo antes de que Fidel Castro se haga con el poder (los revolucionarios son nombrados como unos personajes lejanos que están ocultos en las montañas y en las selvas y poco más).

Imagino que al dictador no le gustaría ninguna de las cosas que tampoco le gustaron a Franco y que, además, intuyo, interpretaría el escrito como una suerte de retrato nostálgico de un Edén de fiesta y lujo asociado al derrocado gobierno anterior.

Pienso también que, como creo que dijo el también cubano Reinaldo Arenas, todas las dictaduras son profundamente aburridas, y odian el goce, la diversión, la sensualidad, la juerga y la alegría. Y "Tres Tristes Tigres" es todo esto también.

En el debut de Guillermo Cabrera Infante encontramos a varios personajes principales masculinos alrededor de los cuales giran otros tantos. Tenemos un periodista, un actor, un fotógrafo, un músico. Y tenemos bailarines y bailarinas, camareros, literatos, intelectuales (inolvidable el enigmático y delirante Bustrófedon, ya mítico), charlatanes, turistas, prostitutas: todo tipo de profesiones y ocupaciones de la noche de La Habana, que es un personaje más con sus calles y locales (muchos de ellos míticos de su época).

El autor narra, saltando de escenas, sacando y guardando sin cesar a sus personajes, con un estilo literario único y extremadamente sonoro: mezcla el habla popular habanera y los coloquialismos cubanos con el lenguaje más culto, con la poesía, con los juegos estéticos, con recursos estilísticos de todo tipo e incluso con alteraciones tipográficas. 

Cabrera Infante afirmó que su novela estaba "escrita en cubano", y que "no sería mala idea leerla en voz alta".

"Tres Tristes Tigres", que cambió para siempre a la literatura sudamericana, fue, a pesar de todos los horribles avatares que se encontró por el camino, una de las obras claves del "Boom Sudamericano", valga la redundancia.

Es una novela que no es demasiado larga, pero que es complicada y que exige dedicación y detenimiento. Por ello, es también una explosión de riqueza tanto estética como de temas (se ha dicho mucho que no es una obra política, pero yo creo que está llena de pasajes de crítica social y creo también que el hecho de que la condenasen dos dictaduras diferentes a los dos lados del Atlántico deja claro que sí que lo es).

Para mí "Tres Tristes Tigres" es del todo una novela imprescindible, pero también lo repito con una cierta insistencia: es una creación que está hecha para leer con tranquilidad, a sorbos, con deleite. Es una experiencia única para todos los sentidos literarios.

Guillermo Cabrera Infante, desde su triste exilio, no dejaría de escribir de Cuba y de temas cubanos y de retratar a su país y a su capital. Luego llegarían novelas tan igualmente importantes como "La Habana para un infante difunto".

No hay comentarios:

Publicar un comentario