sábado, 30 de marzo de 2019

ESTUDIO EN ESCARLATA. COMIENZA LA LEYENDA DE SHERLOCK HOLMES


ESTUDIO EN ESCARLATA de Arthur Conan Doyle - 1887 - ("A Study in Scarlet")

¿Qué voy a decir yo de Sherlock Holmes, con todo lo que hay escrito sobre él? En realidad, casi nada. Hay material para levantar torres sobre el mítico asesor de detectives. Mis opiniones sobre esta larga saga que comentaré poco a poco serán eso: opiniones.

"Estudio en escarlata" es la primera aventura de Sherlock Holmes y de su inseparable Watson. Se publicó en 1887 y el éxito fue tal que ambos se convirtieron en personajes famosos de forma fulminante y sus casos se multiplicaron hasta dejar una epopeya gigantesca que nos ha legado películas, series, pastiches, cómics, videojuegos y millones de referencias en nuestra cultura.


Esta primera novela de las cuatro que Arthur Conan Doyle publicó del asesor de detectives (el resto serían relatos, recopilados) combina ejemplarmente la resolución de un enigma atrapante y la presentación de un personaje que es una bomba de carisma: el propio Holmes.

Watson es el que narra la historia, como sería habitual: conoce a su futuro amigo, empieza a compartir casa con él, y llega el caso que han de resolver.

Sorprende de "Estudio en escarlata" que tanto su trama de intriga como sus diálogos no han perdido frescura. Tampoco el retrato del excéntrico Sherlock Holmes, que desde el primer capítulo ya coge al lector y no le suelta con sus deducciones, con su inteligencia de estilete, con su frialdad analítica pero siempre simpática y con su infalible olfato.


Doyle clava una trama perfectamente hilvanada, con las sorpresas bien dosificadas, y en un estilo elegante. Y secundarios como Gregson o Lestrade (éste segundo sería mucho más habitual que el primero y llegaría a ser un personaje también mítico) completan un universo apasionante que empieza poco a poco a abrirse.

Hay un punto flaco de todas formas en la novela: la historia secundaria podría haber sido más corta y rompe notablemente el ritmo de toda la trama. Hasta los "holmsianos" más férreos suelen reconocer que se podía haber articulado o contado de otra forma.


Esta historia, por cierto, fue un escándalo en su momento por sus críticas a las iglesias mormonas, que son representadas como nidos de intransigentes fanáticos que se matan entre ellos y que no perdonan ninguna desviación de sus doctrinas. El propio Doyle se disculpó más tarde por esto.

Sorprende también en la novela el clasismo con el que Sherlock Holmes trata a los no menos míticos Irregulares de Baker Street. El asesor de detectives paga a estos niños de la calle según lo que le puedan aportar y lo cierto es que choca que un adulto utilice de esta forma a unos menores a los que trata, como he dicho, por lo menos en esta historia, con un clasismo despectivo.


Hay que tener en cuenta de todas formas que estamos en 1887: cada libro es hijo de su época, y es además un documento cultural muy valioso para conocer cómo eran las relaciones humanas en tiempos pasados y aprender de ellas.

"Estudio en escarlata" fue seguida de una segunda novela de las aventuras de los dos detectives: "El signo de los cuatro". Comenzada una de las sagas más largas y míticas de la literatura "noir".


viernes, 29 de marzo de 2019

CARPANTA. "EN LA ESPAÑA DE FRANCO, NADIE PASA HAMBRE"


Siempre me ha sorprendido la infravalorada capacidad que tuvieron los autores de cómic del franquismo para meterle pullas al sistema y salirse, muchas veces, con la suya.

Unos más que otros, pero casi todos en alguna obra, retrataron, por medio de su costumbrismo humorístico aparentemente inofensivo, la sociedad en la que les tocó vivir con un ojo ya no agudo, sino sorprendentemente agudísimo.

Lo hizo Vázquez con "Las hermanas Gilda", dos solteronas sexualmente reprimidas que se pasaban la vida peleando, o Roberto Segura con "Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte", un tipo mediocre y frustrado que trataba de conquistar sin éxito a una mujer de una clase más acomodada.


