jueves, 31 de diciembre de 2020

FELIZ AÑO 2021 (Y MIS OBRAS FAVORITAS DE ESTE EXTRAÑO Y FEO 2020)

MIS OBRAS FAVORITAS DE 2020

Y hoy, además de desear un feliz año a todas las personas que me leen por aquí y por Twitter, hago mi lista habitual de los que para mí son los mejores productos culturales de este ciclo, de este extraño y maldito 2020 que por fin va a terminar ya y que se va dejándonos, eso sí, la luz al final del túnel de la vacuna.

Vamos allá :)


LIBRO DEL AÑO: "Los dioses muertos. Canto de Prometeo" de José Antonio Fideu Martínez. Porque empieza de una forma, te mete dos tortazos y un giro radical y te sumerge en una novela apasionante que hace una relectura originalísima y llena de metáforas de la mitología grecolatina.

CÓMIC DEL AÑO. "Un tributo a la tierra" de Joe Sacco. Porque el periodista de las viñetas vuelve incombustible para volver a hablarnos de otra más de las comunidades más olvidadas y marginadas que existen: las de los moradores originales de Canadá.


SERIE DEL AÑO: "Cristal Oscuro".
 Porque es una delicia visual y narrativa. Porque es una obra única e inolvidable. Porque habla de nuestra vida por medio de marionetas. Porque es la cancelación más injusta de los últimos tiempos. Porque es, con todas las letras y palabras, una jodida obra maestra.

PELÍCULA DEL AÑO: Ha sido un año de pocos estrenos, de bastante pocos. Un año extraño para el cine. Estaba entre "Tenet" o "Soul" (no he podido ver muchas más cosas nuevas por los meses de confinamiento y de salas cerradas) y me he decidido por esta última porque, aún con sus simplezas finales, me resulta muy bella y lúcida.


DISCO DEL AÑO: "Shore" de Fleet Foxes. Aquí también me ha costado elegir, porque había grandes discazos por ahí, pero esta banda es una de mis grandes debilidades y la belleza de su último trabajo ha vuelto a ser atronadora.

Dicho esto, sólo puedo añadir: FELIZ AÑO 2021. Y que seáis todas y todos lo más felices posible en este nuevo viaje que comienza y que espero que sea mejor que el anterior. 

:)

miércoles, 30 de diciembre de 2020

¿TE ANIMAS A LEER Y/O A REGALAR ESTA NAVIDAD MI NOVELA 'IMAGEN CORPORATIVA'?

¿TE APETECERÍA LEER Y/O REGALAR MI NOVELA ESTA NAVIDAD?   

Ha sido un año duro para las personas que se dedican a la cultura (y para todas), pero ya se ve, por fin y por suerte, la luz al final del túnel. 

Si os gusta lo que escribo aquí o en mi Twitter, os animo, como están haciendo muchos autores y muchas autoras en estas fechas señaladas, a leer mi novela. Se llama "Imagen Corporativa", la edita El Transbordador y, hasta este momento, ha tenido buenas críticas.

Se trata de un cuento gótico de corte clásico pero ambientado en nuestros días. En sus páginas homenajeo al género del terror, uno de los más injustamente denostados a veces y uno de los que pienso que tiene más posibilidades alegóricas y metafóricas para retratar nuestra realidad.

A la vez, elaboro una crítica despiadada al mundo laboral de hoy, marcado por los restos de la crisis económica global de 2008 y por lacras infames como el miedo eterno al despido, el acoso y el "mobbing", asunto central de la trama.

Recopilo algunas críticas positivas que me han dejado en páginas y en blogs de "Imagen corporativa":

"Torres Criado nos cuenta una maravillosa historia de terror gótica adaptada a nuestros tiempos. Ya no hay castillos, ahora hay oficinas de gran empresa, ahora no hay Condes ahora hay Directores, ahora no hay siervo que torture ahora lo hace el subdirector, ahora no te chupan la sangre físicamente ahora lo hacen virtualmente a través de un trabajo de mierda con un sueldo repugnante". Francisco Mancera Romero.

"Bajo mi punto de vista, José Torres Criado consigue algo muy meritorio con «Imagen Corporativa», y es que, pese a desvelar su gimmick con mucha antelación, el relato no cae en ningún momento en el desinterés de cara al lector". José Pascual del blog "Dentro del Monolito".

"Impresionante cómo el autor saca a relucir conceptos como el capitalismo más aplastante y todo el egoísmo que surge de él". Sandra S.

Podéis encontrar muchas más en Goodreads. 

