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jueves, 20 de julio de 2023

SWEENEY TODD (EL COLLAR DE PERLAS). UN PENNY DREADFUL MÍTICO Y DIVERTIDÍSIMO

SWEENEY TODD (EL COLLAR DE PERLAS) de James Malcolm Rymer y Thomas Peckett Prest - De 1846 a 1847 - ("The String of Pearls: A Romance")

En países como España posiblemente conocimos a Sweeney Todd gracias a la película de 2007 de Tim Burton (comentada en esta misma etiqueta) y, tal vez en menor grado, al célebre musical de Stephen Sondheim de las décadas de los setenta y los ochenta.

Sweeney Todd es, no obstante, para el mundo anglosajón, tan famoso como aquí puede serlo el Lazarillo de Tormes, la Celestina, Don Juan Tenorio o el propio Don Quijote. La existencia de este personaje legendario del Londres victoriano o de algún trasunto suyo no tiene una veracidad probada, aunque sí que hay relatos similares y atroces de un barbero que asesina a sus clientes para suministrárselos a alguien que hace empanadas con su carne (el más famoso, uno del París del siglo XV que parece que fue real y que mató a 140 personas).

Como personaje ficticio Sweeney Todd aparece como segundario por primera vez en el libro que hoy comentamos, llamado originalmente "El collar de perlas", un "penny dreadful" publicado en Inglaterra entre 1846 y 1847 y que fue un éxito instantáneo.

Sobre sus autores hay muchas sombras: Thomas Peckett Prest y James Malcolm Rymer eran escritores que escribían "al peso" folletines de este tipo para editoriales como la de Edward Lloyd, que publicaba el famoso tabloide "The People's Periodical and Family Library", en el que salían como churros, para "leer y tirar", a precios baratísimos, estas historias normalmente rocambolescas, con mucha acción y mucho romance pero también con mucha sangre y, a veces, con mucho humor negro.

De James Malcolm Rymer se conoce sobre todo "Varney, el vampiro", la cual no he leído pero la cual no paro de ver reivindicada como una joya poco conocida del terror gótico. Se sabe que escribió alrededor de 115 novelas, que fue posiblemente ingeniero civil y editor del Queen's Magazine y que tenía ascendencia escocesa. Y poco más. 

Mucho menos se conoce de su compañero, Thomas Peckett Prest. Era un "hack writter", un escritor rápido y de bajo estatus, famoso por ser capaz de producir, como sus compañeros de profesión, montones de textos a toda velocidad para su publicación a precio irrisorio. También leo que fue músico y periodista. 

"El collar de perlas" es un folletín de la época: montones de personajes (Sweeney Todd, aún con su carisma malévolo, es uno más, no el protagonista principal) se mueven en el Londres de su momento detrás de la joya que le da nombre a la novelita pero persiguiendo otras cosas como el dinero, el amor, el honor o la propia supervivencia.

Como en tantas obras de este tipo de la época escritas a varias manos hay en "El collar de perlas" (llamada ya en su edición de 1878 "El barbero de la calle Fleet") una descompensación tremenda a todos los niveles: literarios (capítulos y párrafos excelentes y otros pésimos) y argumentales (montones de personajes desaprovechados o que dejan de aparecer).

No obstante, "Sweeney Todd" tiene, a pesar de esto, mucha más calidad que otros "penny dreadful": si bien contiene pasajes grandilocuentes, que dan vueltas y vueltas sobre la misma explicación (era algo de todas formas necesario para enganchar a personas que se incorporaban a la historia a mitad de ella, ya que estas producciones se vendían por entregas), también nos regala escenas geniales tanto truculentas y siniestras como de humor inesperado (lo cultiva, y mucho).

Y, además, la mayoría de sus personajes, mejor o peor aprovechados, poseen mucho carisma. El brutal barbero el primero, pero también otros tantos más heroicos o cómicos. 

Por último, hay momentos en esta obra incluso socialmente críticos, como la descripción de la vida injusta y sórdida en los manicomios. Si bien los autores dejan claro que los centros sanitarios (por llamarlos de alguna manera) de su justo momento ya no son como los de hace pocos años que ellos describen en la novela (corrección política a pesar de lo truculento: no se iban a meter con el gobierno inglés) sí que hacen un retrato de ellos sin concesiones, monstruoso, y que señala directamente a la corrupción como la culpable del maltrato al que son sometidos sus internos (y, la verdad, posiblemente muchos de estos centros siguiesen siendo iguales en 1846 y 1847, lo que estoy seguro que era bien sabido por el pueblo).