El propio Francisco Ibáñez retrató también, ya en democracia, en la segunda mitad de los años ochenta, a los jóvenes parados de la Movida en "Chica, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo".

Creo que uno de los autores de esta generación que más brutal fue en este aspecto es Josep Escobar i Saliente, que firmaba como Escobar y que creó a los míticos gemelos "Zipi y Zape", dos niños "malos" e incomprendidos que eran valupleados sin parar por los adultos y sus reglas represivas y que eran una representación de la marginación que sufrían los chicos que fracasaban en los estudios por parte de sus propias familias.


También fue autor de las historias de "Petra", una criada de pueblo que vivía en la ciudad aplastada por su clasista señora, o "Toby", un perro que más de una vez salvaba la papeleta a su inepto dueño y que sin embargo no era valorado por éste.

Su obra más mordaz, dura y negra es sin embargo, pienso, "Carpanta". Un tipo pobre, desastrado, sin afeitar, con ropa vieja y sombrero y un cierto aire de Charlot castizo que siempre estaba muerto de hambre y que en cada historieta trataba simplemente de comer, de llevarse algo a la boca.


Algo a priori tan tonto e inocente escondía mucho más de lo que parecía. Carpanta, publicada por primera vez en 1947 en la revista "Pulgarcito", fue un éxito instantáneo y se coronó como uno de los personajes clave del cómic español: llegó a tener una serie de actores en los años sesenta y su propia revista, "Super Carpanta". Llegó incluso a seguir siendo tremendamente famoso ya tras la Transición.

"Carpanta", según la RAE, significa "hambre atroz". Y eso es lo que pasa este personaje día a día. Trata de comer pero nunca lo consigue porque vive en la miseria, debajo de un puente, y sólo cada cierto tiempo tiene empleos esporádicos, alocados y mal pagados.

Carpanta se da además de bruces con la profunda insolidaridad de la sociedad de su momento. Los personajes secundarios de estas tiras son viles y egoístas, desconsiderados y manipuladores.


El mejor amigo de Carpanta es Protasio. Y vaya un mejor amigo: es un tipo orondo, pícaro, en mejor situación que Carpanta y que aunque sabe cómo vive él nunca le da nada ni le ayuda sin esperar algo a cambio; ni le invita siquiera a comer.

Luego, está Valeria, que está enamorada de Carpanta y, a su vez, Protasio lo está de ella. Pero Carpanta, que no quiere compromisos, le da largas una y otra vez y ella lo trata de seducir con comida, preparándole guisos suculentos, pero siempre con condiciones.


Aún siendo cómico, el sustrato de "Carpanta" es siniestro. Con sus gags basados en el "slapstick", retrata a una sociedad terrible y a unos personajes despreciables. 

Curiosamente, a la censura franquista se le escapó todo menos una cosa: la palabra "hambre" fue cambiada por "apetito" porque, según decían, "en la España de Franco nadie pasa hambre". Fue prácticamente lo único que Escobar tuvo que ablandar. El resto, es historia y un ejemplo de cómo metérsela al sistema en sus propias narices.


miércoles, 27 de marzo de 2019

FANTASÍA. EL DISNEY EXPERIMENTAL


"Fantasía", el tercer largometraje de los estudios de Walt Disney, fue una obra musical con aura de documental didáctico inclasificable en su día que supuso todo un triunfo en el campo de la experimentación artística y que presentaba ocho piezas musicales repartidas en siete cortometrajes de animación (con interludios de imagen real en "formato" de sombras chinescas) maravillosamente confeccionados.

La mayor parte de las mencionadas piezas musicales, grandes clásicos comentados por un narrador, fueron tocadas por la Orquesta de Philadelphia al mando del gran compositor inglés Leopold Stokowski (el filme fue además uno de los primeros estrenados comercialmente con sonido esterofónico).


Walt Disney ideó esta película como parte de una serie, aunque finalmente sólo surgió una extremadamente tardía segunda entrega, "Fantasía 2000" en el año 2000, y gracias a un proyecto de su sobrino Roy Edward Disney.

Los cortometrajes de "Fantasía" son de toda clase, y los hay mejores y peores, pero todos despliegan una animación prodigiosa y preciosa que sigue brillando hoy.