Y en el enlace que dejo abajo, podéis adquirir "Imagen corporativa". Cuesta menos de 5 euros en formato y os la envían a vuestra casa, pero, además, también la tenéis disponible en digital.

IMAGEN CORPORATIVA. JOSÉ TORRES CRIADO

Espero que os animéis: me haría mucha ilusión :)

Feliz penúltimo día de este extraño y feo año que, por fin, ya está a punto de terminar.

martes, 29 de diciembre de 2020

EXTRA LIFE. DIEZ VIDEOJUEGOS QUE HAN HECHO HISTORIA (Y ALGO MÁS)

EXTRA LIFE. 10 VIDEOJUEGOS QUE HAN REVOLUCIONADO LA CULTURA CONTEMPORÁNEA de varios autores - 2012 - ("Extra life. 10 videojuegos que han revolucionado la cultura contemporánea")

"Extra Life" comienza con una nota de sus editores en la que, a grandes rasgos, expresan algo que mucha gente todavía se niega a reconocer: que los videojuegos son un arte. 

Es más, son más que un arte, incluso. Los videojuegos, desde hace décadas despreciados por ciertos sectores esnob, tienen una influencia en nuestra cultura, en nuestra economía y en nuestra sociedad que es básica. Quien cierra los ojos antes esto, pienso, no vive en este mundo.

Con esta declaración de intenciones empieza este ensayo de Errata Naturae en el que varios autores y autoras analizan diez videojuegos que han cambiado nuestro mundo y que han ido más allá de su contexto inicial. Se añaden además dos artículos extra con contenido igualmente interesante.

"Extra Life" es una colección de textos que viene a reivindicar este arte, que como he dicho ha sido siempre vapuleado y dado de lado. 

Estos textos son variados tanto en contenido como en estilo como en intenciones. Los hay muy sesudos, y los hay más lúdicos. Los hay más largos y los hay más cortos, y también los hay más reivindicativos y menos. 

El conjunto unificado no solamente funciona, sino que da una idea básica de hasta qué punto de perfección e importancia en nuestra cultura contemporánea han llegado los videojuegos, que empezaron, como quien dice, siendo algo residual, y han terminado copando las compras de millones y millones de personas alrededor de todo el planeta. 

"Extra Life" se abre con el artículo "La mejor y más guapa jugadora de Tetris del mundo". Está, como su nombre indica, dedicado a uno de los juegos más míticos de la historia, el rey de los rompecabezas.

El periodista y profesor de comunicación Billy Baker narra, a través de una experiencia propia, cómo este juego primigenio sigue todavía copando el interés de jugadores de todas las edades y cómo su fenómeno sigue en plena forma tras décadas desde su invención.

El segundo artículo se titula "Así nació ese extraño fontanero llamado Mario". Lo escribe Jeff Ryan, periodista también y especialista en el personaje estrella de Nintendo. De una forma amena y divertida nos hila el cúmulo de casualidades y hechos históricos que llevaron a la compañía japonesa a adoptar como mascota a un fontanero italiamericano bigotudo y rechoncho. Muy interesante.


"Final Fantasy VII o una breve introducción al sintoísmo" es el tercer artículo, y es uno de los más interesantes, pienso. El profesor Jonah Mitropoulos de la Universidad de Connecticut, especialista en aplicar los videojuegos a técnicas de pedagogía, analiza los elementos sintoístas en la que posiblemente sea la entrega más famosa de su famosa saga. 

Recorre sus personajes, sus localizaciones básicas, sus elementos principales para estudiar a través de dichos elementos el mensaje del juego, relacionado con un Japón que tiene un pie entre oriente y occidente y entre la tecnología desbordada y la tradición milenaria de sus ancestros. Extremadamente recomendable y lúcido.

"Tres días en Termina: Zelda y esa cosa tan rara llamada tiempo", del profesor de la Universidad de Michigan Lee Sherlock, se sumerge en esta larga y maravillosa franquicia para explorar cómo los diferentes conceptos del tiempo le influyen.

Se centra en una de sus mejores entregas, "Majora's Mask", para analizar, ordenar y desarrollar cómo este referido concepto temporal es el tronco tanto de dicha entrega como de toda la saga (porque además "Zelda" es una de las sagas, valga la redundancia, con una de las líneas temporales más complejas y locas que existen).

Como quinto articulista tenemos a una estrella: al mismo Hideo Kojima. No hay que hacer presentaciones. En un escrito sencillo y ágil nos explica de su propia voz qué películas le influyeron, y por qué, en la que posiblemente sea su creación más famosa: "Metal Gear Solid".