"El collar de perlas" tuvo como he dicho un éxito tal que fue llevada al teatro en el mencionado 1847, antes de terminar su serialización incluso. Ha creado luego musicales, seriales de radio, películas (varias más aparte de la mentada de Tim Burton), cómics y hasta un ballet. 

No se dejen engañar y no piensen que por estar ante un "penny dreadful" nos encontramos ante una novela mala: "Sweeney Todd" es divertidísima, tiene pasajes socialmente críticos, personajes llenos de carisma, una mezcla de géneros que funciona y un retrato social del pasado de Inglaterra interesantísimo.

Gracias tengo que dar a las editoras de La Biblioteca de Carfax por traernos a España esta célebre novela de horror, de amor y de humor negro tan difícil de leer en condiciones hasta hace tan poco tiempo. Igualmente, otro agradecimiento tengo para su traductor, Alberto Chessa, del que he tomado algunos datos que ofrece en el epílogo de la edición para esta reseña. No se la pierdan: los "penny dreadful" son también historia de la literatura.

lunes, 15 de noviembre de 2021

SWEENEY TODD. UN OASIS MUSICAL EN LA NUEVA TAMBALEANTE OBRA DE TIM BURTON

SWEENEY TODD de Tim Burton - 2007 - ("Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street")

“Sweeney Todd” es una genial película que redimió a Tim Burton por lo menos momentáneamente de la, desde mi punto de vista, muy irregular carrera que ha llevado desde que presentó la excelente y divertidísima “Sleepy Hollow” hasta ahora. 

Estos últimos años han estado para él cargados de altibajos, desde luego, pero sería injusto decir que todo lo que hace lo hace mal o de forma mediocre. 

De la misma manera que entre la terrible "El planeta de los simios" y la floja "Charlie y la Fábrica de Chocolate" entregó la genial "Big Fish", entre la aceptable "La novia cadáver" y la floja "Alicia en el País de las Maravillas" entregó este musical del que hoy hablamos. 

“Sweeney Todd” está basada en las desventuras de un personaje mítico del Londres del siglo XVIII cuya existencia aún está por confirmar y que a su vez ha inspirado numerosos musicales entre los que destaca el más exitoso, el de Stephen Sondheim, por lo oscuro y sangriento de su propuesta. 

Tim Burton adapta para la gran pantalla este mismo musical aportándole su toque personal: su sentido de la ambientación, lo que le ha hecho famoso como autor.

“Sweeney Todd” narra la historia de la venganza del barbero asesino que da nombre al filme (Johnny Depp), que corre paralela al “idilio” que mantiene con la Señorita Lovett (Helena Bonham Carter), una siniestra elaboradora de empanadas de carne humana. 

Se desarrolla por otra vía, además, la historia de amor de un joven marinero con la hija del protagonista, que vive oprimida por el Juez Turpin (Alan Rickman), el hombre que le arruinó la vida a éste. 

La película, un musical atípico y arriesgado, tiene un ritmo excelente y muy fluido y unas actuaciones magistrales (todo el reparto está verdaderamente soberbio, tanto interpretando como cantando: desde los principales actores hasta secundarios de lujo como Sacha Baron Cohen). 

El drama está desarrollado con pulso y también aparece muy conseguida el aura fatalista y decadente que lo envuelve, así como su explosivo y desaforado arranque romántico final.

Los tópicos y los lugares comunes del filme de misterio y de terror, de la comedia negra y de la misma comedia romántica aparecen imaginativamente reinventados para otorgarle al conjunto una consciente aura onírica de irrealidad, de vodevil macabro por momentos

Quedan, además, los mencionados y habituales escenarios y caracterizaciones que siempre regala Tim Burton, que sitúa su obra en un Londres gótico y retorcido, sombrío y sucio inconfundible, y que regala además grandes cantidades de hilarante humor negro brillante y con estilo aunque con toques ciertamente salvajes que, en momentos, casi roza el gore. 

Muy recomendable musical en todos los aspectos: divertidísimo y una delicia para los ojos y para los oídos también.