La colección comienza con "Tocata y fuga en re menor" de Johann Sebastian Bach, excelente y muy bonita introducción abstracta que muestra, sobre un cielo, diseños y formas geométricas inspiradas en la obra del pintor y animador alemán Oskar Fischinger. 


Le sigue "El cascanueces" de Tchaikovski, hermosa pieza animada que evoca las Cuatro Estaciones y toda la atmósfera de cuento de hadas del ballet por medio de algunas de sus escenas clave: hadas y elfos bailan junto a vegetales y flores humanizados y animales.

Continúa la serie con su segmento más famoso y el que se ha convertido en el símbolo de "Fantasía" por excelencia: "El aprendiz de brujo", basado en la música homónima de Paul Dukas y en el poema "Der Zauberlehrling" de Goethe.


Presenta una de las aventuras más famosas de Michey Mouse, que no escucha los consejos de su maestro mago y arma un auténtico caos con escobas que le atacan. Delirante, kafkiano y con un toque siniestro y la clásica arenga educativa "made in Disney" (en esta ocasión, no precipitarse en el aprendizaje o no querer superar al maestro), posiblemente sea el corto con más carisma del conjunto y con las mejores escenas.

"La consagración de la Primavera" de Igor Stravinski ilustra el nacimiento de la Tierra y la extinción de los dinosaurios en el que es otro de los mejores cortometrajes del conjunto: violento y brutal para el público infantil del momento, destaca por el excelente diseño de los monstruos prehistóricos y sus combates animados.


Un segmento didáctico que intenta explicar el funcionamiento del sonido de forma visual ("Á la decouverte de la piste sonore") muy ilustrativo y también experimental separa este corto de la "Sexta Sinfonía" de Beethoven, hermosa coreografía de corte bucólico que tiene como protagonistas a los dioses clásicos grecolatinos y a numerosos seres mitológicos.

Más original y divertido es la "Danza de las horas" de Ponchielli, representada aquí con delirantes animales africanos (cocodrilos, hipopótamos, elefantes y avestruces) que terminan formando un estropicio en la que es una de las piezas más originales. 


Finalmente, "Una noche en el Monte Pelado" de Moussorgski y el "Ave María" de Schubert cierran "Fantasía" con otra de las mejores de sus composiciones animadas: imágenes de pesadilla de diversos demonios surgidos de un Aquelarre sugieren una suerte de Apocalipsis que termina, sin embargo, con la victoria de la luz sobre las tinieblas.


La primera parte, al igual que "La consagración de la Primavera", es especialmente interesante, ya que aunque los mencionados diablos sean finalmente vencidos y todo acabe en un "happy end", sus diseños y sus actos malévolos, y más en la época, tampoco están precisamente orientados al público infantil. 

"Fantasía", estrenada a la vez que "Pinocho" y tal vez eclipsada por ésta, no tuvo el éxito esperado en su día, aunque se ha convertido por méritos propios en una obra de culto.


martes, 26 de marzo de 2019

EL NIÑO GUSANO. LA METAMORFOSIS POR HIDESHI HINO


Hideshi Hino es, sin discusión, uno de los más grandes maestros del terror no sólo del manga, sino del cómic mundial. Su estilo naif pero de aires deformes, de un realismo desnudo e infantil, y sus historias monstruosas, perturbadoras, le han colocado en este podio merecido.

Director de cine también, y actor ocasional, nació en la China ocupada y tuvo que volver apresuradamente con su familia a Japón tras el fin de la Segunda Guerra Mundial por temor a las represalias de la población subyugada. Su abuelo era un yakuza y él es coleccionista y "mantenedor" de espadas japonesas y practicante de artes marciales. Una vida interesante y particular.


Tal vez su obra más conocida sea "El niño gusano". O la más publicada, por lo menos. Y lo merece, porque es un cómic grandioso, repulsivo y revulsivo, único y atrapante como pocos.

Muchos han comentado que esta obra es un retrato de terror puramente surrealista que no tiene intenciones sociales. No estoy de acuerdo. En "El niño gusano", al igual que en otras creaciones de Hino, late una crítica a la sociedad capitalista y ultracompetitiva que surgió en su país tras el fin de la mencionada Segunda Guerra Mundial.