En "Las películas de mi vida (y las que me llevaron a crear Metal Gear Solid)" encontramos grandes clásicos evidentes de la historia del cine y otros que no lo son, a priori, tanto. Todos ellos han puesto su puntita para este inolvidable juego, desde "La gran evasión" hasta "1997: Rescate en Nueva York" pasando por "Con la muerte en los talones" o "El planeta de los simios".

El sexto artículo, "Alegorías digitales. Ensayo sobre los SIMS", del escritor y ensayista McKenzie Watk, me parece uno de los más estimulantes de la serie. 

Por medio de este simulador de vida cotidiana, el autor analiza nuestro propio día a día moderno, sometido a exigencias y a apariencias, desde un punto de vista político y sociológico. 

El séptimo, "Halo: viaje iniciático a la partida legendaria", es un estudio del desarrollador Sébastien Hock-Koon sobre la jugabilidad de este juego y su evolución y sus posibilidades, elementos que lo hacen, en sus palabras, "una lección sobre el diseño de videojuegos".

El escritor Samy Masadi en "El arte narrativo de Half Life II" hace lo propio pero centrándose, como dice, en la narración y sus características de cara al medio de los videojuegos: una narración que viene construida previamente pero que puede mutar y que está sometida también a quien juega en su mundo virtual. 

"Una próspera revuelta en las tierras de World of Warcraft" me parece otro de los artículos más interesantes de esta colección. El experto en ética y videojuegos Miguel Sicart nos habla precisamente de esta ética y se mete con este clásico para analizar cómo debería o podría ser para favorecer la creatividad y la dignidad de sus jugadores.

Todo ello lo hace a través del estudio de un hecho que me parece fascinante: una rebelión de jugadores, valga la redundancia, de este "World of Warcraft" contra lo que consideraron un fallo del juego que acabó en una suerte de "huelga virtual" que fue reprimida con también virtual brutalidad por parte de la compañía. ¿Todavía hay quién afirma que los videojuegos no han cambiado el mundo?

El último artículo es de la etnomusicóloga Kiri Miller y se titula "Me encantó robar ese coche. Una antropóloga en el mundo de Grand Deft Auto". Es también uno de los más interesantes del libro porque su autora analiza, desde un punto de vista también sociológico y antropológico, cómo un mundo abierto y gigantesco como el de este clásico, un mundo en el que se puede "hacer turismo" (deambular durante horas y horas por sus escenarios sin hacer nada o casi nada, simplemente viviendo una vida), influye en multitud de hechos de nuestra cotidianeidad real.

"Extra life" tiene un "Bonus Crítico": dos artículos extra. En el primerio, "Imperi@play: videojuegos y capitalismo global", Nick Dyer-Whiteford, profesor de Ciencias de la Información de la Universidad de Ontario, y Greig de Peuter, doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Simon Fraser, elaboran unan tesis demoledora sobre cómo los videojuegos pasaron de ser un arte residual a ser un imperio y cómo, tras la crisis económica de 2008, un medio de control (sin embargo abierto a la rebelión).

En el segundo, Miguel Sicart vuelve a hablarnos de ética y videojuegos en un artículo que precisamente se titula "Ética y diseño de videjuegos" y que complementa a su otro escrito para este libro.

"Extra Life" es una excelente colección de textos sobre este arte indiscutible que abarcan todos los campos, todos los estilos y todas las intencionalidades. 

Me parece como conjunto fantástico y muy revelador sobre lo que los videojuegos han llegado a ser en todos los aspectos para nuestras vidas diarias.

lunes, 28 de diciembre de 2020

POBRE CABRÓN. EL "HATER" MISERABLE Y PATÉTICO DE LA ERA PRE-INTERNET

POBRE CABRÓN de Joe Matt - 1992 - ("The Poor Bastard")

El trío de amigos que conforman Joe Matt, Chester Brown y Seth es uno de los más interesantes del mundo del cómic. Sus obras son únicas e inimitables, pero además el hecho de que son, efectivamente, amigos en la vida real, las hace todavía más interesantes (entre otras cosas porque los tres han aparecido o aparecen en los cómics de todos ellos como personajes secundarios).

A finales de los años ochenta y durante gran parte de los noventa compartieron ciudad, Toronto. Brown y Seth son canadienses, pero Matt es de Philadelphia, aunque se trasladó por aquel tiempo a vivir al país vecino (en donde residió ilegalmente hasta el año 2002). Actualmente vive en Los Angeles.