Un niño marginado, que odia el colegio y su propia casa y que sólo desea pasar tiempo con los animales, sus únicos amigos, se empieza a transformar poco a poco en un gusano y es despreciado por la sociedad, empezando por su propia familia.

El homenaje a "La metamorfosis" de Franz Kafka está servido: comparte no solamente el asunto central, sino también el abandono del protagonista por parte de los suyos, su pérdida de la voz humana, la piedad inicial de su hermana, el egoísmo de su padre, que hasta intenta asesinarlo.

"El niño gusano" es otra una radiografía de la persona que no puede adaptarse a la sociedad y que termina como un "bicho raro". Aquí, todo elevado a la enésima potencia.


Hideshi Hino nos lleva por un camino infernal y rocambolesco de sangre, pus, transformaciones grotescas, violencia y brutalidad que no hace concesiones. Sin embargo, lo peor es la soledad. Peor que el dolor, que las vísceras, que la fealdad, es la pérdida de todos los lazos humanos del protagonista.


Su padre va a ser ascendido en su empresa, su hermano mayor tiene que estudiar para ser otro "gran hombre", su hermana pequeña se echará un novio y se casará... Y un gusano gigante en casa es una amenaza para todo esto. El sentido del deber japonés para con la colectividad se acaba transmutando en un profundo egoísmo presa de la hipocresía social más descarnada.

"El niño gusano", sobrecogedora, demoledora, tristísima pero a la vez inmensamente lúcida y bella es una de las obras de terror de las viñetas que todo el mundo debería leer por lo menos una vez.


lunes, 25 de marzo de 2019

POLLO CON CIRUELAS. LA ETERNA DEPRESIÓN VITAL DEL ARTISTA


Aunque es conocida mundialmente por su obra maestra "Persépolis", Marjane Satrapi, que además de escritora y dibujante es cineasta y pintora, tiene en su haber creaciones de otros géneros que son menos célebres pero que también merecen, y mucho, la pena.

"Pollo con ciruelas", publicado en 2004 por L'Association, es otro de sus cómics famosos y, como la mencionada "Persépolis", tiene también una adaptación al cine que está dirigida por ella misma y por su colaborador y animador Vincent Paronnaud. 


Ahora lo que tenemos es una tragicomedia sobre el amor frustrado en una sociedad frustrante, el Irán de finales de los años cincuenta, que aunque aún no estaba gobernado por los islamistas de nuestros días sí lo estaba por el Sha de Persia, dictador absolutista, y cuya sociedad estaba también llena de prejuicios, clasismo e hipocresía.

Casado infelizmente con una mujer a la que no ama, el protagonista es Nasser Ali Khan, un músico de tar (el laud tradicional iraní) que cae en una profunda depresión cuyas causas y consecuencias la trama irá desgranando poco a poco por medio de sus propias impresiones.



"Pollo con ciruelas" es un retrato certero y extrapolable a nuestros días de la frustración del artista, condenado a la marginación social de una forma u otra incluso en países que no son dictaduras religiosas abiertas (el contraste del Irán mostrado en esta obra con el de "Persépolis" es brutal, y es triste que en los años cincuenta el país estuviese claramente más avanzado que en la actualidad).

Nasser Ali Khan es un músico desvalido, débil, que es incapaz de adecuarse al mundo en el que le ha tocado vivir y que solamente sabe hacer bien una cosa: tocar su instrumento. No puede mantener a su familia como un hombre ha de hacerlo en su ambiente machista porque no tiene un trabajo ni seguro, ni práctico, ni reconocido.


Por medio del dibujo sencillo y bello de Satrapi, lleno de símbolos, de metáforas sutiles y hermosas, viajamos por lo que ha sido su vida. Se equilibran perfectamente el drama y la comedia. La odisea hacia la nada del protagonista es una montaña rusa delicada, emotiva, triste pero también tremendamente digna.