Joe Matt es, de este trío de ases del cómic, de quien hablamos hoy. Un artista inimitable que siguió la estela de Robert Crumb y sobre todo de Harvey Pekar: la de las llamadas por algunos críticos "historias confesionales", historias en las que los autores narran su propia vida diaria.

Matt fundó en 1992 su propio cómic, "Peepshow". El título hacía referencia directa al propio exhibicionismo que en sus páginas él hacía de su propia cotidianeidad, que él también dibujaba. Y su día a día en aquellos primeros noventa era bastante patético y él se lo tomaba todo con bastante guasa.

En "Pobre Cabrón" se recopila la primera etapa de este cómic, que es también la más famosa ("Peepshow" ha sido publicado con interrupciones pero de forma más o menos constante por Matt: las últimas viñetas de la serie de su vida son, según he leído, de 2007).

Matt era por aquellos tiempos el retrato perfecto del "hater" (existían, desde luego, antes de la Era de Internet) que vivía odiando el mundo y quejándose de absolutamente todo en los años de la hegemonía del "grunge".

Estaba llegando por entonces el autor a la temida treintena, y estaba perdidísimo en la vida. Se dedicaba a dibujar su cómic y a nada más, y malvivía con compañeros de piso pesados del poco dinero que le generaba su "Peepshow" y de la caridad de sus parejas y de sus amigos.

Matt era un retrato tópico (pero los tópicos beben de la realidad) de aquella generación del mencionado "grunge": era un pasota redomado, estaba desencantado con su existencia, no creía que hubiese futuro para él, iba de relación en relación cuando podía (aunque normalmente lo que hacía era masturbarse mucho) y se dedicaba con un esnobismo feroz a una cultura fieramente "underground".

"Pobre Cabrón" es un retrato social fidedigno de toda esa generación mítica que vivió la explosión de Nirvana y del nuevo "cine indie", que coqueteó con la brutalidad de las peores drogas (cuando no se entregó directamente a ellas) y que se enfrentó al cambio de siglo con el hastío vital como pasaporte.

Pero Joe Matt, como he dicho, se toma esto muy a chorra, y se pone a parir a sí mismo desde la página número uno. Se dibuja como un tipo triste, muy patético, directamente estúpido a veces, cabezón para defender causas perdidas y para perder lo bueno que tiene, misógino, pajillero, rata y miserable y muy, muy caradura. 

No, no se pone nada bien a sí mismo, aunque tampoco salva a lo que le rodea: putea a la Era Pre-Internet y su capitalismo desmadrado, a sus jóvenes perdidos productos de los primeros hogares en los que fracasó el Sueño Americano (y Canadiense), a su libertad de puertas para afuera trufada de complejos y machismos de puertas para adentro, a su frustración sexual producto de haber crecido en una sociedad todavía conservadora y religiosa y a su también frustración emocional producto de no haber tenido ningún tipo de educación de este tipo.

"Pobre Cabrón" es descojonante. Te vas a reír, y mucho, aunque también vas a querer estrangular a Matt, un tipo huraño y carota que posiblemente nos caería como el culo, que trata a sus parejas con la punta del pie, que se aprovecha de sus amigos descaradamente, que desprecia a sus compañeros de piso aunque acude a ellos cuando les necesita.

Como el "American Splendor" de Harvey Pekar, el "Peepshow" de Joe Matt es puro retrato americano crudo y despiadado, puro despelleje de una sociedad en proceso de cambio (y de descomposición) y de una de las generaciones más perdidas que esta sociedad ha tenido. 

Curiosamente, "Pobre Cabrón" está ambientada en su mayor parte en Canadá, en donde como he dicho Matt vivía a pesar de ser estadounidense. Digo "curiosamente" porque descubrimos que este país, sobre el que pesa el tópico de ser "tranquilo y civilizado", tiene demasiadas cosas en común con los USA, su vecino "patito feo". 

Como curiosidad también, termino diciendo que dos de los protagonistas de este cómic son también los mencionados amigos del autor, Chester Brown y Seth, que aparecen dibujados con sus manías (aunque normalmente son ellos los que moralizan a Matt y los se llevan las manos a la cabeza ante sus barrabasadas). 

En fin, no dejo de recomendar "Pobre Cabrón". Es un retrato certero de todo lo que he dicho pero, también, de un tipo de persona que sigue existiendo en nuestra época: el "hater", el odiador nato, el Señor Scrooge post-moderno e insoportable.

domingo, 27 de diciembre de 2020

ONWARD. UN PIXAR DIGNO Y DIVERTIDO PERO SIN SU HABITUAL CHISPA

ONWARD de Dan Scanlon - 2020 - ("Onward")

"Onward", la segunda película de Dan Scanlon para Pixar después de "Monsters University", me parece una obra correcta en todos los aspectos pero que creo que está bastante lejos de lo mejor que ha hecho este estudio de animación.