"Pollo con ciruelas" fue adaptada por la propia Satrapi y por Paronnaud, como he señalado, en 2011. La película, rodada esta vez en imagen real, es también muy recomendable y capta perfectamente toda la esencia del cómic. Nasser Ali Khan es un Mathieu Almaric absolutamente genial.


domingo, 24 de marzo de 2019

DUBLINESES. DUBLÍN ES EL MUNDO. DUBLÍN SOMOS TODOS


"Dublineses" fue el primer libro de narrativa de James Joyce tras su poemario "Música de Cámara". El gran escritor irlandés tuvo muchos problemas para publicarlo debido a que muchos de sus pasajes eran considerados obscenos y al uso de palabras malsonantes.

Aunque el primer relato, "Las hermanas", fue compuesto en 1904, la colección no llegó a las librerías hasta 1914, y no fue precisamente un gran éxito de ventas a pesar sus polémicas y escándalos.


Joyce, en un momento muy convulso para Irlanda (se independizaría del Imperio Británico por fin en 1921 tras la guerra que comenzó en 1919), retrató, por medio de historias diversas, las vidas cotidianas de los habitantes normales y corrientes de su Dublín natal, la ciudad que mejor conocía.

Según él mismo, "Dublineses" pretendía ser una "historia moral" de su país, y por ello eligió la capital como escenario, a la cual él llamó "el centro de la parálisis".

Las historias contenidas en este libro abarcan todas las clases sociales, todas las edades, todos los sexos, todos los estratos de la sociedad dublinesa de su momento. Importa en ellas el detalle: la revelación cotidiana, la epifanía; sienta las bases de lo que sería el resto de su corta obra, sobre todo de "Ulises".


Dublín, entonces una capital provinciana, es puesta a parir como símbolo del resto de Irlanda, igualmente pacata. Vida estancada en todos los aspectos: en el cultural, en el mental y en el social. Incluso los movimientos políticos tardan en arrancar en esta ciudad.

Joyce, en sus retratos, sugiere más que muestra. En cualquier pequeña acción del día a día hay una clave básica para retratar el espíritu maltrecho de la Irlanda de su tiempo.


Hay relatos más simpáticos, y otros más duros. Por ejemplo, "Duplicados" es sombrío y oscuro como pocos: un oficinista borracho paga su frustración laboral y vital dándole una paliza a su hijo.

En "Eveline", una muchacha se quiere fugar con un marinero para dejar atrás su vida aburrida y sin futuro. En "Dos galanes" conocemos a un par de timadores verdaderamente despreciables. Y en "Una nubecilla" un padre descubre que su hijo pequeño le ha quitado el amor de su esposa.


Destacan también "Un triste caso", una joya desoladora sobre el amor perdido, y por supuesto "Los muertos", el relato más largo y amargo, que adaptó John Huston de forma magistral al cine en 1987.

Pero todos son maravillosos sin excepción. Los más duros y los más ligeros. Y todos son cuadros magníficos de una Irlanda atrapada en una moral rancia y beata, en una división religiosa y política constante, en un colonialismo británico aplastante.

Pobreza, alcoholismo, delincuencia, frustración sexual, hipocresía, prejuicios, clasismo, soledad, machismo, matrimonios forzados, nacionalismo, activistas políticos divididos, enfrentamientos generacionales. Dublín es el mundo. Dublín somos todos.


viernes, 22 de marzo de 2019

IMAGEN CORPORATIVA. CRÍTICA POR "DENTRO DEL MONOLITO"


Rescato hoy una de las críticas más entusiastas que recibió mi novela corta "Imagen Corporativa".

Gracias por todo al blog "Dentro del Monolito" y a José Luis Pascual.

https://dentrodelmonolito.blogspot.com/

"Al final, «Imagen Corporativa» es un puñetazo al rostro empresarial, así como un ataque algo más sutil al servilismo propagado por miedos racionales. Pero que nadie se lleve a engaño, porque lo que cubre todo ello es un potente relato de terror, un cruel chiste de los que congelan tu sonrisa cuando adviertes sus implicaciones y la convierten en una mueca grotesca".

La reseña completa, la tienen aquí: DENTRO DEL MONOLITO. IMAGEN CORPORATIVA



Y en esta entrada hablo de lo que quise expresar cuando escribí esta obra, en la que traté de denunciar una de las peores lacras que vive hoy en día nuestra sociedad: el acoso laboral.

¿POR QUÉ ESCRIBÍ "IMAGEN CORPORATIVA"?