Volvemos a tener, como asunto central, la familia, un asunto central que por cierto se me repite últimamente bastante en la compañía de los creadores de "Toy Story". No obstante, está dicho asunto tratado sin demagogias y sin discursitos americanos baratos, lo cual agradezco.

Ahora viajamos a un mundo de fantasía poblado por criaturas de cuentos y de leyendas en el que la magia ha ido perdiendo poder e influencia hasta su práctica desaparición en lo que es la vida pública. En especial, creo que hay muchos guiños a los juegos de rol: quién ame el rol, valga la redundancia, disfrutará muchos homenajes que la película tiene.

Dos hermanos muy diferentes se embarcan en este mundo en la búsqueda de la que fue la figura de su padre. A partir de aquí, se desgrana una aventura divertida, con acción y con humor, pero a la que le falta potencia creativa e imaginación. 

La inventiva de Pixar está brillando una vez más durante todo el filme: seres de leyenda, de cuentos y mitológicos viven en un universo contemporáneo moderno que sigue en parte las reglas del nuestro. Hasta aquí, todo muy bien.

El mensaje, si bien creo que se repite, como he dicho, no resulta forzado tampoco, como he dicho también, y hay incluso alguna escena bastante emotiva muy, muy bien llevada (con limpieza y sin efectismos).

Lo flojo de "Onward" viene en su trama, que si bien cumple, pienso, tampoco guarda sorpresas de ninguna clase. Es lineal, y cuando digo lineal, digo lineal en todos los sentidos: no hay prácticamente ningún aliciente grande, ni tampoco ningún giro especial, y todos los problemas se resuelven a golpe de hechizos (y con esto me refiero a que la magia justifica todo y adiós muy buenas). No está este guión nada trabajado, aunque guarde la dignidad en todo momento.

Finalmente, los personajes me parecen carentes del mejor carisma que Pixar sabe imprimirles. No hay ninguno en su plantel que tenga algo que lo haga especial. Ninguno se come aquí la pantalla, ninguno resulta especialmente recordable, ni especialmente gracioso, ni protagoniza algún momento especialmente memorable.

"Onward" es disfrutable, y bastante mejor que cosas flojitas recientes de este estudio como "El viaje de Arlo" y desde luego que bodrios como el del todo inexplicable "Cars III", pero tampoco pasará a la historia, pienso, de la filmografía de Pixar, que puede hacerlo mejor, mucho, mucho mejor.

sábado, 26 de diciembre de 2020

EL VALLE DEL TERROR. LA ÚLTIMA Y FANTÁSTICA NOVELA DE SHERLOCK HOLMES

EL VALLE DEL TERROR de Arthur Conan Doyle - 1914 - ("The Valley of Fear")

Con "El regreso de Sherlock Holmes" quedó claro, a priori, que Arthur Conan Doyle no iba a volver a escribir nada de su personaje estrella, al que llegó a detestar porque eclipsaba al resto de su obra y además le quitaba el tiempo que necesitaba para dedicarse a ella con más profundidad.

Holmes sobrevivía a su lucha contra Moriarty, como pidieron sus fans (a veces hasta con amenazas), pero se retiraba a Sussex para dedicarse, entre otras cosas, a la apicultura y a llevar una vida tranquila. 

Sin embargo, la fama es la fama, y el dinero es el dinero, y once años después de su último relato de 1903 volvió a narrar otra aventura suya y de su inseparable Watson y empezó a publicar por entregas en su habitual "The Strand Magazine" la que fue su última novela de esta saga: "El valle del terror", que salió al mercado como un único libro ya en 1915.

No obstante, como en "El perro de los Baskerville" y como en muchos de los relatos de "El regreso de Sherlock Holmes", los hechos de esta novela tenían lugar una vez más antes del enfrentamiento contra el mencionado Moriarty.

Arthur Conan Doyle, aunque retornaba a su personaje estrella otra vez, volvía a dejar bien claro de una forma u otra que no iba a haber ya grandes aventuras posteriores a la del cuento "El problema final".

"El valle del terror" es una novela genial, pero se aprecia en ella el notable hastío del autor para con Sherlock Holmes, que imagino que por aquel entonces ya era solamente una máquina de hacer dinero rápido y abundante por medio de las legiones de fans que tenía (a pesar de que llevaba más de una década sin material nuevo ya era parte indisoluble del imaginario colectivo inglés y hasta extranjero).

Nada más empezar, encontramos uno de los errores más sonados y gordos que nunca cometió Doyle: Watson sabe quién es Moriarty y charla sobre él con Sherlock Holmes cuando al inicio de "El problema final" ni siquiera había oído pronunciar su nombre. 

Este hecho da fe de lo hartísimo que tendría que estar el creador del detective más famoso del mundo de su larga saga: la dejadez con su línea temporal alcanza ya un nivel tal que le hizo que ni siquiera se molestase en releer un relato que no llega a las veinte páginas antes de escribir una novela que transcurre antes de este relato y con el que está directamente enlazada. 

También se nota este pasotismo en el hecho de que "El valle del terror" es, a pesar de su maestría como novela negra (la cual es indiscutible) una aventura corta de Sherlock Holmes a la que se le inserta de golpe y porrazo otra novela secundaria que es más larga y más importante que la principal y que está hasta escrita con más ilusión.

Esto ocurría en "Estudio en escarlata" y en "El signo de los cuatro", y de una forma u otra el que haya una historia dentro de la historia principal es una seña de identidad de tres de las cuatro aventuras largas de Sherlock Holmes, pero aquí el descaro de un Doyle que no quiere saber nada de su detective llega a ser brutal.

No obstante, repito: "El valle del terror" es una gran novela negra. Porque quien es buen escritor, es buen escritor, y quien tiene oficio narrativo y maestría para crear tramas negras, las tiene.

"El valle del terror" contiene, como he dicho, un caso más de Sherlock Holmes y de Watson que cumple a la perfección: es interesante, es retorcido, es un delicioso quebradero de cabeza para el lector y es ágil y divertidísimo.

Y contiene también, como he señalado, una narración secundaria que es, desde mi punto de vista, la mejor de todas las que Doyle introdujo en sus novelas.

Esta narración está inspirada en los estudios del detective y espía escocés Allan Pinkerton (el fundador de la Agencia Pinkerton, la primera agencia de detectives del mundo) sobre los Molly Maguires, una sociedad secreta irlandesa del siglo XIX que estuvo activa en Irlanda y en algunas zonas de Inglaterra y de los Estados Unidos.

Esta pequeña novela dentro de la novela principal es una joya: es frenética, es brutal, guarda una intriga genial llena de sorpresas y retrata un mundo violento y terrible por medio de una aventura que enlaza con el género del western y que ha sido considerada por gran parte de la crítica como el anticipio de la novela negra moderna (también he leído que inspiró de forma decisiva al Dashiell Hammet de "Cosecha roja").

"El valle del terror" es pura desgana, como he dicho (y además se cierra con uno de los epílogos más precipitados que ha tenido Sherlock Holmes), pero, como he dicho también, quien escribe bien, escribe bien, y a pesar de todo esto es una novela deliciosa.

¿Adivinan que pasó tras su publicación? Efectivamente: ocurrió que Arthur Conan Doyle volvería otra vez más (otra vez más) a escribir relatos de su detective bendito y maldito. De "Su última reverencia", el siguiente libro de historias cortas de la saga, hablaré en los próximos meses.

viernes, 25 de diciembre de 2020

TENED UN FELIZ DÍA DE NAVIDAD

FELIZ DÍA DE NAVIDAD

Y hoy sí: Feliz Navidad. Poco más que añadir tengo a lo que escribí ayer. Tratemos de ser lo más felices que podamos en estas fiestas extrañas. En dos días empiezan las vacunaciones: se ve la luz al final del túnel.

Besos y abrazos desde Málaga.

jueves, 24 de diciembre de 2020

FELIZ NAVIDAD Y GRACIAS POR LEER MI BLOG

FELICES FIESTAS

La Navidad es mi época preferida del año. Soy ateo, pero adoro el frío y adoro la juerga, los regalos y las comilonas. 

Entiendo no obstante a quien odia esta época porque lo que mucha gente siente ahora lo siento yo en verano: vivo en Málaga y el calor me machaca como a tantas personas el frío y el estío es además la otra época del año junto a la Navidad en la que "hay que ser feliz por cojones", ya me entendéis :P 

Aunque lo pases fatal en julio y agosto y te acuerdes durante esos meses, como es mi caso, de toda la gente que ya no está, si no te gusta el verano el "pero están los regalos y están los villancicos y está Papá Noel" te lo cambian por el "pero están las terracitas y está la playita y está el calorcito" y ya eres el Grinch. 