Aquí pueden conseguirla: IMAGEN CORPORATIVA. JOSÉ TORRES CRIADO

También está en Lektu :) IMAGEN CORPORATIVA. JOSÉ TORRES CRIADO. LEKTU


¡Tened un buen fin de semana!

miércoles, 20 de marzo de 2019

TRUE DETECTIVE III. LA POLÉMICA


Tres largos años ha tardado en ser una realidad la esperada tercera temporada de "True Detective" tras el batacazo (injusto, pienso) de la segunda, vilipendiada, odiada y comparada con su antecesora de forma cruel desde el primer capítulo.

Se rumoreó durante un tiempo que, fiel al objetivo de la serie de explorar diferentes estilos de "noir", esta nueva historia estaría ambientada en los tiempos de la Ley Seca, muy estimulantes para el género.


Finalmente, no ha sido así: para bien y para mal, se ha optado por lo más seguro, por lo más cómodo; volver a los cauces de la primera temporada. Dos detectives, más de una línea temporal (pero todas pivotando alrededor de nuestra edad contemporánea), un caso de desaparición, personajes atormentados.

Siendo esta tercera una buena temporada, pierde el factor sorpresa y el factor "variedad" que se le quería dar inicialmente a la franquicia: Nick Pizzolatto y su equipo no arriesgan, van a lo seguro, a lo que saben que va a gustar por lo menos a priori.


No es algo malo, pero la verdad es que esperaba, yo por lo menos, algo más novedoso en sus líneas básicas, otro tipo de thriller. La segunda temporada puede ser lo que sea, pero cambiaba la fórmula por completo y eso aquí se ha perdido.

Independientemente de todo esto, "True Detective III" es excelente. Los dos protagonistas, unos absolutamente geniales Mahershala Ali y Stephen Dorf, devoran la pantalla. El primero está en este momento en la cresta de la ola y entrega un personaje intenso, que duele de verdad.


El segundo, tras haber tenido un breve periodo de fama (no olvidaremos aquel genial villano de la primera "Blade"), vuelve de entre los muertos tras más de una década bastante perdido con un papel absolutamente genial.

Mención especial merecen Carmen Ejogo, fantástica, y Scott McNairy, igualmente grande, en una interpretación atormentada y también brutal.

"True Detective III" es la más minimalista y pausada de la saga. Importa en ella el caso que hay que resolver, pero también la vida cotidiana que lo envuelve. Los personajes. El ambiente.


Esta temporada es, ante todo, un retrato social. Vuelven los asuntos habituales de Pizzolatto: la justicia y la integridad, la memoria, el paso del tiempo, la pérdida, la muerte. Y cobran mucha, mucha fuerza los asuntos del racismo, la homofobia, los traumas de la guerra, la violencia, la pobreza, el clasismo, la hipocresía.

Los personajes tienen cientos de aristas. Los dos protagonistas los primeros: fieramente imperfectos, fieramente humanos. Los secundarios, ídem. Se mezclan errores, ambiciones, pequeñas infidelidades cotidianas, minúsculas traiciones.


"True Detective III" pienso que es también una metáfora sobre una de las enfermedades "enemigo público número I" junto al cáncer: el Alzheimer. Sus saltos en sus tres líneas temporales, sus juegos con el formato de la entrevista, capítulos tan sobrecogedores como el quinto y su discutido desenlace lo son.


Sobre este referido desenlace, que ha disgustado a muchísimos fans, tengo que decir que a mi no me ha convencido del todo, aunque entiendo su intención y su forma de innovar con respecto al resto de la saga (y es algo que consigue, ojo, aunque desde mi punto de vista con irregularidad). Es algo diferente, pero a la vez fallido.

"True Detective" vuelve a la parrilla tras una larga espera con una temporada que creo que es fantástica en líneas generales, con muchos méritos y pocos defectos, poco arriesgada, es cierto, pero muy satisfactoria.


martes, 19 de marzo de 2019

TRUE DETECTIVE II. LA DECEPCIÓN


La segunda temporada de “True Detective” fue una de las series más cruelmente vilipendiadas de su año. La destriparon con saña, sin ninguna clase de piedad. Imagino que la sombra alargada de su antecesora, un clásico instantáneo, le hizo un mal irreparable e infló demasiado sus expectativas. La "maldición de la primera obra maestra", le llaman algunos.

Pienso, de todas formas, que algunas personas han optado por cogerle manía a esta segunda historia de la franquicia de forma gratuita, sólo porque la anterior era muy buena y a la sucesora ya había que mirarla mal sí o sí (ya saben, las normas de la casa gafapasta).


Recuerdo que ya en los meses de abril y mayo de 2015, cuando no se sabía demasiado de ella aparte de quiénes eran sus protagonistas, estaba siendo objeto de críticas asesinas. 

También recuerdo que muchos, con sólo haber visto el primer capítulo, ya la despreciaron y la abandonaron (cosa que tampoco entiendo: con un sólo episodio no puedes juzgar a una temporada entera que tiene otros siete).


Una de las grandes "comidillas" del final de aquel año entre amantes del cine y de las series fue "lo mala" que era "True Detective II". "Terrible", "decepcionante", "aburrida", "nada original", "un fracaso”.

En medios de todo tipo: desde el blog más cutre hasta el periódico más famoso. Y sí, ciertamente es floja, desde luego, y las comparaciones son odiosas. Pero tampoco es un horror ni la peor serie de su año.

Nick Pizzolatto es de nuevo el creador y, tal y como comunicó en su momento, incursiona en otro tipo de historia negra. El objetivo de la serie es éste: explorar diferentes formas de “noir”. 


En la primera "True Detective" teníamos una trama retorcida de sectas, de poderes y símbolos primigenios, de ambiente rural. Aquí tenemos una trama de policías y mafiosos, de corrupción y de ambiente urbano. 

Pasamos de la América profunda a la América del cemento y el cristal. Me parece excelente arriesgarse para no repetir la fórmula (aunque me da a mi que algunos, se haga lo que se haga, lo van a criticar: si repite, porque repite; si no repite, porque no repite).

Tenemos, sin embargo, las mismas coordenadas que en la temporada de 2014: unos personajes al borde del abismo que han de demostrarse a sí mismos y al mundo que les rodea que, después de todo, son más íntegros, valientes y justos que toda la podredumbre que les rodea.


Pizzolatto trata ahora asuntos como las secuelas de la guerra, la frustración sexual, la homofobia, la hipocresía social, la violencia, la soledad, las relaciones familiares y de pareja, la mencionada corrupción o el capitalismo agresivo.

El estilo es el mismo: el escenario es onírico, realista a la vez, sucio y oscuro, y el poso narrativo es directo, tajante.

Los diálogos, aún siendo pretenciosos a veces y excesivamente enigmáticos otras, me parecen acertados en "True Detective II". Concedo aún así que es cierto que carecen de la genialidad de los de su antecesora. 


Los personajes me parecen también interesantes, aunque no tienen, ni de lejos, el carisma de los dos protagonistas de la primera temporada (y es que es verdad que, prejuicios aparte, aquella dejó el listón muy, muy alto).

No me parece que estén mal interpretados: creo que todos los actores lo hacen muy bien, desde Colin Farrell hasta Rachel McAdams y Kelly Reilly pasando por los ultracriticados Taylor Kitsch y Vince Vaughn (este último me parece que se come la pantalla con su ambiguo personaje).

La temporada está rodada con potencia también, pienso, y hay capítulos excelentes como el cuarto y el sexto.


No obstante, no niego que, en conjunto, esta "True Detective" de 2015 es más convencional en todos los aspectos que la original.

Hay capítulos olvidables como el segundo y el tercero, y a la trama le cuesta arrancar (hasta el cuarto no lo hace del todo).

El desenlace también puede resultar algo decepcionante (a pesar de contar con escenas excelentes como la del personaje de Vaughn en el desierto).


En fin, no se puede conseguir siempre la excelencia, aunque pienso que es injusto también masacrar de esta manera a una temporada que es desde luego normalita, pero que tampoco es la peor infamia que se ha hecho (hay series mucho peores, vaya que sí).

Mañana, hablo de la tercera temporada, que en general ha mejorado bastante el listón pero que ha cosechado también la polémica por su desenlace, que no ha gustado a todo el mundo.