Mando ánimos a quienes odiáis la Navidad: al igual que para mí el verano de este año de pandemia ha sido complicado, para vosotras y vosotros la Navidad puede que también lo sea. 

Ya se ve la luz al final del túnel y ya nos correremos todos una juerga como es debido con nuestros seres queridos. Espero que salgamos de esto en este 2021 que ya entra. Sed muy felices y gracias por leerme :) 

miércoles, 23 de diciembre de 2020

WONDER WOMAN 1984. EL UNIVERSO DC DEL CINE VUELVE A METER LA PATA

WONDER WOMAN 1984 de Patty Jenkins - 2020 - ("Wonder Woman 1984")

Después del bodrio infame de "Aves de presa" tenía esperanzas en que la segunda aventura de Wonder Woman resolviese un poco la papeleta del Universo Cinematográfico de DC, que parece por lo menos algo más encarrilado tras los recientes anuncios de la compañía pero que todavía se tambalea entre la producción solvente y el horror vergonzoso.

Por desgracia, mi gozo ha caído en un pozo, y en un pozo hondo. La primera "Wonder Woman" me parece hasta este momento la mejor película de este mencionado universo de superhéroes, y repite en esta secuela directora, Patty Jenkins, y repite Gal Gadot como protagonista e incluso vuelve Chris Pine.

Y desgraciadamente no llega al nivel de la horripilante "Aves de presa" porque ésta da más vergüenza ajena con su humor monstruoso, pero casi, casi la alcanza. Porque "Wonder Woman 1984" es puro tedio, pura tontería, puro relleno, y además larga, de más de dos horas.

Mientras el Universo de DC se libra o no del reinicio, se ha optado por ambientar la segunda aventura en solitario de su Wonder Woman en 1984, cuando solamente estaba ella activa en la Tierra (y de camino se hace otro -otro más- homenaje a los ahora tan de moda años ochenta).

Se ofrece una película lo más desgajada posible de la loca y abrupta continuidad de esta saga conjunta (aunque hay fallos: personajes como Superman y Batman eran ya niños en esta década y no se ven afectados por nada de lo que ocurre en esta película).

Se ofrece también un bodrio. Me duele, porque como he dicho esperaba algo por lo menos entretenido en esta película, pero es que no es más que eso: un bodrio.

La trama es tonta y predecible, lineal en el peor de los sentidos, y está llena de diálogos sin gracia, de chistes sosos, de homenajes a los mencionados años ochenta hechos sin cariño y de giros que o no aportan nada o son supuestamente importantes pero están tratados de una manera tosca.

Los personajes son planísimos, y sus conflictos son ridículos. Desde la protagonista, que no ha evolucionado absolutamente nada (y que tampoco va a evolucionar absolutamente nada) hasta los secundarios, que son puro cartón.

Los villanos por otra parte son patéticos. Verdaderamente lamentables: sus motivaciones son de vergüenza ajena, sus acciones son de puro malvado de opereta y están interpretados con una desgana que se palpa en la pantalla.

Porque esa es otra: no sé qué le ha pasado al reparto de esta película. Nadie tiene ganas de actuar. Todo el mundo está deseando que el rodaje termine para cobrar y pirarse a otro proyecto. Eso se nota. Como he dicho arriba es desgana: pura desgana. Hasta Pedro Pascal hace un papel terrible y bochornoso que no se cree ni él mismo. 

Finalmente, ni siquiera las escenas de acción cumplen. No hay una sola recordable. No hay un solo combate que diga algo o que emocione. Hasta el clímax, innecesariamente alargado, es soso y tonto.

"Wonder Woman 1984" es un desastre de película que, para colmo, como he dicho, es encima largo: se pasa de las dos horas de metraje. Esperemos que la siguiente cinta del DCU alcance por lo menos un nivel aceptable, porque las dos últimas (ésta y la mencionada "Aves de presa") son para olvidar. Una pena.

lunes, 21 de diciembre de 2020

TODO SE DESMORONA. ACHEBE CAMBIA PARA SIEMPRE A LA LITERATURA AFRICANA

TODO SE DESMORONA de Chinua Achebe - 1958 - ("Things fall apart")

El nigeriano Chinua Achebe es uno de los escritores más famosos de África y uno de los que con más fuerza ha conseguido llegar más allá de sus fronteras: hoy es un clásico indiscutible de las letras contemporáneas.

Perteneciente al pueblo igbo, uno de los más numerosos del sudeste de Nigeria, fue profesor y un famoso intelectual que vivió largas temporadas en los Estados Unidos y que estuvo implicado en movimientos políticos para tratar de mejorar su país (no obstante, se separó de ellos ante la corrupción de la que fue testigo). Murió en 2013 a los 82 años.

La primera novela de Chinua Achebe marcaría las pautas principales de una grandísima parte de su obra posterior: el retrato de la colonización y de la post-colonización de su tierra.

"Todo se desmorona" se publicó en 1958 y fue un hito en Nigeria y más allá de sus fronteras: se convirtió en una novela mítica y en una de las más célebres de la Literatura Africana.

En su debut, Chinua Achebe cuenta, usando un estilo sencillo y bello, muy expresivo, donde la narración incluye cuentos mitológicos de los igbo, cómo la llegada del hombre blanco a una comunidad de esta etnia acaba con todas sus tradiciones ancestrales y con toda su identidad.

Podríamos pensar, a priori, en que Achebe, como han hecho tantos escritores con menos talento que él, va a narrarnos como unos blancos malvados, crueles y brutales subyugan a un Edén maravilloso donde, antes de su llegada, todo era paz, prosperidad y amor. No es así. Ni de lejos.

El hombre blanco en "Todo se desmorona" es un ente presente y a la vez casi lejano, y apenas está representado en un puñadito de personajes conscientemente más desdibujados que el resto que se deben a una reina que está muy, muy lejos, en una metrópolis de Europa que casi parece un lugar mítico o directamente inventado.

Este hombre blanco es, desde luego, un colonizador, un imperialista, un ser que ha venido a imponer su ley y su religión a una sociedad a la que va a esquilmar comercialmente con su fanatismo y su intransigencia religiosa, entre otras armas ideológicas (y cuando estas no funcionan, pasa a las físicas).

Sin embargo, este hombre blanco no es un hombre blanco de un sólo color: hay hombres blancos brutales y terribles y los hay que buscan, dentro de su clara idea colonizadora, el diálogo (aún usando también su demagogia).

Los igbo no son tampoco, por otra parte, perfectos. En absoluto. De hecho, Chinua Achebe los retrata sin ningún tipo de concesión: antes de que el mencionado hombre blanco llegase su sociedad ya era clasista, machista, violenta y oscurantista y estaba marcada por sangrientos enfrentamientos tribales. 

Okonkwo, el inolvidable protagonista de "Todo se desmorona", es un hombre que representa todos los valores "superiores" de esta sociedad. Es un guerrero brutal que sólo busca el reconocimiento social y la riqueza y que ha ascendido en su pueblo trabajando sin cesar pero también actuando sin miramientos.

Traumatizado por haber tenido un padre pobre y holgazán y mal visto por ello por sus vecinos, desprecia a los débiles y los ve como a seres inferiores, y trata a su familia con una violencia tremenda: pega a sus mujeres y a sus hijos, y es autoritario, frío, despiadado y guardián orgulloso de las peores tradiciones de las castas superiores de su pueblo.

Umuofia, el conjunto de aldeas que es su sociedad, es un lugar dominado por los más poderosos y por costumbres absurdas y machistas, clasistas y represoras. No en vano, cuando llegan los cristianos, son sus individuos más desfavorecidos (los marginados, los parias, los desterrados, los más pobres y despreciados por la comunidad) los que se unen a ellos (algunos para tomarse su ración de justicia y venganza con su propia mano).

Chinua Achebe lo deja bien claro: el viejo sistema era terrible, y el nuevo también lo es. Los gerifaltes que dominaban Umuofia no son en realidad tan diferentes de los gerifaltes de los hombres blancos. 

"Todo se desmorona", muy rica en su representación de lo que fue el viejo mundo igbo, con sus costumbres, su mitología, sus ritos, es una novela que en su sencillez aparente guarda un mundo muy complejo, lleno de grises y de aristas.

Dos culturas se encuentran y chocan, y gana la más fuerte pero la que también sabe dar un lugar a los marginados de la cultura perdedora. Ha ocurrido en otras partes del mundo.

"Todo se desmorona" es una enorme fábula sobre el poder, sobre África y su encuentro con Europa, sobre el fin de un mundo que pierde su identidad lleno de personajes para el recuerdo y de escenas que ponen los pelos de punta. Un clásico indiscutible con el que comenzaba una gran carrera literaria que trajo cuatro impresionantes novelas más.

Por cierto que, en la segunda novela de Achebe, "Me alegraría de otra muerte", continúa la historia de la familia de Okonkwo. De esa novela hablaré en otra entrada en el futuro.